El runrún: ¿Eres el 'pelagambas' más rápido?

Hay que reconocer que aquí, los onubenses, no anduvimos listos. ¿Cómo es posible que no se nos ocurriera, en la provincia conocida en todo el país por despachar la mejor gamba blanca, organizar un concurso para elegir al 'pelagambas' más eficiente? En nuestra sierra, efectivamente, sí se elige al mejor cortador de jamón de España, pero todos sabemos que no es lo mismo. Comer jamón es una cosa; cortarlo, otra muy distinta. Sin embargo, una cadena de cervecerías radicada en Sevilla está triunfando

con un concurso que tiene a la gamba como producto estrella. Aquí son más listos y no compiten por ser el que mejor las cuece, sino el que mejor las pela, para comérselas, claro está. Se trata de la franquicia La Mar de Gambas, con locales en Sevilla capital y la zona del Aljarafe, aunque también en Chipiona. En Huelva solamente en Matalascañas, cuya vinculación con Sevilla no vamos a descubrir ahora. Cada local organiza su propio certamen, donde los primeros diez clientes en inscribirse a través de la página web participan. El concurso se desarrolla en dos rondas de cinco personas cada una, con un plato de 250 gramos de gambas, aproximadamente 35 piezas, para cada concursante. La única regla es que las gambas deben ser peladas antes de comerlas, supervisado estrictamente por un jurado.

Francisco Javier estableció un récord impresionante al pelar y comer 35 gambas en solo dos minutos y 71 centésimas en un bar de Alcalá de Guadaíra. Es decir, una gamba cada tres segundos y medio. Este tiempo es el objetivo a batir en el concurso que se desarrolla en 26 bares de la cadena hasta el mes de octubre. Los ganadores locales reciben un cheque de 100 euros y una bebida durante la competición y al finalizar, los diez mejores tiempos competirán en una final nacional, donde el ganador recibirá 500 euros y el título de campeón nacional.

Nos podemos imaginar cómo habrán recibido los comerciantes y hosteleros de Punta Umbría la noticia de la distribución de billetes falsos de 50 euros por la localidad. Aunque no se sabe con certeza cuántos han conseguido introducir, esta situación les obligará a partir de ahora a desconfiar más aún si cabe del dinero en metálico que reciben, porque como ciudad turística que es, el trasiego de veraneantes facilita la comisión de este delito en particular. Y es que pocas sensaciones hay más desagradables que comprobar cuando ya es demasiado tarde que nos han colado un billete falso. Al margen de que la persona responsable probablemente no sea el falsificador y simplemente, tras sufrir la misma sensación que tú, ha decidido arriesgarse manteniendo el billete en circulación, la recomendación es asumir nuestra condición de estafados y denunciarlo ante las autoridades para evitar males mayores. Esto, naturalmente, cuando ya no hay remedio. Pero hay una serie de sencillas comprobaciones que nos permitirán distinguir perfectamente un billete auténtico de otro de pega.

Lo primero es usar el tacto, ya que los billetes genuinos están hechos de un tipo de papel especial que tiene una textura única, bastante más consistente que el convencional. Si lo ves demasiado liso o que el papel no se parece al de otros billetes que tienes, es posible que sea falso. Y si dudas, arrúgalo: los billetes auténticos son más rígidos y resistentes que los falsos. La impresión en relieve también es muy evidente y se puede apreciar simplemente pasando el dedo por la superficie. El sentido de la vista también nos ayudará, puesto que los verdaderos tienen varios elementos de seguridad que son muy difíciles de replicar. En este caso hablamos de la marca de agua, una imagen incorporada al papel que se puede ver al sostener el billete a contraluz –como el hilo de seguridad, que lo atraviesa verticalmente–. Por si esto fuera poco, algunos billetes (generalmente los de más valor, como los de 50 euros que se han puesto en circulación en Punta Umbría) tienen tinta que cambia de color cuando se inclinan bajo la luz. Si la duda persiste, también existen herramientas específicas que pueden ayudarte a detectarlos. Los detectores de billetes falsos, que utilizan luz ultravioleta, son una excelente inversión si manejas grandes cantidades de dinero. Además, existen aplicaciones móviles que pueden ayudarte a verificar la autenticidad de los billetes mediante la cámara de tu teléfono. Y si te das cuenta de que has recibido un billete falso en el momento del cambio, trata de no enfrentarte agresivamente a la persona que te lo dio. Simplemente pide otro billete explicando que crees que ese es falso. Y si descubres el billete falso más tarde, no te la juegues y denúncialo.