El runrún: La plaza de toros de Huelva, al fin 'cardioprotegida'

Aunque hace relativamente pocos años era algo infrecuente, actualmente es muy habitual encontrar en instalaciones públicas de todo tipo –polideportivos, oficinas, universidades, mercados,...– aparatos desfibriladores, concretamente los denominados DEA (desfibriladores externos automáticos), que analizan el ritmo cardiaco de aquella persona que está sufriendo un paro y envía una descarga eléctrica al corazón para normalizar su ritmo y, en muchos casos, salvarle la vida. Teniendo esto en cuenta, llama la atención que la plaza de toros de Huelva, La Merced, no contara aún con este tipo de equipamiento. Hablamos en pasado porque ayer pudimos saber que el coso onubense ya es una plaza 'cardioprotegida'. El propio jefe de personal de la empresa Toros La Merced, Serafín González, ha recibido este DEA de manos del Dr. Nicolás González, director de La Clínica 'Lordental', a modo de obsequio. Además, según explicó el responsable de la empresa taurina, todos los profesionales de La Merced han superado el curso de formación y se les ha entregado un diploma acreditativo en Soporte Vital Básico y Desfibrilación Externa Automática, que les capacita para poder hacer uso del DEA en caso de emergencia. Una gran noticia.

Si hablamos de la organización Facua, la mayoría de nosotros la vincularemos a la defensa de muchas grandes causas que afectan a los consumidores, desde servicios con precios abusivos a fraudes inmobiliarios y todo tipo de cuestiones que afectan a cualquier ciudadano de a pie. Hoy, sin embargo, y ya que hablamos de ciudadanos de a pie, hemos podido saber que la organización tiene también una faceta más de 'andar por casa', pues su delegación en Huelva ha remitido un escrito al Área de Movilidad y Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento en el que pide que estudie la posibilidad de señalizar nuevos pasos de peatones en el entorno de la calle Beas, en el barrio de Isla Chica, con el fin de garantizar la seguridad de los viandantes.

Al parecer, la asociación ha tenido conocimiento a través de varios socios de que en esta vía, con confluencia a la avenida Federico Molina por un lado, y Avenida Galaroza por el otro, y en la cual desembocan hasta seis calles, sólo existe un paso de peatones en una extensión de unos 250 ó 300 metros, lo cual, como podemos imaginar, dificulta que las personas puedan cruzar por la avenida con garantías, especialmente al tratarse de una zona con un tráfico de vehículos considerable. Confiemos en que el Ayuntamiento estudie una petición que, al menos con estos datos en la mano, parece bastante razonable.