Inseguridad en Almonte: de las quejas de la Policía a las iniciativas vecinales
El aumento de la criminalidad en el municipio es un dato objetivo que recogen las cifras del Ministerio del Interior, aunque la percepción de la ciudadanía va más allá
Mientras desde el Ayuntamiento consideran que la situación se encuentra encauzada, la plantilla de la Policía Local denuncia falta de medios y de una coordinación adecuada
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La criminalidad en Almonte se ha multiplicado en los últimos meses. No es sólo una sensación de los vecinos, sino que lo reconocen desde el propio Ayuntamiento, que lo achaca a distintos factores, o desde la Policía Local, que asegura no contar con los medios suficientes para atender todos los avisos que le llegan.
Las cifras oficiales están ahí: la criminalidad convencional ha aumentado más de un 16% durante el segundo trimestre del año -el último del que constan datos públicos en el Ministerio del Interior- respecto a 2023, pero hay determinados delitos en los que el crecimiento es especialmente llamativo, con un aumento del 80% en lo que respecta a delitos contra la libertad sexual o un 150% en lo referente a robos con violencia e intimidación.
Han aumentado significativamente también los hurtos (50%) y en menor medida, alrededor de un 10%, los delitos graves y menos graves de lesiones y riña tumultuaria.
El análisis que realizan las distintas partes implicadas -y afectadas- en esta realidad en la que la inseguridad se ve como un problema importante en la localidad difiere bastante según a quién le preguntes, aunque en todos los casos abogan por implementar todas las medidas necesarias para atajar la situación y devolver a la ciudadanía la sensación de calma.
De este modo, mientras desde el Ayuntamiento de Almonte consideran que la situación «se va encauzando» y que «el trabajo iniciado ya está dando resultados», destacando el refuerzo de efectivos de Guardia Civil que está «a punto de llegar y ponerse en marcha», desde la Policía Local -o, al menos, desde su sección sindical – tienen una percepción bien diferente.
Conflicto con la Policía Local: «no hay nadie al timón»
El consistorio habla así de «episodios aislados, aunque sean muy llamativos» y los considera incluso una reacción al «refuerzo que estamos haciendo en materia de seguridad», mientras que el cuerpo -y buena parte de la ciudadanía- considera que se trata de una situación generalizada. De hecho, la plantilla de la Policía Local apunta al propio ayuntamiento y a la «nefasta gestión» que se está llevando a cabo de unos recursos humanos y materiales «muy deficientes».
«No existe una apuesta en materia de seguridad, aquí no hay nadie al timón», aseguran desde el sindicato mayoritario de la Policía Local de Almonte, el SSPME, que ha llegado a solicitar públicamente la dimisión de la concejala de Seguridad del Ayuntamiento de Almonte ante lo que consideran una «incapacidad manifiesta para controlar la situación».
Situación en la que entran en juego las particularidades propias del municipio, uno de los de mayor extensión de España, con tres núcleos poblacionales que atender separados por hasta 30 kilómetros. A ello hay que sumarle «la falta de efectivos», que con las últimas jubilaciones -y sin contar las bajas por estrés- hace que «no lleguemos a 40 los policías que podemos estar en la calle»; y la ausencia de medios materiales, con «rentings que se han dejado caducar, y dos coches para ocho policías -por ejemplo- en los días de lluvia».

La especial casuística de Almonte hace que, en determinados momentos del año, su población se multiplique considerablemente: durante la campaña agrícola con la llegada de temporeros; durante la celebración de la romería del Rocío, o en fechas concretas en la aldea; y en verano con la afluencia masiva de vecinos y turistas a Matalascañas.
«Aquí es raro el fin de semana que no hay algo excepcional, algún evento o fecha especial, y si desplazas la seguridad necesaria allí dejas otro sitio desatendido: eso es así porque no tenemos medios, no podemos hacer más», insisten desde la Policía Local, que no han sido pocas las veces que en los últimos tiempos se ha dirigido a la ciudadanía para disculparse por no dar para atener todos los avisos.
«Está muy bien que se hable de reforzar la plantilla, es lo que queremos, pero eso son procesos a largo plazo y el problema lo tenemos ya y sólo se puede afrontar con servicios extraordinarios», señalan desde el cuerpo, que ve con recelo las iniciativas ciudadanas que se están poniendo en marcha para tratar de compensar la ausencia de efectivos policiales en las calles.
«Entendiendo el desasosiego que pueda sentir la ciudadanía, hablamos de un terreno peligroso, porque gente sin la formación adecuada no debería acudir a tratar de atajar según qué situaciones».
Se refieren de este modo, sin nombrarlas, al intento de organización de patrullas vecinales que ha puesto en marcha un grupo de vecinos de la localidad, con un grupo de mensajería instantánea en el que ha llegado a haber más de 500 personas, y en el que se alertaba de supuestas situaciones peligrosas para que las personas que estuviesen en los alrededores y tuviesen disponibilidad acudiesen a atenderlas.
«Hay principios que van por delante, como la libertad de circulación de los ciudadanos, y ante eso no podemos hacer nada: si una persona está por la calle y ve algo y quiere alertar, está en su derecho. El problema es querer organizarse, hacer patrullas para suplir a las fuerzas y cuerpos de seguridad. Eso es peligroso y preocupante», afirman desde la Policía.

Entre otras cosas, porque hay «mucha psicosis y mucho prejuicio, y aquí no todos los delitos los cometen los extranjeros, y eso es algo en lo que estas iniciativas tienden a caer».
De hecho, uno de estos grupos de mensajería instantánea en los que se participaba de forma masiva para organizar estas iniciativas -que por el momento no cuentan con una organización definida ni un portavoz que las defienda- ha sido recientemente eliminado, según los impulsores, debido a un «uso incorrecto» continuado del mismo. Así, en redes sociales se llama a los interesados a participar en las reuniones presenciales que se van a organizar.
«Es un tema preocupante, que la ciudadanía tenga la sensación de que debe actuar por su cuenta, pero es otro síntoma de lo mal que se está gestionando la situación», insisten desde el sindicato mayoritario de la Policía Local en Almonte.
«Hacen falta recursos, vigilancia, cámaras de supervisión, material y coordinación, además de una persona al frente que sea capaz de reconducir la situación», concluyen.