Este pequeño pueblo de Huelva tiene uno de los castillos más espectaculares y mejor conservados de Andalucía
Esta antigua fortaleza, que se conserva en un excelente estado, es el gran emblema de este municipio onubense
En este pueblo de Huelva puedes hacer una ruta que te lleva a un bosque encantado: «Qué cosa más preciosa»
Ni Aracena ni Cortegana: este es el pueblo de Huelva que más visitas recibe
Huelva es una provincia con un rico patrimonio cultural e histórico. Sus paisajes son uno de sus grandes baluartes, especialmente los que se aprecian en la Sierra. Justo en esta zona es donde se encuentran algunos de los castillos más impresionantes de Andalucía; antiguas fortalezas que han sido testigos de conflictos fronterizos y de la presencia musulmana, que hoy en día forman parte de la identidad onubense.
Entre los muchos que pueden contemplarse en la Sierra de Huelva, destacan el castillo de Aracena, el de Aroche, el de Cortegana, el de Niebla o el de Cumbres Mayores. Sin embargo, hay otro pequeño pueblo serrano que alberga uno de los castillos mejor conservados y más impresionantes de Andalucía.
Este es el pueblo de Huelva donde encontrar uno de los castillos más espectaculares y mejor conservados de Andalucía
Tenemos que referirnos a Santa Olalla del Cala, un pueblo que limita con las provincias de Sevilla y Badajoz, y que cuenta con una gran riqueza histórica y cultural, reflejada en su amplio patrimonio. Como hemos adelantado, uno de sus emblemas más destacados es su castillo, una imponente fortaleza que domina el paisaje y ofrece unas vistas privilegiadas del casco urbano y sus alrededores. Desde lo alto, se pueden distinguir la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y la peculiar Plaza de Toros, integradas en el entramado del pueblo.
A modo de contexto histórico, este castillo fue construido en 1293 por orden de Sancho IV 'El Bravo', convirtiéndose en un punto estratégico de control y defensa del territorio. A lo largo de los siglos XIV y XV sufrió diversas modificaciones, adaptándose a las necesidades militares de cada época. Su última gran restauración tuvo lugar en 2006, lo que ha permitido conservar en excelente estado su estructura, típica de las fortalezas medievales cristianas con influencias mudéjares.
