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Los mejores destinos de Huelva para viajar en el puente de Todos los Santos
Desde la costa hasta la sierra, pasando por la Cuenca Minera, el Condado y el Andévalo
Estos son los mejores pueblos de la Sierra de Huelva para una escapada rural este otoño
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El penúltimo puente del año está a la vuelta de la esquina y ya son muchos los que planean su próxima escapada. Será el de Todos los Santos, el próximo 1 de noviembre, aunque habrá que pedirse algún día en el trabajo para poder enlazarlo con el fin de semana, ya que este año el festivo cae en miércoles.
En cualquier caso, Huelva es siempre una buena elección para aquellos que buscan desconexión, buena gastronomía y naturaleza en un mismo destino. Aunque también ofrece variedad de opciones deportivas, culturales y de ocio.
Desde la costa hasta la sierra, pasando por el Condado, la Cuenca Minera y el Andévalo, la provincia esconde rincones de gran valor paisajístico y patrimonial. Algunos ejemplos son la sorprendente Gruta de las Maravillas en Aracena, las paradisíacas playas de Ayamonte o la particular Ermita del Rocío en Almonte.
Sierra de Aracena y Picos de Aroche
Al norte de la provincia, la Sierra de Aracena y Picos de Aroche es el destino ideal para quienes buscan turismo rural y de naturaleza. Rincones como la Peña de Arias Montano, la Gruta de las Maravillas, la mezquita de Almonaster la Real o los castillos de Cortegana y Aracena bien merecen una visita.
El senderismo y los deportes de montaña son otra alternativa durante una escapada a la Sierra de Huelva, que cuenta con numerosas rutas para todos los niveles y edades. El sendero del Charco Malo, la ruta del Bosque Encantado o la del Risco de Levante son algunos ejemplos.
Acabar el día en uno de sus pueblos blancos degustando derivados del cerdo ibérico como el jamón puede ser la guinda del pastel. Algunas de las localidades más destacadas son Aracena, Cortegana, Almonaster la Real, Fuenteheridos, Galaroza, Jabugo, Linares de la Sierra o Alájar. Aunque cualquier punto de la sierra onubense brinda al viajero un paisaje espectacular de encinas, alcornoques, quejigos y castaños.
Ayamonte
En la frontera con Portugal se ubica el pintoresco pueblo de Ayamonte. Un municipio costero con extensas playas de arena blanca y fina como las de Isla Canela, Punta del Moral o San Bruno.
La localidad cuenta con grandes complejos hoteleros, así como un parador nacional con impresionantes vistas al río Guadiana y el país vecino. Además, es un destino que invita a deleitarse con los manjares de la costa onubense, como las gambas, las coquinas o los pescados frescos.
Dentro del pueblo destaca su casco antiguo, la iglesia del Salvador, la iglesia de las Angustias, la plaza de la Coronación, el Palacio Marques de Ayamonte, la iglesia de San Francisco y el puerto marítimo.
Si el tiempo lo permite, también es posible practicar deportes acuáticos como el kitesurf, el windsurf o el kayak en alguna de sus escuelas ubicadas en la zona de playa.
Asimismo, darse un salto al país vecino requiere unos escasos diez minutos en coche, atravesando el puente internacional del Guadiana.
El Rocío
Uno de los lugares más emblemáticos y reconocidos de la provincia de Huelva es la aldea de El Rocío, un rincón dentro del término municipal de Almonte que cada año acoge a miles de peregrinos durante la famosa romería en Pentecostés.
El resto del año, la aldea es un lugar acogedor y tranquilo, con un paisaje formado por marismas en el que algunas especies como los caballos o los flamencos habitan en total libertad.
Su ermita, cuya construcción finalizo en 1969, es una visita obligatoria. Diseñada por Antonio Delgado y Roig y Alberto Balbontín de Orta, en su interior se encuentra la imagen de la Virgen del Rocío. No obstante, esta fue retirada hace unas semanas para ser sometida a trabajos de restauración y conservación, por lo que actualmente preside el altar el simpecado de la Hermandad Matriz de Almonte.
Por otra parte, quienes busquen completar su escapada a El Rocío con planes alternativos pueden decantarse por los paseos a caballos, las visitas a Doñana o rutas en carreta por los alrededores de la aldea.
Minas de Riotinto
En la Cuenca Minera, las minas de Riotinto -dentro de la localidad homónima- son uno de los puntos más impresionantes de la provincia. Sus aguas rojizas recuerdan a Marte y, de hecho, han sido estudiadas por la propia NASA para la exploración del planeta vecino.
Se trata de una inmensa explotación a cielo abierto con espacios visitables como el museo minero, el ferrocarril, las minas Peña del Hierro y Corta Atayala y el Tren de la Luna. En estas minas trabajó desde finales del siglo XIX una poblada comunidad de ingleses que migró hasta Huelva, dejando un importante legado en la provincia.
Así, ya en el pueblo, son paradas obligatorias el barrio inglés de Bella Vista, la parroquia, la ermita de Santa Bárbara o el monumento al minero. Quienes quieran practicar deporte cuentan en la zona con un campo de golf y numerosos senderos al aire libre.
Otra experiencia inolvidable que ofrece este destino es la actividad 'Rio Tinto, Marte en la Tierra', así como la oportunidad de alojarse en una antigua casa inglesa declarada Bien de Interés Turístico.
Sanlúcar de Guadiana
También en la frontera con Portugal, Sanlúcar de Guadiana es un pintoresco pueblo del Andévalo onubense que tiene al río como principal protagonista. Con el buen tiempo, las actividades acuáticas son todo un reclamo para los visitantes, que pueden elegir entre kayak, flyboard, paddle surf, motos acuáticas o water ball, entre otras.
La máxima representación del patrimonio sanluqueño se alza en el Castillo de San Marcos, del siglo XIV. Además, cruzar al municipio portugués de Alcoutim lleva tan solo unos minutos en un agradable paseo en barco.
Otra opción deportiva y de exploración es tomar uno de sus numerosos senderos fluviales. Aunque, sin duda, la actividad con mayor fama es su tirolina, que permite cruzar por el aire a tierras portuguesas en apenas unos segundos. Se trata de la primera tirolina transfronteriza en el mundo, con una longitud de 720 metros. Esta alcanza una velocidad de unos 75 kilómetros/hora.
Moguer
Este pueblo blanco próximo a la capital forma parte de la historia de la literatura universal. En él nació el premio Nobel Juan Ramón Jiménez en 1881.
Para sumergirse de lleno en el ambiente que vio nacer al literato, la primera parada obligatoria es la de su casa natal, situada en el número 2 de la calle Ribera, en un edificio hoy declarado Bien de Interés Cultural. En la actualidad, alberga un museo donde se pueden contemplar ejemplares y mobiliario propios del autor y su familia.
Asimismo, las calles del pueblo lucen como un museo al aire libre, compuesto por monumentos y azulejos en su recuerdo, en el que destaca el conjunto escultórico ‘Platero y yo’.
Moguer tuvo un importante papel en la historia colombina. En la localidad se asentó la familia descubridora Pinzón, concretamente el Linaje Hernández-Pinzón. La casa en la que vivieron sigue hoy intacta en el número 1 de la calle Almirante Hernández-Pinzón, en un edificio declarado Bien de Interés Cultural de los ‘Lugares Colombinos’ en 1967 y Sitio Histórico en 2016.
Una casa señorial cargada de historia que en 1828 alojó al ilustre escritor estadounidense del Romanticismo Washington Irving durante su viaje por los Lugares Colombinos.