De un castillo medieval a un bosque encantado: la ruta imprescindible para descubrir la Sierra de Aracena

Silvia Mateo

Huelva

carreteras secundarias

La ruta por la carretera HU-8105, que une los municipios de Cortegana y Aracena, es una de las vías más emblemáticas de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche

20/01/2025
Actualizado 24/01/2025 a las 13:29h.

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La carretera HU-8105, con sus 33 kilómetros de longitud y un tiempo estimado de 45 a 60 minutos para recorrerla en coche, es mucho más que una simple vía de conexión en la Sierra de Aracena. Este trayecto, secundario y con tramos montañosos y curvas pronunciadas, es una opción ideal para quienes deseen disfrutar de un viaje tranquilo rodeado de naturaleza y paisajes que capturan la esencia de la sierra.

A medida que se avanza por esta carretera, el entorno despliega un mosaico de bosques de encinas, alcornoques y castaños que forman un manto verde inconfundible en la región. La vegetación mediterránea se complementa con madroños, jaras y helechos, especialmente presentes en las áreas más húmedas, lo que aporta una diversidad botánica que no deja de sorprender.

Este corredor natural también es hogar de una fauna rica y variada, donde es común avistar ciervos y jabalíes en las primeras horas del día o al caer la tarde, así como zorros que se asoman tímidamente entre los matorrales. En las zonas más elevadas, el cielo se convierte en el escenario perfecto para observar el vuelo de aves rapaces como milanos y buitres, que añaden un toque salvaje al viaje.

El paisaje, siempre cambiante, alterna colinas densamente arboladas con valles abiertos donde los prados y los arroyos fluyen, creando postales de gran belleza que invitan a detenerse y admirar el entorno.

Además, la carretera HU-8105 no se limita a su recorrido principal, ya que cuenta con ramales como la HU-8121, que extienden las posibilidades para el viajero y lo conducen hacia otros pueblos serranos llenos de encanto. Estos desvíos permiten explorar aún más la riqueza de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche y descubrir pequeñas localidades con tradiciones intactas, paisajes únicos y miradores estratégicamente situados que ofrecen vistas espectaculares.

Cada tramo de la HU-8105 es una invitación a adentrarse en el corazón de una de las zonas más bellas de Andalucía, un lugar donde la naturaleza y el hombre conviven en armonía, ofreciendo al visitante una experiencia inolvidable llena de tranquilidad, belleza y conexión con el entorno.

El viaje comienza en Cortegana, un municipio que combina patrimonio histórico, tradiciones vivas y una conexión única con la naturaleza. Su monumento más destacado es el Castillo de Cortegana, una fortaleza del siglo XIII que se alza majestuosa sobre una colina. Este castillo, que sirvió de defensa durante la época medieval, es hoy un mirador privilegiado desde el que se pueden contemplar las montañas y valles que rodean el pueblo. Además, el castillo cobra vida cada mes de agosto con las Jornadas Medievales, un evento que transporta al visitante a otra época a través de mercados artesanales, espectáculos teatrales y desfiles históricos.

Cortegana también es un punto de partida ideal para los amantes del senderismo. Entre sus rutas destaca la Ruta del Castillo, un recorrido circular de baja dificultad que combina naturaleza y patrimonio, y la Ruta de los Molinos de Agua, que sigue el curso del río, atravesando bosques frondosos y restos de antiguos molinos que evocan la importancia del agua en la vida rural.

Los senderistas más experimentados pueden optar por la Ruta del Camino de los Lobos, un trayecto exigente que conecta Cortegana con Aracena, ofreciendo vistas espectaculares y la oportunidad de adentrarse en paisajes de montaña.

A pocos kilómetros de Cortegana se encuentra Almonaster la Real, uno de los pueblos más bonitos de España y un tesoro cultural de la Sierra de Aracena. Su principal atractivo es la Mezquita de Almonaster, una construcción del siglo IX que combina elementos visigodos, romanos y árabes. Este templo, situado en lo alto de una colina, es un lugar de contemplación que conecta al visitante con el pasado multicultural de la región. Desde la mezquita, las vistas del pueblo y su entorno natural son impresionantes, especialmente al atardecer.

Otro punto de interés es la Ermita de Santa Eulalia, situada en las afueras del municipio. Este lugar de peregrinación ofrece un mirador natural desde el que se pueden observar las dehesas y montañas circundantes. Para los amantes de la naturaleza, Almonaster es también un paraíso para el senderismo, con rutas como la que conduce al Cerro de San Cristóbal, una elevación que regala vistas panorámicas, o la ruta hacia la Peña de Arias Montano, en Alájar, que combina belleza natural con historia cultural.

Continuando por la HU-8105, el siguiente destino es Santa Ana la Real, un pequeño pueblo rodeado de un impresionante entorno natural. Aquí, las callejuelas encaladas y las plazas tranquilas invitan a pasear y disfrutar de la arquitectura tradicional de la sierra. Sin embargo, el mayor atractivo de Santa Ana la Real es su entorno natural, repleto de rutas de senderismo que permiten descubrir la belleza de la Sierra desde diferentes perspectivas.

La más popular es la Ruta de los Chorros de Joyarancón, que lleva a una cascada rodeada de exuberante vegetación. Este sendero, que atraviesa bosques de alcornoques y castaños, es especialmente recomendable en otoño, cuando los colores de las hojas transforman el paisaje en una obra de arte.

Otra opción es la Ruta de los Miradores, que permite disfrutar de vistas espectaculares de la zona desde puntos estratégicos como el Mirador del Chorrito y el Mirador de la Rana. Para los amantes de los bosques, la Ruta de los Bosques de Castaños ofrece un recorrido único en plena naturaleza, ideal para conectar con el entorno y disfrutar de la tranquilidad.

Siguiendo la carretera, el viajero llega a Alájar, una de las grandes postales de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Este municipio destaca por sus calles empedradas, casas encaladas y un ambiente que invita a la calma. El principal punto de interés de Alájar es la Peña de Arias Montano, mirador natural que ofrece vistas impresionantes de la sierra y que alberga una ermita dedicada a la Virgen de los Ángeles. Este lugar es también un sitio de gran valor histórico y cultural, ya que fue frecuentado por el humanista Benito Arias Montano en el siglo XVI.

Alájar es también el punto de partida de numerosas rutas de senderismo, como la Ruta del Castañar, especialmente recomendada en otoño, o la que conecta con Fuenteheridos, otro de los pueblos serranos que, por la belleza de su caserío, ha sido desde siempre uno de los lugares predilectos para los visitantes. Lugar donde cada año se celebra la Feria Andaluza de la Castaña, con un amplio programa de actividades lúdicas y gastronómicas que se organizan en el centro del pueblo, destacando la Fuente de los 12 Caños. Los visitantes que busquen una experiencia más corta pueden optar por la Ruta de la Peña de Arias Montano, un recorrido circular que combina naturaleza, historia y cultura en pocos kilómetros.

A mitad de camino hacia Aracena se encuentra Linares de la Sierra, un pequeño pueblo conocido por su tranquilidad y su arquitectura singular. Las calles de Linares están decoradas con mosaicos de piedras en el suelo, conocidos como 'llanos', un detalle único que le otorga un carácter especial. Este municipio es también famoso por sus antiguos lavaderos públicos, que se han convertido en un atractivo turístico y un recordatorio de las tradiciones locales.

Linares de la Sierra es ideal para quienes buscan un ritmo más pausado y rutas accesibles. Entre ellas destaca la Ruta Circular de los Molinos, perfecta para familias, y la Ruta del Castañar de Linares, que ofrece un paseo relajante en un entorno natural de gran belleza, especialmente durante la temporada de otoño.

El viaje culmina en Aracena, el núcleo más grande de la Sierra de Aracena y su centro turístico por excelencia. Este municipio combina historia, naturaleza y gastronomía, siendo famoso por la Gruta de las Maravillas, una cueva de formaciones subterráneas con estalactitas, estalagmitas y lagos interiores que fascinan a los visitantes. Junto a la gruta, se encuentra el Castillo de Aracena, una fortaleza construida por los templarios en el siglo XIII que ofrece vistas panorámicas del pueblo y los alrededores.

Aracena es también un destino ideal para los amantes del senderismo. La Ruta del Cerro del Castaño, que asciende al pico más alto de la sierra, es un desafío gratificante para los más aventureros, mientras que la Ruta de los Miradores ofrece un paseo más relajado con vistas espectaculares. Además, no se puede dejar Aracena sin visitar el Museo del Jamón Ibérico, donde se descubre todo sobre la producción del famoso jamón de la región, un manjar que se puede degustar en los numerosos restaurantes del pueblo.

En el corazón de la provincia de Huelva, entre las ondulantes colinas de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, se encuentra un lugar que parece sacado de un cuento de hadas. Este enclave mágico, conocido como el Bosque Encantado, es una joya natural que une las localidades de Fuenteheridos, Castaño del Robledo y Galaroza. Las carreteras y senderos que atraviesan este rincón del Parque Natural ofrecen una experiencia única para los viajeros que buscan sumergirse en la naturaleza y la cultura de la región.

La ruta que conecta estas poblaciones no solo es una de las más bellas de Huelva, sino que también es un viaje sensorial en sí misma. Durante los meses de otoño, el paisaje se transforma en un mosaico de tonos cálidos, donde el ocre, el caramelo y el marrón dorado dominan el escenario. Las hojas secas cubren los senderos, mientras los castaños, los robles y los pinos, algunos de ellos centenarios, crean un entorno mágico que parece invitar a los visitantes a detenerse y admirar la belleza natural que los rodea.

El Bosque Encantado no es solo una ruta para los amantes de la naturaleza, sino también una ventana a la riqueza cultural y gastronómica de la Sierra de Aracena. Los pueblos que jalonan esta ruta, como Fuenteheridos y Castaño del Robledo, destacan no solo por su entorno natural, sino también por su arquitectura tradicional. Pasear por sus calles empedradas es como retroceder en el tiempo, con casas blancas, tejados de teja árabe y una atmósfera tranquila que contrasta con la vibrante naturaleza que los rodea.

Además, estos municipios son el epicentro de la producción de castañas, un elemento esencial en la economía y la gastronomía local. Durante el otoño, los visitantes pueden disfrutar de la recogida de castañas, un ritual que no solo conecta a las comunidades con la tierra, sino que también ofrece a los turistas la oportunidad de participar en una actividad tradicional. Los frutos caídos de los castaños adornan los senderos y llenan el aire con un aroma que evoca las chimeneas encendidas y los platos tradicionales que se preparan en la región.

El recorrido por el Bosque Encantado también permite descubrir los monumentos y puntos de interés histórico de la región. Por ejemplo, en Castaño del Robledo se puede visitar la Iglesia de Santiago el Mayor, una joya arquitectónica del siglo XVIII. Fuenteheridos, por su parte, es conocido por su Fuente de los 12 Caños, un lugar emblemático que refleja la importancia del agua en la vida y la historia del municipio.

Las carreteras que conducen al Bosque Encantado son una invitación al descubrimiento. Estrechas y serpenteantes en algunos tramos, estas vías ofrecen vistas panorámicas espectaculares y están rodeadas de un paisaje que cambia con cada estación. En primavera, los verdes intensos y las flores silvestres dominan el paisaje; en verano, la sombra de los árboles se presenta como un refugio fresco; y en otoño, la explosión de colores convierte cada curva en una postal.

Para quienes buscan desconectar del bullicio de la ciudad, esta ruta es una oportunidad perfecta para conectar con la naturaleza y disfrutar de una experiencia inolvidable. Ya sea caminando por los senderos del bosque, explorando los encantadores pueblos o degustando la deliciosa gastronomía local, el Bosque Encantado y sus alrededores ofrecen algo para todos los gustos.

La carretera HU-8105 no es solo una vía de conexión entre Cortegana y Aracena, sino una experiencia que merece ser disfrutada con calma. Para aprovechar al máximo este recorrido, se recomienda planificar las paradas con antelación, ya que cada pueblo tiene algo único que ofrecer. Conducir con precaución es fundamental, ya que la carretera tiene curvas cerradas y tramos montañosos que requieren atención. Las mejores épocas para realizar esta ruta son la primavera y el otoño, cuando el clima es suave y el paisaje se encuentra en su máximo esplendor.

Aunque queda un poco más al norte de la ruta, merece la pena el desvío hasta la localidad de Jabugo, cuna del mejor jamón del mundo amparado bajo la Denominación de Origen Protegida Jabugo, ya que cuenta con unas condiciones microclimáticas únicas.

La HU-8105 es mucho más que un simple trayecto: es un viaje por la esencia de la Sierra de Aracena, una región donde la naturaleza, la cultura y la tradición se entrelazan para ofrecer una experiencia inolvidable. Desde la historia medieval de Cortegana y la riqueza cultural de Almonaster hasta los paisajes únicos de Alájar y la vitalidad de Aracena, esta carretera es una invitación a descubrir uno de los rincones más auténticos y bellos de Andalucía.

Sin duda alguna, la gastronomía es uno de los principales atractivos de la zona y durante este viaje también se puede hacer un recorrido gastronómico. Los platos de ibéricos es sello de identidad en la comarca. En las dehesas de encinas y alcornoques es donde se crían a los animales, los cerdos ibéricos, alimentándose principalmente de bellota, fruto que da la calidad a sus carnes. La cocina de la Sierra de Aracena ha estado desde siempre muy vinculada a los ibéricos, y cada municipio de la zona le da su toque especial a cada plato, que les hace marcar la diferencia. Entre las recetas más destacadas de la cocina local resaltan platos como carrilleras, manitas, solomillos, secretos o presas. Todos ellos cocinados al estilo serrano, que hacen que sean reconocidos tanto dentro como fuera de estas fronteras.

Todo ello evidencia que las carreteras serranas son tanto un medio para llegar a un destino como una experiencia en sí mismas. A lo que se une que se erigen en un ejemplo perfecto de cómo la belleza natural, la historia y la cultura pueden converger para crear un lugar que deja una huella imborrable en quienes lo visitan. Un viaje donde la magia y la realidad se entrelacen.

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