JOSÉ LUIS PONS
Nos han robado un trozo de vida. Si fuera verdad que nuestra fe puede mover montañas, no habría guerras ni pandemias ni pobreza, porque el ser humano sería capaz de gestionar la igualdad, la salud y la paz desde el dialogo y la concordia.
GEMA PONCE
En los días previos al 14 de marzo de 2020, esa fecha ya grabada a fuego en nuestra memoria colectiva, yo era de las escépticas que me repetía una y otra vez si eso del coronavirus era para tanto. ‘Se nos está yendo de las manos’ ‘A Cantabria no llega’ ‘¿Estamos locos o qué?’.
TRIBUNA
No sé si acertaré en mis palabras o no, ni siquiera si es acertado pronunciarme en este momento o aún es pronto… Pero vais a permitirme que empiece por el final.
LAURA GARCÍA-CARO
A veces son necesarios meses para reponer energía de mucho tiempo atrás. No pensé (como nadie) que existiría este parón. Tampoco imaginé que me sabría tan bien.
RODRIGO LUZARDO
'Otra peste más'!, decíamos y pensábamos a principio de año mientras mirábamos las noticias en la televisión. Todos los días en los noticieros nos mostraban el avance del virus que de a poco se desparramada por los países y sus consecuencias en las personas. Entonces de a poco fue dejando de ser una simple 'peste más'.
RAFA FERNÁNDEZ
Posiblemente fuera uno de los primeros escribanos en los que mi hermano Mario Asensio pensó para que le pusiera en negro sobre blanco algunas reflexiones de esta trágica e inaudita experiencia que hemos vivido, una pandemia que tocara de lleno a España, algo que no vieron los que nacieron y murieron en los últimos 100 años. Como no paro de decepcionarle, y sin embargo ahí sigue el tío sin tenérmelo en cuenta, soy de los últimos en enviárselo.
PEDRO RODRÍGUEZ
Estos días de confinamiento han supuesto el estar aislado del mundanal ruido y realmente no han supuesto un cambio radical en mi estilo de vida. El motivo es el tiempo que paso en solitario en mi estudio o inmerso en cuestiones relacionadas con la creación artística.
CRISTINO FERNÁNDEZ
En estos momentos tan complicados por los que estamos pasando, debido a este maldito “bicho” que ha puesto de vuelta y media nuestra vida y la de nuestros seres más allegados, a los que conocemos, a los que no…en fin, que nos ha salpicado a todos. Después de todos los sentimientos que nos afloran debido a esta situación, yo soy uno más al que esta crisis le ha servido para reflexionar y sacar unas conclusiones un tanto encontradas.
ELENA RODRÍGUEZ
Hoy se cumplen tres meses de encierro. Encierro entre comillas, porque es verdad que desde hace un tiempo ya podemos salir con restricciones, muchas restricciones... Lo que no quiere decir que no sean necesarias.
JAVIER BERRIO
Se cuenta que en el Estado español somos más de cinco millones los ciudadanos que vivimos solos. Unos son jóvenes, otros de edad media con su amplia horquilla de primaveras y aún un buen número de mayores y ancianos.
ANA LECHUGA
Ta vez, acostumbrada a la rutina diaria de mi vida, con sus luces y sus sombras, pero cómoda y tranquila, no pensaba que en un instante todo me daría un giro de 180º, y me descolocaría, dejándome fuera de juego en mi quehacer diario; sin saber qué hacer, sin poder salir, sin poder ver a mi familia, sin disfrutar de mis nietos, sin charlar con mis amigos...
JUAN JOSÉ DOMÍNGUEZ MONGE
Cuando era niño y fuera la guerra yo imaginaba / Que los soldados vestirían camaleónicos uniformes, / gorra en la cabeza y cara tiznada de carbón...
YIMI RÚA
Han sido días largos, parecían más de 24 horas al día. Con dos niños pequeños en casa no hemos tenido tiempo de aburrirnos y si para disfrutar de los míos, aunque a veces alguna pérdida de los nervios nos ha jugado una mala pasada, y un grito más alto de la cuenta sí se ha escapado.
DANI VERUM
“Los jóvenes de ahora serán la primera generación que vivan peor que sus padres”, frase más que repetida. Nos meten desde pequeños entre ceja y ceja lo mismo que nuestros abuelos inculcaron a nuestros progenitores: “estudia una carrera y tendrás la vida hecha”.
RAFAEL UNQUILES
La explosión del coronavirus me sorprendió rumbo a Colombia. Allí, en Cali, he pasado dos meses maravillosos de confinamiento junto a Schel, justo hasta primero de mayo. Después regresé a Madrid en un vuelo de repatriación y desde la capital de España puse rumbo a Huelva, donde ahora me encuentro a la espera de volver a Emiratos Árabes Unidos.
FÉLIX MORALES
Ya el sólo hecho de que una enfermedad potencialmente mortal recorra el mundo con la rapidez que una llama un reguero de pólvora, de tener que quedarse todos encerrados en casa y las calles tan vacías como las de un pueblo fantasma del oeste o un cuadro de Carel Willink, resulta tremendamente extraño e inusual.
