TRIBUNA

Técnicos y científicos explican los criterios de corta de arbolado tras un incendio forestal

Cada vez es más frecuente leer titulares alarmistas como éste: “Ecologistas denuncia la tala de pinos que se salvaron de la quema en el incendio de Almonaster”. Una vez más los ecologistas denuncian y critican mala praxis en la ejecución de trabajos forestales, y una vez más asistimos a la imposición de las ideas preconcebidas, sin base científica, sobre el análisis, el conocimiento y la experiencia de los profesionales forestales.

Técnicos y científicos explican los criterios de corta de arbolado tras un incendio forestal

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Lamentablemente, sobre los temas relacionados con el medio ambiente, y en concreto con la restauración forestal, se opina desde posicionamientos más marcados por la pasión que por la razón. Es indiscutible que dicha crítica es debida a la creciente preocupación y sensibilidad que la sociedad tiene sobre la conservación del medio ambiente y del patrimonio forestal. Como forestales no podemos más que alegrarnos de que por fin se empiece a valorar esa riqueza enorme que son nuestros montes y el medio ambiente en el que vivimos. Pero no hay que olvidar que las personas que más se preocupan por asegurar la persistencia, la conservación y la mejora de los montes somos los profesionales que trabajamos en ellos. No hay intereses ocultos o segundas intenciones detrás de una actuación selvícola o un plan de corta, únicamente hay objetivos de mejora. 

Desgraciadamente, los incendios forestales llevan mucho, mucho tiempo consumiendo nuestros montes. El monte mediterráneo es especialmente vulnerable a ellos porque los incendios forman parte su dinámica evolutiva, y los sufren de manera recurrente. Esta circunstancia es conocida desde antiguo y por eso nuestros profesionales se forman en materias como prevención y extinción de incendios forestales, restauración de zonas degradadas y gestión de la sanidad forestal, entre otras. Y es por eso que nuestra sociedad dispone de técnicos y científicos que estudian y dedican su labor profesional a defender y a restaurar nuestros montes. Y lo hacemos combinando la experiencia, la ciencia, la técnica y el conocimiento global de nuestros ecosistemas, con las demandas que la sociedad nos muestra, tal y como hemos aprendido durante nuestros años de formación y trabajo.

Tras el incendio de junio de 2017 de Las Peñuelas se explicaron por primera vez los criterios de corta de arbolado, y especialmente de pinar, que deben seguirse tras un incendio, de cara a su restauración. Explicación que se ha venido repitiendo tras los sucesivos episodios de incendios sufridos con posterioridad. Titulares como el que nos ocupa, y al que estamos dando respuesta, hacen pensar que dichos criterios no terminan de ser entendidos, por lo que procedemos a explicarlos nuevamente. Y lo haremos tantas veces como la sociedad nos lo demande, continuando con la labor de divulgación que se inició tras el incendio de Las Peñuelas, cuando técnicos y científicos expusimos abiertamente a la población estos criterios y pudimos responder las preguntas y las dudas de los ciudadanos interesados y preocupados por el tema. En aquella ocasión la gran mayoría acogió las explicaciones con agradecimiento y mucha satisfacción por haber entendido unas actuaciones que entraban perfectamente dentro de la razón, la lógica y la comprensión. 

Los criterios de corta del arbolado se basan fundamentalmente en temas de seguridad ante posibles caídas de árboles muertos o debilitados y de prevención de plagas, que proliferan fácilmente tras un incendio, especialmente en masas de pinar.

Por eso, los criterios de cortabilidad que se han fijado en las directrices de los planes de restauración, en los casos de pinar, son los siguientes:

Por tanto, cumpliendo estos criterios de cortabilidad se estará eliminando el material leñoso colonizable y disminuyendo la situación de riesgo de los insectos perforadores y el peligro de caída de árboles.

Y así, disminuiremos el riesgo de plagas que pueden afectar gravemente la masa de pinar que se ha salvado de las llamas, pero que ha podido quedar debilitada y puede poner en peligro la supervivencia del resto del pinar. Trabajamos en defensa del monte.

Gloria López Pantoja – Ingeniera de Montes - Directora del Departamento de Ciencias Agroforestales de la Universidad de Huelva 

Ana Warleta González – Ingeniera de Montes – Jefa del Servicio de Gestión del Medio Natural de Huelva

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