DÍA INTERNACIONAL DEL SÍNDROME DE ASPERGER

Los cambios no siempre son buenos

Con motivo del Día Internacional del Síndrome de Asperger publicamos los relatos de algunas personas usuarias de la Asociación Onubense de Síndrome de Asperger (AOSA-TEA) que cuentan cómo es su día a día con Asperger, algo poco habitual, pues se trata de personas a las que les cuesta especialmente expresar cómo se sienten ante los demás. Hoy, el relato de M.V.D., de 16 años.

Huelva24

Huelva

Esta funcionalidad es sólo para registrados

(Basada en hechos reales)

Marina era una niña Asperger a la que le costaba mucho socializar.

Cuando entró al colegio estaba sola. No tenía amigos, no sabía cómo hacerlos, cómo relacionarse. Se pasaba los recreos sola. Pero, un día todo cambió.

Una niña de su clase le habló. Se hicieron mejores amigas ya que tenían muchas cosas en común, aunque, también tenían diferencias, claro.

Ellas dos, junto a otro niño, se hicieron mejores amigos y siempre jugaban juntos.

El niño se distanció de ellas cuando entraron a Primaria, aunque seguían en la misma clase. Las niñas hicieron dos amigas más. Según pasaron los años, hicieron más.

Marina era feliz. Todo lo veía de color rosa. Pero, cuando entraron al instituto, todo cambió.

Una de sus tres mejores amigas cayó en otra clase, pero hablaban en el recreo. Todo iba bien, hasta mayo.

Una de sus mejores, quien era como su hermanita, se mudó.

A Marina le afectó mucho. No solo porque la iba a echar de menos, también porque esto era un cambio grande y difícil.

Al ser Asperger no sabía cómo tomarse este cambio de no volver a ver a su “hermanita a la que conocía desde los 5 años.

Al año siguiente, las cosas mejoraron. Ese fue un gran año, a diferencia del siguiente.

Marina solo hablaba con su primera amiga. Siempre estaban juntas. Pero, un gran cambio las separó.

En 3° de ESO, cada una estuvo en una clase.

Marina estaba sola, no conocía a nadie, solo de vista u otros cursos. Solo quería que llegase el recreo para ver a sus amigas. Pero, aun así, ya no sonreía tanto como antes.

En verano, Marina tenía la esperanza de que el curso siguiente ella y su mejor amiga volvieran a estar juntas. No fue así.

En 4°, Marina hablaba de vez en cuando con sus compañeros, solo para tareas y eso.

Lo único que deseaba era que todo volviera a ser como antes, como cuando estaban en Primaria.

Para muchos, esas cosas no serían para tanto, pero para un Asperger sí, y Marina era una a la cual estos acontecimientos la afectaron y cambiaron. Ya no volvió a sonreír como cuando era pequeña.

M.V.D. (16 años)

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación