LAURA GARCÍA-CARO
'Pensamientos confinados' (XCII): Otra perspectiva de mi vida deportiva
A veces son necesarios meses para reponer energía de mucho tiempo atrás. No pensé (como nadie) que existiría este parón. Tampoco imaginé que me sabría tan bien.
La pasada temporada me surgieron dudas sobre mi carrera y tenía altibajos de ánimos. La pandemia me ha ayudado a reconectar con el disfrute de ser atleta, con los beneficios de nuestro “sano” modo de vida y, sobre todo, volver sentir que amo lo que hago. Cuando perdemos parte de las ganas o pasión por algo que antes sí teníamos, normalmente ha habido una desconexión, por algún motivo. La mayoría me decían que estaba en un momento y sitio ideal, que debía aprovechar. Racionalmente, estaba bastante de acuerdo, pero últimamente no lo sentía tan así.
Algunos hemos vivido desde muy jóvenes fuera de casa con alta dedicación a entrenar y, aunque es la mejor decisión que he tomado en mi vida y me siento muy afortunada por todo lo que me ha aportado, empezaba a sentir el deseo de vivir de manera diferente. Creo que le puede pasar a cualquiera en algún momento. También soy esa clase de personas a las cuales nos gusta disfrutar diferentes experiencias, formas de vida, incluso nuevas ciudades. Y el cuerpo me lo pedía tras ocho años en el CAR. Por otra parte, soy consciente de que lo nuevo también es efímero y que hay oportunidades que solo existen una vez, como explotar mi carrera deportiva y dar lo mejor después de años de experiencia y grandes campeonatos. Aunque, para ello, tenía que volver a disfrutar de mi dedicación por la marcha. Si no para mí no tiene sentido, independientemente de los objetivos.
Suena a un clásico lo de “disfrutar el camino”, pero creo firmemente en que es la forma en la que podemos cumplir sueños y que resulten gratificantes, al menos en mi manera de ver. Si no es así, cualquier objetivo puede ser demasiado estresante y seguro que no sacaría mi mejor versión. Por ello, trabajo en enfocarme en todo lo positivo que conlleva ser deportista de alto nivel (que no es poco) y busco mis propias vías de disfrutarlo.
Este respiro y vuelta a casa me ha hecho conectar más con lo que me llena: Mi familia (y ahora que puedo salir, amigos) por un lado y ser atleta por otro. Desde que vivía fuera no había pasado una estancia tan larga aquí y me ha reparado en cuerpo y mente. Creo que lo agradeceré para afrontar las próximas temporadas. Volver a vivir en casa más de dos meses, rememorar la forma sencilla de vivir que se estila aquí. Rodear la provincia y las playas, que son bonitas a reventar. Y se respira pura paz. Por supuesto, es temporal y no mi rutina real, pero me planteo venir más a menudo. Valoro todo lo que me está aportando la naturaleza, tranquilidad y estar cerca de los míos.
Pasar mucho tiempo con mis padres ha sido un regalo. Incluso los he llegado a conocer mejor. Me quieren proteger y me quieren con ellos. Quédate aquí más tiempo (esa frase llega siempre que me quedan pocos días para marchar). Pero saben que mis sueños están más allá. Siempre les agradeceré la libertad que me han dado. También estar con mis amigos y gente de aquí, con los que más desconecto de mi mundo. Me hace volver con otra perspectiva.
Laura García-Caro,
atleta internacional en 20 kilómetros marcha
(Confinada en Navacerrada (Madrid) y Lepe (Huelva).
