DANI VERUM
'Pensamientos confinados' (LXXXII): El mito de la caverna española
“Los jóvenes de ahora serán la primera generación que vivan peor que sus padres”, frase más que repetida. Nos meten desde pequeños entre ceja y ceja lo mismo que nuestros abuelos inculcaron a nuestros progenitores: “estudia una carrera y tendrás la vida hecha”.
Ahora ves a licenciados, graduados y hasta doctores trabajando de dependientes, pero ¡calla! ¡Que encima son suertudos por tener un trabajo! Tócate los…
Somos la generación más cualificada que ha existido. Seguimos formándonos mientras nos buscamos la vida desde la comodidad de la casa de nuestros padres porque, o aceptas ser explotado por terceros o por ti mismo, o directamente te metes en el saco del aprendizaje continuo mientras intentas sacarte unas oposiciones, salvo si cae la breva y das con la oportunidad de oro.
Te frustras. Claro que te frustras. Ves las medidas que se toman en otros países para afrontar esta situación, como por ejemplo la tan sonada de Reino Unido: si eres autónomo y facturas menos de 12.000 libras al año, no pagas al Estado, mientras que aquí te ahogan desde el minuto uno con bonitos parches.
Quieres largarte en pos de mejores oportunidades laborales, pero te duele al mismo tiempo porque es tu país, leñes. Donde te has criado, tienes a tu familia y amistades, con buen clima, paisajes, playas, comida, etc. Un paraíso del cual huimos con pesar.
A todo lo anterior se le suma el sector al cual te dedicas. Como se te ocurra decir el ‘artístico’, apaga y vámonos.
Te planteas constantemente cuándo acaba tu juventud: si cuando tú lo decides por el espíritu que sientes o por el imperativo legal al dejar de percibir ciertas bonificaciones y ayudas.
En la sencilla soledad del llamado “síndrome de la cabaña”, cuando parecías levantar la cabeza antes de que una pandemia global te empujara nuevamente hacia atrás de un sopapo, debes reinventarte: ¿qué puedo hacer para mejorar mi vida? ¿Cómo me veo en 5 - 10 años?
Disney nos hizo soñar con aventuras, príncipes y princesas. Nuestro sistema educativo junto a la filosofía común social, con trabajar de sol a sol para labrarte un futuro. Las noticias de nuestro país, con ser pícaro y/o meterte en una comunidad, secta, organización o partido político donde pegar el pelotazo mediante buenas influencias.
Damos demasiadas respuestas y formulamos muy pocas preguntas: ¿qué podemos esperar de un país donde se abstienen de participar activamente en la democracia, tantas personas, habiendo salido de una dictadura? ¿En el que nos dicen, vemos y hasta sentimos cómo nuestra influencia afecta negativamente a la naturaleza y no hay un solo día en el que veamos basura tirada por doquier mientras vivimos normalmente entre excesos? ¿Qué expectativas hay cuando el arte sigue considerándose mero entretenimiento siendo en cambio su impacto tal, que el veneno que nos corroe se convierte en antídoto?
Dani Verum,
emprendedor, artista y docente escénico, audiovisual y cinematográfico.
(Confinado en Huelva)
