GUSTAVO DOMÍNGUEZ
'Pensamientos confinados' (LXXIV): La mosca
Hay una mosca en el cristal de mi coche. Es una mosca simple, común, atolondrada y aparentemente insignificante. Es la época de los primeros calores y el espacio aéreo que soy capaz divisar se dibuja moteado por el cinético y aleatorio vuelo de estos tan desagradables insectos.
Cuando escribo estas líneas, me cuesta trabajo alejarme del panorama raro de este episodio vital que nos ha tocado vivir; algo cinematográfico y dramáticamente apocalíptico. He hablado hace un rato con mi amigo Dani Franca, me comenta que no ha notado demasiado el confinamiento, que ha seguido trabajando en algunos encargos y preparando nuevos proyectos. Yo sin embargo he intentado diluirme en las tareas cotidianas. No he encontrado un refugio tan eficaz.
Arranco el coche y abro la ventanilla para respirar aire fresco. Voy al trabajo por primera vez después de 78 días.
Tengo que confesar que he estado tan embebido por el panorama, que apenas podía hacer casi nada serio, optando por refugiarme en las tareas cotidianas, dejando pasar el tiempo. Hoy me encuentro más animado, empiezan a llegar las esperadas buenas noticias. Empiezo las clases y abrimos las puertas de la galería, tengo la sensación de empezar de nuevo.
Estos días, la sobresaturación de noticias me ha llevado a reflexionar sobre cómo será el futuro para arte. He ido haciendo cábalas a modo de equilibrista ajustando lo positivo y lo negativo de lo que nos vendrá y aun así tengo una visión no demasiado pesimista. Disculpenme, pero para la mayoría de los artistas nunca les ha ido demasiado bien y aunque pueda parecer atrevido, no creo que esta crisis finalmente les afecte demasiado ya que el estado natural de estos profesionales, basado en la supervivencia. Por otro lado esta crisis no les ha alejado demasiado de sus hábitos, ya que el estado natural de los artistas es el de aislamiento, desconectando de todo lo que les rodea en un espacio mental en el que uno se retroalimenta por combustión interna. Si algo sabe el mundo del arte es a reinventarse y algo tan profundamente complejo y emocional, como lo que nos ha tocado vivir, servirá como motivo de reflexión para alejaremos de la visión diluida que desde hace un tiempo nos dan las redes sociales, donde casi todo ya se ha visto o copiado.
Esta situación, por buscarle algo positivo nos ha acercado a nosotros mismos como individuos, espero que esto ayude a descubrir nuevas visiones dentro del mundo del arte, testigos de una nueva era, pero esto seguramente esto es más un deseo que una realidad... pero al fin y al cabo son sólo cábalas.
El camino al trabajo me lleva a observar los comportamientos de los demás, a evaluar la conducta de cada viandante. Me invita a ver qué cosas han cambiado y que sigue siendo igual. Todo me sorprende, observo casi con la mirada de un niño, y todo parece nuevo. Siento la ilusión del que va a su primer día de clase. Todo está por descubrir, porque todo en cierta manera ha cambiado, incluso la mosca de mi cristal ya no es una mosca cualquiera.
Gustavo Domínguez Moreno,
director de la Galería Espacio Cero
(Confinado y trabajando en Huelva)