'Pensamientos confinados' (LI): Presente del subjuntivo

Y ha sido en una nueva clase virtual, en la que explicaba a mi alumnado las desinencias verbales, cuando hemos reflexionado sobre cómo al conjugar un verbo lo hacemos con una clara intención de expresar no sólo una idea, una acción, sino también un deseo. Es por eso que existen tres modos verbales, el indicativo (que expresa una acción real, una certeza y muestra objetividad), el subjuntivo (que se utiliza para revelar un deseo o incertidumbre) y el imperativo (que sirve para dar una orden). Estos modos ayudan a expresar la actitud de quien lo utiliza ante lo que quiere decir, algo que miramos con lupa cuando leemos y repasamos nuestras redes sociales, pero que olvidamos cuando conversamos cara a cara, de ahí que seamos más irascibles y vehementes en nuestra vida virtual que en nuestro mundo físico y terrenal.

Y en estos tiempos de confinamiento, obligados por verbos en imperativo que conjugan quienes nos gobiernan para conseguir frenar el contagio, hemos abandonado precisamente nuestra antigua realidad más corpórea, en la que predominaban las acciones en indicativo, para volcarnos, en nuestro encierro, al uso de los verbos en modo subjuntivo, mostrando nuestros deseos por volver a una nueva normalidad, por recuperar parte de nuestras vidas, nuestras relaciones con amigos y familiares, nuestros trabajos, nuestro ocio, y es este modo verbal el que prevalece en nuestra consciencia y en las conversaciones con quienes tenemos más cerca en este confinamiento.

Abrazar y besar se conjugan en subjuntivo propios de un futuro imperfecto, al igual que muchas otras acciones que de forma cotidiana realizábamos hace apenas unas pocas semanas. Y lo más grave es que no sabemos si volveremos a añadirle al lexema del verbo una terminación en modo indicativo, ya que no tenemos la certeza de cómo saldremos de esta pandemia.

Los presagios no son buenos; riesgo de nuevos confinamientos, crisis económica, distanciamiento social, uso de mascarillas, suspensión de actividades y festividades. Pero la capacidad que ha tenido la Humanidad a lo largo de la Historia para conseguir salir de situaciones aún más dramáticas que las que nos está tocando vivir, nos tiene que servir de ejemplo y de estímulo, y alimentar la esperanza de conseguir un mundo mejor, más respetuoso con las personas y con el entorno natural que no deja de ser nuestro hogar, esa Naturaleza que tanto hemos echado de menos en estos días. Pero por ahora sólo nos queda la conjugación de nuestros anhelos en presente del subjuntivo.

Paco Romero,

profesor en el Instituto La Rábida

Concejal de Mesa de la Ría en el Ayuntamiento de Huelva.

(Confinado en Huelva).