La venganza por el tiroteo mortal de El Torrejón de Huelva se extiende a Pérez Cubillas

Arde en esta barriada el coche de un familiar del detenido por el crimen del pasado 10 de septiembre

El Torrejón de Huelva vuelve a arder un mes después

Sigue la venganza: Incendio provocado en el bloque donde reside la familia del Baba en el Torrejón de Huelva

Policía tras los sucesos del Torrejón el pasado mes de octubre alberto díaz
H. Corpa

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La espiral de violencia desatada en Huelva desde el pasado 10 de septiembre, tras el crimen perpetrado en la plaza Violeta del barrio de El Torrejón, ha alcanzado un nuevo escenario: Pérez Cubillas. En la madrugada del miércoles, un coche vinculado a un familiar del principal detenido por el crimen, apodado ‘El Baba’, fue incendiado en este barrio, extendiendo el conflicto más allá de su epicentro inicial.

Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 5.45 horas y movilizaron a Policía Local y bomberos, que lograron extinguir las llamas sin que se produjeran heridos, según Emergencias 112 Andalucía. Este vehículo pertenece a la pareja de un familiar del detenido, actualmente en prisión provisional acusado de matar a tiros a un miembro de un clan familiar de El Torrejón, hecho que también dejó dos heridos.

Desde ese momento, El Torrejón se ha convertido en escenario de una cadena de actos violentos, principalmente incendios, saqueos y tiroteos dirigidos contra inmuebles de la familia del detenido. Estos sucesos han obligado a parte de su entorno a desplazarse al barrio de Pérez Cubillas, donde la tensión comienza a replicarse.

Guerra sin tregua en El Torrejón

En El Torrejón, la sensación de impunidad es palpable, como lo demuestran los recientes ataques a propiedades de la familia del acusado. En uno de los episodios más recientes, ocurrido en la plaza Violeta, un grupo de individuos irrumpió en un edificio ya afectado por incendios y destrozó su interior en pleno día. Cámaras de seguridad captaron el momento en que arrojaron una televisión desde una ventana y vandalizaron la propiedad. Estos actos tuvieron lugar sin una intervención policial como respuesta, contradiciendo las afirmaciones oficiales de que hay vigilancia constante en el barrio.

Desde septiembre, al menos cuatro incendios han sido registrados en El Torrejón, tres en la plaza Violeta y uno en la cercana plaza del Pensamiento, que ahora están bajo investigación por su posible conexión. Según la Policía Nacional, estos ataques están vinculados directamente con la muerte del 10 de septiembre y forman parte de una "guerra entre familias".

Para intentar contener esta escalada de violencia, el pasado octubre se llevó a cabo un importante despliegue policial en El Torrejón y Pérez Cubillas, involucrando a más de 200 agentes de unidades especializadas como los antidisturbios (UIP) y la Unidad de Prevención y Reacción (UPR). Este operativo se saldó con dos detenciones y la incautación de más de 1.200 plantas de marihuana.

Sin embargo, estas intervenciones se están mostrando insuficientes. Aunque el delegado del Gobierno, Pedro Fernández, afirmó que el objetivo era evitar la "sensación de impunidad", los hechos muestran que los ataques han continuado sin mayores obstáculos. En este sentido, fuentes policiales reconocen que la comisaría de Huelva carece de los recursos necesarios para mantener una presencia constante, lo que agrava la inseguridad en el barrio.

Un conflicto que se recrudece

La detención del presunto autor del asesinato, en Gijón, en noviembre, y su posterior encarcelamiento no han logrado calmar los ánimos. Por el contrario, la violencia se ha extendido por la ciudad, afectando ahora a Pérez Cubillas. Este nuevo episodio evidencia que la disputa entre clanes no solo está lejos de solucionarse, sino que se complica con la dispersión territorial de los involucrados. Mientras tanto, los vecinos de estas barriadas viven con miedo constante. La intervención puntual de unidades policiales especializadas, como las vistas en octubre, se percibe como una medida a todas luces insuficiente para garantizar la seguridad en el día a día.

La policía, mientras tanto, sigue investigando los ataques recientes, aunque la escalada de violencia y la falta de recursos para mantener un control sostenido en estas zonas plantean serias dudas sobre la capacidad de las autoridades para poner fin al conflicto.

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