Ruth Ortiz logra que la Justicia paralice el libro donde Bretón confiesa el asesinato de sus hijos
Denuncia la obra 'El odio', del periodista Luisgé Martín, que considera que le está generando «un tremendo dolor y nuevos daños psicológicos»
La editorial Anagrama ha decidido suspenderla
José Bretón confiesa por primera vez cómo asesinó a sus hijos al escritor Luisgé Martín
El Tribunal Supremo confirma la condena de José Bretón a 40 años de cárcel

Freno a la publicación del libro 'El odio', obra del escritor y periodista Luisgé Martín y elaborado a través de sus conversaciones con José Bretón, en las que cuenta con detalle cómo asesinó a sus dos hijos, Ruth y José, en una finca de Las Quemadillas de Córdoba en el año 2011.
En teoría la obra debía ver la luz el día 26 de marzo, pero los representantes de la madre de Ruth y José, la onubense Ruth Ortiz, han enviado este miércoles un burofax a la editorial Anagrama en el que advertían de la ilegalidad del libro y por ahora ha logrado frenar la distribución.
Lo han enviado, como avanzan ABC Córdoba y la Cadena Ser, después de que la Fiscalía de Córdoba haya abierto diligencias a instancias de un escrito de Ruth Ortiz dirigido al Servicio de Asistencia a las Víctimas de Andalucía (SAVA) y en el que solicita «ayuda, auxilio y amparo»
Ya el lunes los abogados de la madre de Ruth y José pidieron también ante la Audiencia Provincial de Córdoba que no se publicara 'El odio' para proteger sus derechos y los de su familia en virtud de la ejecución de la sentencia. Señalaron que a Ruth Ortiz esta publicación le está creando «un tremendo dolor y nuevos daños psicológicos», además de «reexperimentar el trauma vivido». El escrito enviado a la editorial Anagrama insistía en la ilegalidad de la publicación y advertía de medidas legales «civiles o penales» en caso de que el libro se ponga a la venta. Finalmente Anagrama ha decidido no publicar de momento la obra de Luisgé Martín.
Confesiones
Tras 14 años negando haber cometido uno de los crímenes más atroces que se recuerdan en la historia negra de España, José Bretón le confesó al periodista Luisgé Martín el asesinato de sus dos hijos por el que cumple actualmente una condena de 25 años de prisión. Lo hizo a través de unas 60 cartas que le envió a Luisgé Martín, con el que mantuvo correspondencia durante tres años y que incluso lo visitó en la cárcel cuando se encontraba en la de Herrera de la Mancha, ya que Bretón ha pasado por hasta cuatro centros penitenciarios en los últimos años.
Bretón comenzó a pergeñar el terrible crimen en septiembre de 2011, cuando su mujer, Ruth Ortiz, le comunicó que lo dejaba. Pero, según recogen las citadas cartas ahora desveladas en 'El Confidencial', no lo hizo por venganza. «¿De qué iba a vengarme? Yo estaba de acuerdo con la separación. Me parecía bien. Incluso empecé a buscar a otra mujer, llamé a Conchi y estuve a punto de quedar con ella. A mí no me parecía mal el divorcio, pero me atormentaba esa incertidumbre, el hecho de no saber qué iba a pasar con mis hijos», confiesa el parricida a Martín.
Los mató «por la impaciencia. Necesitaba que esa situación se acabara, que desaparecieran las dudas y la incertidumbre. Es como si se me hubiera metido un monstruo dentro de la cabeza que no me dejara dormir ni pensar en otra cosa. No podía encontrar soluciones. Y cada día era peor que el anterior». «Empecé a sentir mucha angustia. No por la separación de Ruth, que me parecía lógica y aceptable, sino por mis hijos. Una separación siempre tiene consecuencias con los hijos», y señalaba también que «me obsesionaba la idea de que se educaran al lado de la familia de mi mujer, que a mí me parecía una familia tóxica».
En contra de lo que se pensaba, «no busqué información en ninguna parte, no hice ninguna investigación. Había dos condiciones que tenían que cumplirse: que murieran sin sufrimiento y que los cuerpos desaparecieran luego para que no los encontraran. Sin cadáveres no hay crimen, eso está en cualquier novela policiaca. Tenía los medicamentos y tenía la leña en la finca, solo tuve que comprar el gasóleo», confiesa.
«Disolví las pastillas machacadas en agua con azúcar y se la di para que bebieran. Antes de poner los cuerpos en el fuego comprobé que no respiraban, estaban ya muertos. No se enteraron de lo que iba a pasar. Confiaron en mí. No hubo miedo ni dolor ni ningún tipo de sufrimiento», aseguró Bretón a Luigsé Martín. Ante los cuerpos de sus hijos, el parricida se arrepintió: «Allí mismo, al pie de la hoguera, en cuanto los cuerpos empezaron a arder me dije: ¡Pero qué has hecho! ¡Qué has hecho! Ojalá hubiera podido dar marcha atrás en ese momento. Pero ya no había remedio. Creía que estaba protegiendo a mis hijos de un futuro terrible».