Prenden fuego a un local de la barriada del Higueral en el que se consumen sustancias ilegales
Los vecinos ya habían denunciado en varias ocasiones a las autoridades la ocupación del local, situado detrás del Centro Social El Lazareto
Vecinos de El Higueral denuncian la escalada de inseguridad en el barrio por la aparición de dos 'narcobloques'
La venta de droga afecta a la convivencia de los vecinos y a los negocios de los comerciantes en el barrio de Nuevo Higueral
La Plataforma de Colectivos El Higueral ha denunciado, mediante un comunicado, la nueva ocupación que estaba teniendo el local ubicado a la espalda del Centro Social El Lazareto, asegurando que allí se estaba procediendo al tráfico de sustancias ilegales.
La Plataforma de Colectivos señala que sobre el día 20 de enero tuvo conocimiento de la nueva ocupación del dicho local. Un local, señalan, que estaba siendo adecentado después de su desalojo en diciembre de 2023 para cederle el uso a una conocida asociación de la capital onubense. «Desde la Plataforma ya se había dado aviso a las autoridades para su conocimiento«, destacan.
Denuncian que, tras varias visitas de la Policía, «sin que se hubieran tomado medidas oportunas para resolver esta situación», este pasado martes se despertaron con la noticia de que se había prendido fuego al local, «tirando por tierra el trabajo y el tiempo empleado por nuestra asociación».
«Las personas integrantes de esta Plataforma no entendemos como no se han tomado las medidas oportunas para asegurar la integridad del local mientras se ha estado adecentando, siendo conscientes las administraciones competentes de los antecedentes delictivos sufridos por los locales de esta zona de nuestro barrio -y concretamente de este mismo local en cuestión- y exigimos su desalojo y uso para colectivos sociales de nuestra sociedad, como ya propusimos en su día«, denuncian los vecinos de esta barriada de Huelva capital.
Protesta en el pleno
Ya en mayo del año pasado acudieron a protestar a un pleno del Ayuntamiento por «el clima de inseguridad y delincuencia creciente que viene sufriendo el barrio desde hace varios años», cuando comenzaron a ocuparse viviendas abandonadas con el único objetivo de convertirlas en puntos de venta y consumo de drogas, «convirtiendo el barrio en un lugar de referencia para la compraventa de estupefacientes».
También hicieron hincapié en «el hartazgo de las vecinas y vecinos del barrio ante la sensación de abandono por parte del Ayuntamiento y el resto de instituciones públicas, materializándose en falta de infraestructuras, suciedad, solares abandonados que se han convertido en auténticos vertederos, ausencia de pistas deportivas, proliferación de barreras arquitectónicas para personas con movilidad reducida, y un largo etcétera». Una barriada en la que no cesan los problemas, el último de ellos el del incendio del pasado martes.
