La Nochevieja del 'campanazo': mil kilos de hachís fueron robados del depósito de la Aduana mientras Huelva se tomaba las uvas

El Año Nuevo de 2013 la ciudad se despertó comentando el asalto de película perpetrado durante la noche en las instalaciones de la Agencia Tributaria

Ratifican la sentencia por robo de hachís en Aduana al desestimar recursos del vigilante y la Fiscalía

Los acusados por robo de hachís en la Aduana niegan los hechos

Instalaciones de la Aduana que fueron asaltadas H24
María Carmona

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Era la mañana Año Nuevo de 2013 -hace ahora once años- cuando saltaba la noticia que sacaba los colores a la Agencia Tributaria y convertía la Nochevieja de ese año en 'inolvidable'.

Las instalaciones del edificio de la Aduana, donde se encontraba el depósito oficial de la Agencia Tributaria en Huelva, en la céntrica plaza Doce de octubre, eran asaltadas por un grupo organizado durante las Campanadas. El botín: nada menos que 1.000 kilos de hachís.

Como si de una película se tratase, la banda había aprovechado que el común de los mortales andaba en esos momentos a otros menesteres y, sobre todo, aprovechado lo que quedó de manifiesto como un problema grave de seguridad de la Aduana, para dar el golpe que los encumbró a titulares e informativos nacionales.

Llegaron montados en vehículos todoterreno de alta gama y encapuchados justo mientras los ciudadanos se tomaban las uvas, y en un tiempo record saqueaban el depósito para huir con el botín.

Pese a que los vecinos de la zona avisaron a la Policía ante lo que consideraron movimientos sospechosos, los agentes no pudieron llegar a tiempo y los asaltantes se marcharon con una tonelada de hachís que precisamente se encontraba en las instalaciones del edificio de la Agencia Tributaria tras haber sido requisada, a la espera de ser destruida.

Tras meses de investigación más de una decena de personas fueron imputadas por los hechos, atribuidos en principio a un clan sevillano que, según se recogió durante la instrucción -que se completó en apenas seis meses-, habría contado con la colaboración del vigilante de seguridad del edificio para hacerse de las llaves y las contraseñas necesarias para acceder al depósito.

Un total de doce personas se sentaron en el banquillo por la que pasó a la historia como la operación 'Campanada', de las que once fueron absueltas: todas, a excepción del vigilante de seguridad, que acabó como único condenado como autor de un delito de robo con fuerza en concurso con otro contra la salud pública a cuatro años de cárcel y una multa de más de seis millones de euros.

Contra el resto de imputados, según la sentencia, no existían «indicios consistentes u objetivos» que fundamentasen una condena, aunque en su momento algunos de ellos habían llegado a firmar declaraciones incriminatorias. Aunque durante el juicio la mayoría de ellos se acogió a su derecho a no declarar, los que lo hicieron aseguraron que llevaron a cabo la firma de dichas incriminaciones al verse coaccionados por la Policía, con lo que el juez no las consideró como prueba de cargo suficiente.

Pese a quela Fiscalía interpuso recurso ante la sentencia al considerar errónea la valoración de las pruebas por parte del tribunal encargado del caso, el mismo no prosperó y la sentencia fue ratificada, manteniendo al vigilante -cuya defensa también recurrió- como único condenado por los hechos.

El asalto a la aduana de Huelva motivó una revisión de la seguridad de las instalaciones de la Agencia Tributaria en varias ciudades y la construcción de nuevos depósitos para almacenar la droga requisada menos accesibles.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación