Un detenido en Huelva en una operación antiyihadista
Encontraron documentos relativos a armas y fabricación de explosivos, un arma blanca y material propagandístico del Estado Islámico
La yihadista almonteña y el adolescente de Montellano, dos perfiles distintos y una radicalización meteórica
Detenido en Lucena del Puerto por difundir propaganda yihadista entre la comunidad musulmana local y por internet

El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha acordado este jueves el ingreso en prisión de dos detenidos, uno de ellos en Huelva y el otro en Burgos, en una operación antiyihadista en la que se encontraron documentos relativos a armas y fabricación de explosivos, un arma blanca y abundante material propagandístico del Estado Islámico.
El titular del Juzgado Central de Instrucción Número 1 tomó declaración a tres personas que fueron detenidas en Salamanca, Burgos y Huelva en el marco de una operación que se saldó además con cinco registros en viviendas.
El magistrado tomó la decisión de acordar prisión para los detenidos en Huelva y Burgos, mientras que decretó libertad con medidas cautelares para el otro hombre que había sido arrestado en un pueblo de Salamanca.
No es el único caso en la última década en Huelva capital y provincia de hombres o mujeres que fueron detenidos por la Guardia Civil por enaltecer el terrorismo desde diversos foros.
Detenido en Lucena del Puerto por su apoyo a Daesh
El caso más reciente se produjo en junio del pasado año 2023 cuando la Guardia Civil detuvo en la localidad onubense de Lucena del Puerto a un individuo por su presunta relación con delitos de terrorismo. El detenido, según la investigación, utilizaba internet para mostrar su interés en favor de las tesis yihadistas de la organización terrorista Daesh. Mediante la creación de numerosas cuentas en redes sociales, participaba en grupos y canales cuyo objetivo principal era la divulgación de contenidos yihadistas de aparatos de propaganda oficial de Daesh.
El presunto compromiso adquirido con dicha organización terrorista se ponía de manifiesto en las comunicaciones que realizaba el detenido a través de aplicaciones de mensajería instantánea encriptadas. En ese proceso de inmersión religiosa, adoctrinaba en las tesis más radicales de Daesh y se relacionaba con personas condenadas por integración en organización terrorista en España.

Durante la investigación, los agentes detectaron que el detenido ejercía una fuerte influencia ideológica y religiosa sobre los musulmanes de su comunidad. Expandía el ideario yihadista a través de los discursos y sermones que impartía en los oratorios o mezquitas de la localidad de Lucena del Puerto, donde ejercía de líder espiritual como imán no oficial.
Según los investigadores, la determinación del detenido, inmerso en el último estadio de un proceso de radicalización, le llevó a jurar lealtad al líder de la organización terrorista Daesh. El riesgo que esto representa ante las actividades como reclutador y adoctrinador terrorista provocó la detención de dicho sujeto y su puesta a disposición ante la Audiencia Nacional.
Un califato en 'Al-Andalus'
Por otra parte, la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó en 2019 a dos años de cárcel, cinco de libertad vigilada y nueve de inhabilitación absoluta a Kamal Joao Carlos Luzito, el yihadista que quería montar un califato en 'Al-Andalus', por un delito de enaltecimiento del terrorismo. El tribunal dio por probado que este hombre estuvo compartiendo en su perfil de Facebook comentarios a favor del yihad violento desde el último trimestre de 2013 y hasta mediados de 2014, periodo además en el que accedió a un foro prolijo en este tipo de contenidos.
En ese foro, se conectaba a un espacio dentro dirigido a muyaidines donde se difunden manuales de captación, información relacionada con la preparación de actos terroristas y de alabanza a sus líderes, donde estuvo publicando mensajes en favor de la comisión de actos terroristas solicitando para ello ayuda personal, militar o económica.

Dio por probada la Sala también que para conectarse a internet y llevar a cabo esta actividad, el acusado utilizaba los ordenadores de la sede de la Universidad a Distancia (UNED) en Huelva, donde vivía con sus padres, así como el portátil de un amigo y zonas de wifi públicas, su propia red y la de alguna vecina.
No era su única actividad. En la entrada y registro de su domicilio la Guardia Civil encontró una cámara de fotos y un archivo con imágenes que él mismo había tomado de edificios de Guardia Civil y Fuerzas Armadas en Huelva. Atesoraba también un vídeo con la destrucción de una base estadounidense en Afganistán y archivos encriptados sobre la confección de un artefacto explosivo.
Una almonteña sin vínculos con el islam
En 2015 la almonteña María Ángeles Cala sorprendió a su entorno más cercano al unirse al ala más radical del Islam. Su historia es un ejemplo de conversión al salafismo radical que desconcertó incluso a los especialistas en lucha antiterrorista. Originaria de una familia española sin vínculos con el islam, pasó en pocos meses de los crucifijos, la estética gótica y la admiración por el grupo Metallica al radicalismo islámico que imponía la ley del terror en Oriente Medio.
Este oscuro camino lo emprendió en Sevilla, donde se marchó unos meses a estudiar después de cursar 1º de Bachillerato en su pueblo. En la capital hispalense su familia perdió por completo el control sobre ella y fue allí donde contactó a través de las redes sociales con la organización terrorista mediante mensajes encriptados en Facebook, Twitter o Whatsapp, sin sospechar que ya se encontraba bajo el radar del Ministerio del Interior.

La joven planeaba viajar a Siria para unirse a la Yihad y casarse con un rapero británico vinculado al Estado Islámico. Su detención en octubre de 2015 marcó el fin de su siniestra aventura, y acusada de colaboración con este militante del grupo terrorista, acabó aceptando una pena de dos años de prisión tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
Un preso radicalizado en la cárcel de Huelva
Y en 2018 la Guardia Civil, en colaboración con la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, interrogó a presos de varias prisiones españolas dentro de una operación contra la radicalización yihadista. Uno de ellos era Belaid Mohand Al Lal, procedente de Melilla y preso en el centro de Huelva.
Profirió amenazas a agentes de la Guardia Civil mientras éstos llevaban a cabo la desarticulación de un célula. "Vosotros amáis la vida como nosotros amamos la muerte. Recuperaremos Al Andalus. Vuestra democracia es una puta mierda, pronto lo pagaréis, tened miedo a morir", fueron algunas de las expresiones utilizadas por Belahid Mohand.