EL CASO YA HA SIDO ELEVADO A LA AUDIENCIA

El doble crimen de Almonte: reconstrucción de los hechos

11.08 h. Concluida la fase de instrucción, será un jurado el que decida si el único acusado es culpable o no. La reconstrucción de los hechos revela cómo el padre se estaba duchando para ir a cenar con la hija cuando fueron sorprendidos por el agresor, una persona a la que conocían, en base a las pruebas. Miguel Ángel fue brutalmente agredido en su habitación, mientras que la niña intentó defenderse e incluso cogió un cuchillo de la cocina.

El doble crimen de Almonte: reconstrucción de los hechos

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La fase de instrucción del conocido como doble crimen de Almonte, en el que fallecieron Miguel Ángel Domínguez Espinosa y su hija María, acaba de darse por concluida con la elevación del caso a la Audiencia por parte de la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de La Palma del Condado, que en los últimos meses ha venido recopilando las distintas pruebas, informes e investigaciones que se han llevado a cabo en relación al macabro asesinato.

Un asesinato cuya cronología ha quedado perfectamente determinada por los investigadores, que en base al análisis de las huellas y pruebas encontradas en la vivienda en la que fueron hallados los cadáveres el 29 de abril de 2013 plantean la reconstrucción de los hechos con la que se trabajará durante el juicio, que se celebrará ante el Tribunal del Jurado previsiblemente a comienzos de verano.

En concreto, el informe pericial elaborado durante esta fase de instrucción por Juan José Hellín Moro –y al que ha tenido acceso huelva24.com- recoge que la noche en la que tuvieron lugar los hechos, el 27 de abril de 2013, Miguel Ángel Domínguez se encontraba en su domicilio, en el número 3 de la avenida de los Reyes de Almonte, duchándose para ir a cenar con su hija. Sobre las diez de la noche llegó el agresor, que abrió con llave la puerta del portal y, una vez en el inmueble, subió las escaleras. En este punto, se desconoce si encontró la puerta de la vivienda abierta o cerrada, ya que el amigo de Miguel Ángel que recientemente se había marchado cree que no la cerró.

El doble crimen de Almonte: reconstrucción de los hechos

Estando dentro del domicilio, el agresor abordó a Miguel Ángel, que acababa de salir de la ducha –motivo por el cual se encontraba desnudo-.Por las marcas de sangre encontradas en paredes y suelo y analizadas por los investigadores se deduce que el ataque comenzó en el pasillo, junto a la habitación de Miguel Ángel. Es en esta habitación donde en un primer momento se refugian padre e hija, y es en la misma donde se produce el grueso de la agresión. Así, según el informe pericial, “la agresión continúa en el dormitorio reseñado como H3, donde se refugian el padre y la hija, seguidos por el agresor que hiere reiteradamente al padre en el pasillo del citado dormitorio. Donde se observa en ambas paredes proyecciones de distinto origen, angulosidad y proyección, producidas por el movimiento del arma ensangrentada, así como por el propio arma en sí al impactar en la víctima. Asimismo, también se observan transferencias por roce, arrastre y contacto producidas por los desplazamientos durante la lucha”.

El doble crimen de Almonte: reconstrucción de los hechos

“Durante la agresión la puerta permanece cerrada, por lo que es de suponer que es el agresor el que la cierra para que la menor que también está dentro del dormitorio no pueda huir”.

Sin embargo, en un momento dado la niña logra abandonar la estancia, dirigiéndose hacia la cocina y cogiendo un cuchillo de un cajón –en el que quedaron manchas de sangre- antes de correr hacia su habitación para refugiarse y protegerse. “Una vez el agresor da alcance a la menor en su dormitorio –prosigue la reconstrucción de los hechos-, ésta intenta defenderse con el cuchillo, si bien el agresor le golpea la mano contra el suelo para que lo suelte, interponiéndose entre el suelo y la mano de la menor una manta en la que queda un fiel reflejo de la transferencia del patrón de la mancha de sangre de la punta del cuchillo y del puño de la menor. Finalmente queda el cuchillo debajo de la cómoda que se encuentra en la pared derecha de la habitación, obteniéndose del mismo una mezcla de perfiles genéticos de las dos víctimas. Esto es perfectamente compatible, ya que se transfirió la sangre de la niña y el agresor transfirió la sangre del padre al quitarle el cuchillo”.

El doble crimen de Almonte: reconstrucción de los hechos

Una vez culminadas las agresiones, el asesino se dirigió al baño del pasillo de la vivienda, y “con una toalla limpió el cuchillo”. Seguidamente se aseó e incluso se limpió las suelas de las zapatillas en una toalla, procediendo a abandonar el edificio por la puerta de acceso.

Un único acusado

La declaraciones e investigaciones llevadas a cabo tras el hallazgo de los cadáveres han permitido asimismo determinar que el agresor era natural de Almonte –según  la declaración del vecino,  que señala que “por tono de voz y forma de expresarse, es oriundo” de la localidad-.

Además, los indicios apuntan a que probablemente era conocido de las víctimas, algo que se infiere tanto de las frases que el vecino logra escuchar, como del hecho de que la puerta no se encontró forzada, por lo que o el autor tenía llaves, o se le dejó pasar voluntariamente.

El hecho de que el cadáver de la pequeña María apareciese cubierto por una manta también hace indicar que el homicida la conocía –ya que es algo que suele hacerse para enmascarar un sentimiento de culpa-; y existe igualmente un informe pericial elaborado a petición de la acusación particular, que señala que el asesino habría vuelto a la vivienda horas después de cometer los asesinatos, lo que vendría a reforzar la tesis de que conocía la rutina de las víctimas y su entorno, y estaba seguro de que no corría riesgos al regresar.

El doble crimen de Almonte: reconstrucción de los hechos

En los informes también se señala que las heridas encontradas en los cuerpos de Miguel Ángel y su hija sugieren un “un crimen de índole pasional”, que fue sin embargo un acto premeditado, ya que el asesino iba provisto de guantes y capucha, y armado con su propio cuchillo.

Cabe recordar que por estos hechos existe por el momento un único acusado, F.J.R.M., detenido el 24 de junio de 2014 en base a las conclusiones de un informe emitido por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y en prisión preventiva desde entonces.

F.J.R.M mantenía una relación sentimental con la madre y ex mujer de las víctimas, y su ADN fue hallado en una toalla del baño. Aunque su defensa ha mantenido su inocencia en todo momento y ha solicitado en reiteradas ocasiones su puesta en libertad, la juez siempre se la ha denegado. De hecho, en la comparecencia convocada por el juez de la Audiencia para el próximo 21 de enero –para la que se ha citado a la defensa, a las acusaciones particulares, al Ministerio Fiscal y al propio imputado- tendrá que responder mediante videoconferencia desde el centro penitenciario.

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