EL JUICIO SE CELEBRARÁ EL PRÓXIMO OCTUBRE
Las 23 horas de horror del crimen de Halloween: decapitó a su vecino en un minuto y dejó la cabeza en un árbol
12.47 h. La Fiscalía pide para el mexicano 24 años de prisión como presunto autor del asesinato y la familia de la víctima, Cándido Romero, eleva la pena a 37 años por supuestos delitos de profanación de cadáver y robo con violencia.
Jesús Manuel N.B., el hombre - apodado como el mexicano- que hizo entrar en pánico a toda Huelva en la tarde del 31 de octubre de 2020 mientras se paseaba por los alrededores de la Plaza Houston exhibiendo una cabeza que llevaba en una bolsa de plástico y alardeaba del crimen de su vecino desde la infancia, Cándido Romero, será enjuiciado el próximo octubre en la Audiencia Provincial de Huelva.
El relato de los hechos que quedan recogidos en los escritos de la acusación particular y de la Fiscalía es un relato de espanto de las 23 horas que transcurrieron entre la muerte de Cándido, al que presuntamente el mexicano golpeó hasta acabar con su vida, y su detención por la Policía Nacional. A la vuelta de dos meses, en el juicio que se celebrará entre el 24 y el 26 de octubre próximo, Jesús Manuel N.B. se va a enfrentar a 24 años de cárcel como presunto autor de asesinato, condena que solicita la Fiscalía de Huelva, mientras que la acusación particular, que ejerce el abogado Marcos García Montes en representación de la familia de la víctima, la eleva a 25 años de prisión, y suma otros cinco años por supuestos delito de profanación de cadáver, cinco por supuesto robo con violencia y dos años por presunto delito contra la integridad física y moral.
Cándido y el hombre que supuestamente lo golpeó hasta matarlo vivían en barrio de Guadalupe a unos 50 metros, la víctima en la calle Teniente de Navío José Estrada Cepeda, y el mexicano en la calle Rodrigo de Jerez. Aquella jornada (30 de octubre), ambos se encontraban en la vivienda de la víctima reparando una bicicleta de segunda mano que Cándido había comprado.
Sobre las 22.00 horas del 30 de octubre, según el escrito de la acusación particular, al que ha tenido acceso Huelva24.com, estando ambos en la casa de Cándido arreglando una bicicleta, la víctima se dirigió al frigorífico para coger unas cervezas y, al agacharse para dejar la bebida en el suelo mientras cerraba la puerta del frigorífico, Manuel Jesús lo golpeó presuntamente – hasta en cinco ocasiones- con una pieza metálica de un calentador de gas que estaba desmontado.
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Después, concreta el escrito, arrastró el cadáver a una habitación situada al fondo de la vivienda y con un cuchillo de cocina – 20 centímetros de hoja de longitud- separó la cabeza del cuerpo en poco más de un minuto, según declaró el presunto autor en sede judicial. Los expertos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional de Huelva, acotan este tiempo a un máximo de tres minutos.
El relato de lo que sucedió aquella jornada es estremecedor de principio a fin. El mexicano dejó los restos de la víctima y salió de la casa para comprar cuatro cervezas de litro en una tienda próxima. En la hora siguiente al crimen, en el mismo domicilio de Cándido, se bebió al menos una de las botellas y después se marchó a su casa.
En plena madrugada, aproximadamente a las 05.00 horas según la acusación, regresó a la casa de Cándido con la idea de eliminar todo rastro del asesinato pero introdujo la cabeza de la víctima en una bolsa de plástico y salió con ella a la calle, dirigiéndose hacia la Plaza Houston, en el barrio de Isla Chica, donde supuestamente protagonizó una escena escalofriante, al dejar la cabeza posada en la rama de un árbol y marcharse de nuevo a su casa. El análisis realizado por del laboratorio de biología y ADN de la Brigada de Policía Científica de Sevilla de las muestras tomadas en el árbol, acreditan esta parte de la confesión.
Por la mañana, cuando el presunto asesino sacó a sus perros, se dirigió a la Plaza Houston para comprobar que los restos de la víctima continuaban en el árbol. Después se echó a dormir y fue al despertar cuando volvió a salir para recoger la bolsa con la cabeza del árbol y arrojarla a un contenedor.
En los alrededores de la misma plaza, el mexicano fue visto por dos testigos cuando quemaba ropa (la que llevaba puesta cuando supuestamente mató a Cándido) y decidió en aquel momento “exhibir como trofeo” la cabeza de la víctima a varias personas que se cruzaban en su camino. Huelva estuvo horas aterrorizada hasta que la Policía Nacional le dio caza en su domicilio, en el que se refugió después de arrojar a un contenedor de la Avenida Pío XII la bolsa que contenía la cabeza.
El presunto asesino debe su apodo a su paso por México, país en el que estuvo viendo 26 años antes de regresar a Huelva y donde conoció los métodos que siguen los cárteles de la droga en sus guerras. En México fue detenido como cabecilla de una organización criminal dedicada a asaltos y atracos y pasó unos diez años en la cárcel por delitos violentos.
La familia de víctima, que ha requerido de apoyo psicológico, sospechaba que el hombre que acabó de forma salvaje con la vida de Cándido lo tenía amenazado. Un informe de la UDEV y la declaración de un testigo y de algunos vecinos de la zona lo han confirmado después, aunque la víctima no llegó a denunciarlo.
