El Rocío, el lugar donde salió a la luz el romance entre Julián Muñoz e Isabel Pantoja

El fallecimiento la pasada madrugada de Julián Muñoz, exalcalde de Marbella, marca el final de una figura controvertida en la política y la vida social española. A los 76 años, Muñoz no sobrevivió al cáncer de pulmón que lo había mantenido hospitalizado en sus últimos días. No obstante, antes de que su vida fuera estuviese marcada por problemas legales y condenas relacionadas con la corrupción, hubo un momento en el que su relación con la tonadillera Isabel Pantoja lo catapultó a la fama. El romance no solo fue mediático, sino que tuvo un escenario simbólico: la aldea de El Rocío y su romería.

El Rocío, de hecho, se convirtió en el escenario donde Julián Muñoz e Isabel Pantoja oficializaron su relación ante los ojos de la prensa y el público. Fue en 2003, en plena romería, cuando la pareja apareció por primera vez en público, confirmando los rumores que circulaban sobre su romance. Sin embargo, semanas antes, en el mes de marzo, la pareja ya había tenido su primer encuentro en el contexto de otra peregrinación. Isabel y Julián participaron en el Camino de San José, una celebración en la que los sanluqueños peregrinan hacia El Rocío, coincidiendo con el Día del Padre. Fue en ese ambiente de fervor y devoción donde su relación comenzó a consolidarse, aunque Isabel Pantoja, como ella misma declararía años después, no creía completamente en la situación sentimental de Muñoz, quien en ese momento aún estaba casado con Maite Zaldívar.

Durante los años 2003, 2004 y 2005, Muñoz y Pantoja se convirtieron en figuras recurrentes de la romería de El Rocío. Cada año, su llegada era esperada tanto por los asistentes como por la prensa, que no dudaba en captar cada gesto de afecto entre ambos. Las imágenes de la pareja caminando juntos por la aldea, bailando sevillanas o posando para los fotógrafos simbolizaban una unión que llenó cientos de páginas de papel cuché y miles de horas de televisión. La presencia de ambos en la romería almonteña, además, fortalecía la imagen pública de una pareja poderosa que, en ese momento, parecía invulnerable a las críticas.

Sin embargo, al igual que el romance entre Muñoz y Pantoja, su vinculación con El Rocío comenzó a desmoronarse cuando las investigaciones judiciales alrededor del Caso Malaya salieron a la luz. En 2006, la pareja dejó de asistir a la romería. Los problemas legales de Muñoz, acusado de corrupción urbanística, y la posterior implicación de Pantoja en un caso de blanqueo de capitales, marcaron el fin de sus apariciones públicas en un evento que había sido crucial en su historia juntos.

El Rocío, que había sido testigo de los momentos más felices de su relación, se convirtió en un recuerdo lejano a medida que los procesos judiciales se complicaban. La última romería en la que ambos participaron juntos fue la de 2005, y desde entonces, sus vidas tomaron rumbos drásticamente distintos. En 2006, Muñoz fue detenido y condenado a 20 años de cárcel por corrupción, y en 2014, Isabel Pantoja también ingresó en prisión, aunque por un período mucho más corto.

Hoy, con el fallecimiento de Muñoz, queda para la historia el recuerdo de aquellos años en los que la pareja dominaba titulares, y la romería de El Rocío fue el escenario donde sus vidas brillaron momentáneamente antes de oscurecerse definitivamente.