el pasado viernes
Pepe Toscano, director del IES Francisco Garfias de Moguer, «en shock todo el día» tras este homenaje por su jubilación
Alumnos y profesores le tributan una gran ovación en reconocimiento a su dedicación al centro educativo, donde ha dejado huella
«Me habéis alegrado el corazón para el resto de mi vida», asegura este docente, que se jubila tras 35 años de dedicación a una profesión que «ama»
El inolvidable regalo a un docente onubense en su último día antes de jubilarse
Cariñoso homenaje a la profesora de 'El Puntal' de Bellavista Pilar Jiménez tras su jubilación

Podría parecer una mañana normal en el IES Francisco Garfias de Moguer. Al menos parecía serlo para Pepe Toscano Pinzón, profesor que en su día jubilación hacía lo mismo que cada día laborable durante los últimos 35 años. Sin embargo, este viernes alguien llama a su puerta en mitad de una clase y mientras le graba le dice «¡Pepe, vamos!». A él, casi sin articular palabra, le sale un «hostia» como prevención a lo que viene.
Este docente durante 35 años, natural de San Juan del Puerto, ha pasado los últimos 28 en este centro, donde ha impartido la asignatura de Tecnología y ha estado durante dos décadas en la función directiva, 15 años como secretario y el lustro más reciente como director de este instituto, donde ha dejado huella y será recordado siempre. Especialmente cuando suene la canción de la Creedence Clearwater Revival 'Have you ever seen the rain?', ya marcada por su persona, guitarrista y amante de la música, al ser la banda sonora de su homenaje.
Había ido a desayunar con unos compañeros y en la hora siguiente lo inesperado le asaltó el corazón. En el pasillo encuentra el inicio de un recorrido repleto de cariño y reconocimiento, de admiración, agradecimiento y buenos deseos de alumnos y profesorado que ya saben que un día de clases sin él ya no será lo mismo.
Una desbordante emoción
Le tributaron una sonora ovación que retumbaba en los pasillos, donde no había un metro sin una cara esperando encontrarse con él y dedicarle un gesto amable o sinceros vítores. Pepe saludaba, besaba y abrazaba. Se quitaba las gafas y se limpiaba las lágrimas, incrédulo y emocionado, abrumado, al sentirse el protagonista en esa ola de atenciones. Se llevaba las manos a la cabeza alucinado cuando al acabar un pasillo seguía la cadena de aplausos a través de una escalera y continuaba en el piso inferior del edificio.
Todo el mundo estaba allí. Al llegar a la planta baja se agachaba inmensamente agradecido, en una mezcla de reverencia y y volvía a llevarse las manos a la cabeza y a sentir explotar el corazón cuando sus ojos se encontraron con una pancarta que decía «Muchas gracias, Pepe» y comenzaban a llover papelillos en el vestíbulo del instituto. Extiende el brazo y da una vuelta al ruedo para saludar de carrerilla a todo el mundo y cuando ya quiere escaparse de tantos sentimientos sobrevenidos, aparece un compañera con un regalo. Ya no le queda otra que hablar.

«He intentado siempre darles lo mejor que tenía y transmitirle las mejores enseñanzas»
Pepe Toscano
exdirector del IES Francisco Garfias
«Me habéis alegrado el corazón para el resto de mi vida», reconoce a la multitud congregada. «Son 28 años los que llevo aquí y durante todos este tiempo han pasado muchos alumnos y alumnas por mí. Yo he intentado siempre darles lo mejor que tenía y transmitirle las mejores enseñanzas. Viendo esto me quedo sin palabras», admite. Finalmente, sentencia que «tened por seguro que a dónde vaya dónde esté en mi corazón siempre os tendré. Muchas gracias y os quiero». La respuesta a coro es un «Pepe, Pepe» repetido, como un largo eco.
Muchas llamadas y mensajes
«Ha sido un homenaje muy bonito sin esperarlo», dice Chari, su mujer, que de cómo fue este viernes comenta que «ni se imagina la emoción tan enorme que él ha sentido y nosotros, su familia. No lo esperábamos». Asegura que Pepe «se llevó en shock todo el día y lloró muchísimo durante la tarde, recibió muchas llamadas y mensajes y fue muy gratificante».
«Está muy raro. No imagina no volver a impartir clases»
Chari
Mujer de Pepe Toscano
Por todo ello están «muy contentos» pero a la vez el protagonista del homenaje se siente «apenado», porque aunque tenía «claro» que era el momento de jubilarse y «dejar a otros que vienen detrás la oportunidad», en el otro lado tiene ese momento en el que cuesta encontrar el modo de asimilar los cambios. «Ama la docencia y a su centro. Está muy raro. No imagina no volver a impartir clases».
Pepe Toscano Pinzón, en cuya familia piensan que podría ser descendiente de los famosos hermanos Pinzón de Palos, seguirá navegando por la vida. Dejará de dar clases pero no de sentirse profesor, ya no transmitirá más conocimientos, pero sus lecciones seguirán vivas más allá de sus años de dedicación. Su legado tiene mucho tiempo por delante, como todos le desean a él a partir de ahora.