Una abuela de Huelva acude a los tribunales para que le entreguen a su nieto, declarado en desamparo
«Miro las fotografías y le digo que lucharé hasta el final», dice María José Coronel, que critica la «arbitrariedad» con la que le han denegado la acogida de su familiar, de 1 año, pese a reunir buenas condiciones
El abogado de la familia sostiene que el informe de idoneidad está basado en «unos criterios subjetivos y fuera de lugar»
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Aunque lo desea con fuerza, María José Coronel no puede disfrutar de su nieto, de un año, apenas un poco de todo lo que le gustaría. Se le debería de estar cayendo a cada momento la baba con él, con cada gesto, como todos los abuelos que se precian de serlo. Más al contrario se le sume el corazón y el pensamiento en la desesperación. En esta época en la que cambia por días, se ve privada de su tacto, de su risa y su mirada. Su contacto con la criatura que le ha dado su hijo Abraham se reduce a una visita cada 15 días en Alcores, entidad que determinó que ella, su pareja, Marcelino, y su hogar no son idóneos para tener en acogida al bebé. Ambos tienen ingresos, una buena casa en Mazagón y mucho amor para dar. Por eso no entienden qué es lo que pesa tanto en el otro lado de la balanza para que alguien de su sangre no esté con ellos en lugar de en una familia extraña.
Este bebé, nacido en noviembre de 2023, está reconocido por su padre Abraham (22 años) -hijo de María José-, y es fruto de la relación con su pareja, que es menor de edad y que por su situación familiar se encuentra con otros hermanos en un centro de protección de menores. Al ser madre en esta situación y al no tener Abraham un empleo estable, declararon al menor en situación de desamparo y pese a dar el paso María José y Marcelino para acogerlo fue entregado a otra familia.
La abuela y su pareja dieron el paso para acoger al pequeño, pero tras someterse a varias entrevistas y estudios se les consideró «no idóneos», una decisión que por su «falta de consistencia y arbitrariedad», tal y como ellos aprecian, han llevado a los tribunales.
Desde este periódico se contactó con Alcores para conocer su versión de este caso, pero señalan que la Ley de Protección de Datos les impide ofrecer información o valorar cualquier expediente que hayan tratado.
El abogado de la familia ha interpuesto recientemente una reclamación civil en el Juzgado de Familia para recuperar el acogimiento del bebé. La estrategia del letrado se basa en rebatir el criterio de idoneidad, que considera que está basado en «unos criterios subjetivos y fuera de lugar».
«Es un misterio el por qué se da a una familia y no a otra»
El abogado de la familia
«Es un misterio el por qué se da a una familia y no a otra», comenta a Huelva24.com este profesional, que expone que «el criterio de consanguineidad no se premia» y que «por ley no hay una prioridad para los familiares».
Indica que el padre del bebé, Abraham, tiene a su hijo reconocido y cuenta con un respaldo familiar, por lo que no se entiende que se le califique de desamparado. «Esta familia tiene el aspecto material solventado para atender al niño y la respuesta es un criterio absolutamente subjetivo por el que una persona decide si están preparados o no», argumenta.
Indica que las decisiones de las administraciones están amparadas por el articulado de la Ley del Menor, que puede justificar criterios personales. «No dudamos de que el niño pueda estar bien atendido, pero ¿con quién mejor va a estar que con sus abuelos?», pregunta.



Expone que en el proceso de entrevistas y estudio sobre la idoneidad está repleto de «parámetros e ítems que son puramente subjetivos». Comenta que por ejemplo en las entrevistas a las que han sido sometidos María José y Marcelino, «se desgrana la vida desde que son niños. Se forman la idea de cómo ha sido tu vida en función de lo que le cuentas y se hacen una película que creen que es la realidad y si les contestas te tachan de conflictivo». Además, critica que se extralimitan y «vienen a tu casa como si fueran Guardia Civil, registrando todo».
Crítica con la situación de la nuera
El abogado de la familia apunta que lo que subyace es que María José ha sido crítica con la situación en la que se encuentra su nuera en el centro de menores y otra serie de comentarios sobre el proceso que no han gustado a quienes lo evaluaban.
«Parece que hay que decirles que sí a todo y estar en la misma sintonía. No se puede discrepar. El solicitante tiene que ser pasivo, un títere, porque si le llevas dos veces la contraria te ponen la etiqueta», lamenta.
La consecuencia de toda esta situación y las decisiones tomadas «sumen a una familia en una situación que emocionalmente te machaca». Añade que María José muchas veces le llama buscando consuelo porque literalmente le dice «me estoy ahogando».
Un proceso largo
«Hay una carga emocional muy fuerte, que no se puede cuantificar, y los procedimientos en los juzgados son largos, porque quien pierde suele recurrir y esa carga es la que tienen ellos ante un proceso que exige mucha paciencia y dinero y jugamos con la desventaja de ir a contracorriente», subraya el abogado onubense.
«Nos hemos perdido su etapa de lactante y nuestra familia está destrozada»
María José Coronel
Abuela
María José Coronel, conocida en las redes sociales como Luna Recre, afirma que lo que está viviendo le está costando la salud. «Ya es un año de su vida el que nos hemos perdido», dice apenada. «Cada día miro las fotos que tengo hasta los tres meses y le digo que lucharé hasta el final», afirma a esta mujer, que reconoce que siente «mucho dolor por no poder compartir mi día a día con él. Se me va la vida. Nos hemos perdido su etapa de lactante y nuestra familia está destrozada».
María José afirma que «me siento maltratada por la administración y por Alcores» y también dirige su crítica hacia el centro de menores donde está la madre del bebé, su nuera. «¡Cuántas veces nos ha dicho llorando que aquello es horroroso!», exclama. Considera que en esta situación «hay intereses» y lamenta que «ya estén hablando a la madre de la posibilidad de dar al niño en adopción, cuando mientras haya un procedimiento en curso no se puede hacer y se lo dicen a ella con la mochila que trae, que no está en el centro por robar ni nada malo, sino por circunstancias de su vida». Asimismo destaca lo mal que lo está pasando su hijo, Abraham. «Manda a tu hijo al psicólogo, a ella a salud mental y búscate un abogado», dice que le llegaron a decir.
«He tenido varias crisis de ansiedad. Es desquiciante y crea mucha impotencia»
María José Coronel
Abuela
«He tenido varias crisis de ansiedad. Es desquiciante y crea mucha impotencia y ya no puedo más, pero voy a luchar por mi nieto hasta el final», comparte Coronel, que ha considerado que las entrevistas en profundidad se las realizaron «con mucha frialdad» y que en su casa fueron abriendo cajones, algo que «moralmente te daña».
Cada 15 días pueden ver al niño dos personas, por lo que siempre va Abraham con María José o Marcelino. La bisabuela, de 85 años, no la ve desde que nació y su otra hija, hermana de Abraham, sólo lo vio una vez.
Visitas incómodas
«En las visitas tenemos que entregar los móviles y no le podemos hacer fotos al niño. Te sientes evaluada, vigilada y apuntan todo lo que haces, si ríes o si lloras. No te sientes con libertad para expresarte», comparte. Añade que «pedimos fotografías y nos hacen una y nos la pasan, es desesperante».
María José opina que ha apelado el estudio de idoneidad porque «no tiene fundamento ninguno y choca muchísimo». Dice dolida que ha tenido que escuchar por teléfono de una educadora infantil «dame ese puto niño que lo tengo que vestir ya».
Por su parte, Marcelino, considera que ha habido «cosas raras desde el principio», desde que nació el niño, en su proceso de inscripción y en los contactos iniciales con todos los intervinientes en esta delicada situación, aue se ha revelado, a su criterio, como muy tendenciosa en su contra.
«Es muy fuerte, no tiene nombre», señala sobre todo el proceso que han vivido al ser estudiados y la resolución negativa. «Si no estáis de acuerdo buscaos un abogado», dice que les indicó la psicóloga de menores ante su descontento.
Cita como fue sometido a unas 200 preguntas y que se ha sentido herido con algunas valoraciones que repercuten en la evaluación final, como que «no tiene muchas vivencias de su padre», o que al venir a ver la casa digan que «huele a pipí» porque hay dos perros de pequeño tamaño, cuando «la casa está siempre limpia y ordenada», algo que sí apreció al pasarse la Policía Local, que considera que han sido los únicos que han sido profesionales.
Después de todo lo sucedido, esta familia se siente en una posición de indefensión y confían en que la justicia ponga orden y no tengan que perderse más etapas de un niño por el que están dando todo.