La Semana Santa de Huelva se consuma con un Viernes Santo en crecimiento

Las lluvias que regaron la ciudad por la mañana, apenas recogerse el Nazareno, no hicieron acto de presencia en la tarde, permitiendo disfrutar de las hermandades de la Fe, Descendimiento, Santo Entierro y Soledad

Guía de la Semana Santa de Huelva 2025: horarios, itinerarios, hermandades y recomendaciones

Procesiones y hermandades del Viernes Santo de Huelva 2025

El Cristo Yacente del Santo Entierro CLARA CARRASCO

Sergio Borrero

Huelva

Viernes Santo de sabor cofrade, de ambiente primaveral y de disfrutar en las calles del último día de procesiones por carrera oficial, a la espera de la gozosa resurrección de Cristo por las calles de Verdeluz. Había ganas de disfrutar de esta hornada de manera plena, tras un Viernes Santo de 2024 marcado por el fuerte aguacero que cogió a la Hermandad de la Fe a los pocos metros de su templo.

Unas lluvias que no aguarían la salida de este año. Las escasas nubes que decoraban el cielo de Viaplana no hacían más que completar la estampa que ofrecían las rojas capas de estos nazarenos del Viernes Santo. La particular cruz arbórea que abre el camino en esta hermandad se adentraba en una calle llena de vecinos y devotos, desde las aceras y desde los balcones decorados en gran número. Salía el Cristo de la Fe entre los aplausos del pueblo y la Agrupación Musical de la Cena volvía a poner sus sones al paso de misterio, como viene haciendo desde hace décadas.

Un paso de misterio que concentraba los principales estrenos de la cofradía este año. El dorado del respiradero frontal junto a sus bordados y el policromado de las cartelas del canasto dejan ver ya como lucirán las andas al completo en breve espacio de tiempo. Tras Él llegaba el palio. La Virgen de la Caridad puso el contrapunto alegre y de barrio a una jornada marcada por la sobriedad y el silencio ante la muerte de Cristo.

Imagen principal - Nuestra Señora en su Soledad, el Descendimiento y Nuestra Señora de la Caridad
Imagen secundaria 1 - Nuestra Señora en su Soledad, el Descendimiento y Nuestra Señora de la Caridad
Imagen secundaria 2 - Nuestra Señora en su Soledad, el Descendimiento y Nuestra Señora de la Caridad
Nuestra Señora en su Soledad, el Descendimiento y Nuestra Señora de la Caridad CARLOS FERNÁNDEZ / CLARA TOSCANO

Muerte de Cristo que se consumaba unas horas más tardes en el entorno del barrio alto. Primero, con la salida de la Hermandad del Descendimiento y poco después con la salida de la Hermandad del Santo Entierro. Desde la Mayor de San Pedro hacía su salida el Descendimiento, dibujando el perfil del impresionante conjunto escultórico del descendimiento de Cristo sobre el cielo onubense. La oscuridad de las andas contrastaba con la policromía de las imágenes que realizara en talla completa Antonio León Ortega y del exorno floral en tonos morados que caía sobre la canastilla.

Con los sones de la Expiración Salud y Esperanza resonando por la plaza aun recibía los primeros rayos de sol la Virgen de la Resignación. Una dolorosa que estrenaba en este Viernes Santo las bambalinas laterales de su paso de palio. Unas piezas que completan el conjunto de bambalinas a la espera del estreno del techo de palio, previsto para el cincuentenario de la cofradía. El palio romántico del Viernes Santo descendía por el porche de San Pedro acompañado como suele ser habitual por el selecto repertorio interpretado por el Liceo de la Música de Moguer.

Un repertorio que tenía su continuidad muy cerca de allí, en la Ermita de la Soledad, con la salida de la Virgen de las Angustias. El primero de los pasos de la Hermandad del Santo Entierro, cofradía oficial de la Semana Santa onubense se adentraba en la plaza que lleva el nombre de la dolorosa, un conjunto escultórico muy en la línea del Descendimiento y que saliera de la gubía también del mismo imaginero ayamontino.

Tras las angustias llegaba la serpiente multicolor en que se convierte el cortejo del Cristo Yacente. La representación de muchas de las hermandades de penitencia de la ciudad antecedía al paso de la urna, que presentaba la novedad este año de una iluminación a base de candelabros de guardabrisa. Huelva se sobrecogía ante el caminar de Cristo muerto en su urna dorada. Seguían sus pasos los representantes civiles y militares de la ciudad, con la alcaldesa y el presidente de la diputación bajo mazas.

Este cortejo de tres pasos lo cerraba Soledad de María. El obispo junto al cabildo catedral presidía el palio negro que, poco a poco, cada año se ve más ocupado por los bordados en oro. Este año presentaba el estreno de los respiraderos laterales, completándose así la práctica totalidad de la visión exterior del palio que diseñara Rodríguez Ojeda a principios del siglo pasado. Caminaba lento y solemne el palio de la Soledad acompañado por la banda municipal de Huelva, atravesando en plena hora dorada la plaza De San Pedro, protagonista tantos años de su estación de penitencia.

Disfrute pleno

La jornada avanzaba con total normalidad, Huelva disfrutaba plenamente de un Viernes Santo que no estuvo completo hasta que no atravesó el dintel de la Concepción Nuestra Señora en su Soledad. La joya de la jornada que pone el broche de oro a la Semana Santa de Huelva en lo que a desfiles procesionales por la carrera oficial se refiere.

La única titular de la cofradía, una de las dolorosas más antiguas de la ciudad, hacía el silencio al pasar por las céntricas calles que la esperaban. Sobre su clásico paso de misterio, un friso de alhelíes y claveles color cardenal ponían el color al enlutado conjunto que viste tradicionalmente la Virgen. Tras su manto tachonado de castillos, leones, granadas y flores de lis son muchos los onubenses que ponen su punto y final a la Semana Santa de Huelva.

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