Huelva rezó el Vía Crucis junto al Cristo de la Victoria
Las bajas temperaturas marcaron el segundo lunes de Cuaresma, día elegido para la celebración por el Consejo de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa
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Huelva contará con un Vía Crucis Magno
La Semana Santa se encuentra ya a la vuelta de la esquina. La Cuaresma va avanzando y con ella, los ritos tradicionales que ocupan estos cuarenta días de preparación. El segundo lunes de esta Cuaresma está reservado para la celebración del Vía Crucis oficial del Consejo de Hermandades. Un rezo común que en este año 2024 estuvo presidido por el Santísimo Cristo de la Victoria, titular de la Hermandad de los Mutilados.
Un Vía Crucis novedoso por el lugar elegido para el rezo, el Parque Alonso Sánchez. Un espacio que cumple con las recomendaciones que desde el Consejo y Obispado se han dictado para la celebración de este acto pero que resultó tan frío como la tarde. Tarde de abrigos largos y de aprovechar los cirios para calentarse las manos, totalmente invernal.
Poco antes de las siete y media se abrían las puertas de la Parroquia de San Sebastián. Comenzaba a salir el cortejo encabezado por la cruz alzada cedida por la Hermandad del Perdón, seguida de las representaciones en número de tres de las distintas hermandades que conforman el pleno. Tras ella la junta de gobierno de la Hermandad del Domingo de Ramos y del Consejo seguida de la amplia presidencia, en la que figuraban la delegada de hermandades, el concejal de Cultural, el pregonero de este año o el párroco de San Sebastián. Antecedían las andas el obispo de Huelva, Santiago Gómez Sierra; junto a la alcaldesa de Huelva, Pilar Miranda; y el presidente del Consejo, Antonio González.
Los costaleros del Señor portaban unas andas, estrenadas en el anterior Vía Crucis que presidió el Cristo de la Victoria, que aparecían iluminadas por los candelabros de guardabrisa de su paso de misterio y estrenaban en esta ocasión nuevas caídas de terciopelo burdeos. De este mismo material era la túnica que lucía el Señor, abotonada hasta el cuello. El Cristo de la Victoria portaba las potencias labradas por Fernando Suárez en la década de los sesenta, luciendo sobre el cíngulo un broche con motivos alusivos al carácter sacramental de la cofradía.
A los sones del trío de capilla de la Banda de la Consolación junto a una coral, el Cristo de la Victoria avanzaba por el escaso recorrido que separa su templo del Parque Alonso Sánchez, al que accedió por la rampa de acceso que da a la calle Manuel Rodríguez Zamora. Una vez en el parque, se inició el rezo de las diferentes estaciones del Vía Crucis.
La gran plaza central aparecía presidida por la cruz de los jóvenes que durante el año podemos encontrar en la Parroquia de San Sebastián. Elevada sobre un monte de corchos, protagonizaba la última de las estaciones del Vía Crucis. El resto de ellas quedaban señaladas por las pinturas que Alfonso Aramburu realizó para el Vía Crucis del año 2020, dispuestas en pequeños doseles bajo la pérgola que rodea la plaza. Dos faroles portados por miembros de las demás hermandades iluminaban cada estación.
En la oscuridad de la plaza avanzaba el Señor para rezar cada una de las estaciones, dirigiéndose el rezo desde un escenario dispuesto en un lateral donde también se colocó la coral. Los fieles se colocaban tras las andas y por debajo de la pérgola o en las barandillas de las diferentes alturas del parque, quedándose la plaza central totalmente vacía. Con el Cristo de la Victoria ante la cruz, el obispo de Huelva dirigió unas palabras a todos los fieles y cofrades allí congregados, poniendo fin al rezo del Vía Crucis.
Regreso al templo
El recorrido de regreso al templo se realizó por el mismo itinerario, cediendo la Hermandad de los Mutilados la dicha de portar al Santísimo Cristo de la Victoria en la primera chicotá del camino de regreso a los hermanos mayores y la alcaldesa de la ciudad. En torno a las nueve y media de la noche llegaba la sagrada imagen a su sede canónica, con la Virgen de la Paz presidiendo el altar mayor de San Sebastián aguardando a su Hijo.
