La Hermandad de los Estudiantes regresó a sus orígenes con un histórico Vía Crucis

La lluvia permitió finalmente que el Cristo de la Sangre regresara al Sagrado Corazón de Jesús para presidir un Vía Crucis extraordinario por el 75º aniversario de la Hermandad de los Estudiantes

La Hermandad de Estudiantes aprueba sacar a sus titulares de forma extraordinaria por su 75 aniversario

El Cristo de la Sangre por las calles de la barriada Huerta Mena SERGIO BORRERO

SERGIO BORRERO

Cristo finalmente no se mojó, como dejase escrito para la historia Jesús Hermida en aquel año 63. La tarde abrió, el cielo dejó ver ese celeste que tanto gusta a los cofrades y, pese a algunas leves gotas durante el recorrido de unas nubes despistadas, la Hermandad de los Estudiantes pudo celebrar sin sobresaltos el Vía Crucis extraordinario presidido por el Santísimo Cristo de la Sangre.

A las seis y media de la tarde se abrían las puertas de San Sebastián para que diera comienzo uno de los principales actos programados por la cofradía del Martes Santo para celebrar su 75º aniversario fundacional. Las dudas, la inestabilidad meteorológica y lo largo de la jornada motivó que no hubiera mucho público a las puertas de la casa del patrón presenciando la salida. Un público que sí comenzó a arropar a la hermandad una vez que se adentró en las calles de la Huerta Mena, antesala del Polvorín.

Se iniciaba la primera parte del día, el traslado del Señor al Polvorín. Dos largas filas de hermanos con cirios color tiniebla seguían a la cruz parroquial que abría el cortejo. Acompañaban en este primer tramo a la Hermandad de los Estudiantes las otras hermandades de la feligresía: Mutilados y el Rocío de Huelva, así como el párroco de San Sebastián, Cipriano de Toro Reinoso. El acompañamiento musical corrió a cargo del trío de capilla Gólgota y de la Escolanía de Sevilla.

Imagen principal - La Hermandad de los Estudiantes regresó a sus orígenes con un histórico Vía Crucis
Imagen secundaria 1 - La Hermandad de los Estudiantes regresó a sus orígenes con un histórico Vía Crucis
Imagen secundaria 2 - La Hermandad de los Estudiantes regresó a sus orígenes con un histórico Vía Crucis

La presentación del Cristo de la Sangre también hizo más extraordinario esta jornada. Escoltado por las dos grandes lonas que embellecerán durante todo el año la fachada del templo salía a la calle recibiendo los primeros rayos de sol y luciendo corona de espinas sobre su testa. Una estampa poco habitual y una recuperación histórica que no se daba desde el año 1976. La corona de espinas ha sido realizada por el imaginero onubense Abraham Ceada.

El Señor era portado en unas andas preparadas de manera especial por la priostía del Martes Santo, conformadas por la canastilla de orfebrería del paso de San Sebastián y una sobrecanastilla en la que podía leerse la leyenda «Rex Patriarcharum Filius dei Vivi Splendor Patris Via et Vita Nostra Pater Pauperum Thesaurus Fidelium». Las andas eran iluminadas por los candelabros de guardabrisa cedidos por la Hermandad de la Soledad, mientras que a los pies de la cruz se situaba el cráneo de Adam de la Hermandad de la Santa Cruz.

Rosas, claveles, orquídeas y cardos en tonos malvas y morados daban forma al monte sobre el que se elevaba la cruz, completándose el exorno floral con dos bouquets a ambos lados del crucificado compuestos por calas negras, cardos y flor de cera.

El azahar de los naranjos de estos barrios de la ciudad perfumaban el caminar del Cristo de la Sangre. Un caminar que le llevó a pasar junto al monumento en homenaje a quien fue su autor, el imaginero ayamontino Antonio León Ortega. Tras casi dos horas de recorrido el Cristo de la Sangre regresaba al templo que vio nacer a la hermandad y del que se marchó en 1960. No ha sido esta la única vez que ha vuelto a su antigua casa. Ya hizo lo propio en 1983, presidiendo también el rezo de una Vía Crucis.

Una vez en el interior del templo daba comienzo el rezo de la primera de las estaciones del Vía Crucis. Un Vía Crucis conjunto de las comunidades parroquiales de San Sebastián y del Sagrado Corazón de Jesús. Las demás estaciones se rezarían a lo largo del recorrido de regreso a San Sebastián. Estaciones marcadas por las cruces de guía de las hermandades invitadas al rezo, cuyas representaciones se integraron al cortejo durante el recorrido de vuelta. Estaban presentes las otras hermandades del Martes Santo: Sentencia, Lanzada y Pasión; así como las de la parroquia del Corazón de Jesús: Montemayor, Cena, Tres Caídas y Victoria; y la Hermandad del Santo Entierro. También se unió al cortejo José Manuel Barral, párroco del Polvorín.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación