Crónica del Jueves Santo en Huelva: Un clásico regusto y sin sobresaltos meteorológicos

La jornada pudo disfrutarse de principio a fin, sin mirar al cielo y sólo concentrados en las bellas estampas que se sucedían en la calle

Jueves Santo de la Semana Santa de Huelva 2025, en directo: horarios, itinerarios y última hora hoy

El Cristo de la Misericordia cruzando la plaza de las Monjas Carlos fernández

Sergio Borrero

Huelva

Salió el sol, tímido entre las nubes, y Huelva pudo disfrutar de una nueva jornada de su Semana Santa sin preocuparse por la lluvia. Salió el sol y salieron cuatro cofradías que llenan de sabor cofrade uno de los días más clásicos de la Semana Santa onubense: su Jueves Santo. Oración, Buena Muerte, Misericordia y Judíos forman el maridaje perfecto tras una jornada de emociones desbordadas y a las puertas de que todo se acabe.

En la Parroquia de la Concepción es donde todo comienza el Jueves Santo. Con la Madrugá junto a Jesús Nazareno presente en el pensamiento, le tocaba el turno en la tarde a la Archicofradía de la Vera+Cruz y Oración en el Huerto. Si en las vísperas la calle se hacía multitud para presenciar el desfile de la Legión acompañando al Cristo de la Vera+Cruz, en la jornada de hoy el elegido público que presencia el desfilar de la Archicofradía puede disfrutar de dos de los grandes pasos de la ciudad, el del Cristo de la Oración en el Huerto y el primoroso palio de la Virgen de los Dolores Coronada.

Los sones de la Banda del Sol de Sevilla sonaban un año más tras el Cristo de Ortega Bru, sones clásicos que casan a la perfección con el trabajo costalero del misterio, andando de frente a las órdenes de Manuel Gómez 'Carnicerito'. Las plumas de la banda se mezclaban con los nazarenos de blancos hábitos que integran los largos tramos de la cofradía. Tramos repletos de detalles, como la presencia de nazarenos que visten el hábito negro y verde de la Vera+Cruz o los que visten el primitivo de la Oración, que añade la capa blanca al hábito actual. Para pararse y admirar es también el maravilloso juego de insignias que la cofradía pone en la calle.

Tras el Señor y con la cruz de guía de la propia cofradía asomando ya por Placeta llenaba la ciudad con su presencia Nuestra Madre y Señora de los Dolores Coronada. Su palio grana bordado en plata y su personalísimo manto 'de los fideos' bordado en hojilla de plata hacían conjunto con el característico exorno floral en forma piramidal, de rosas rosas. Con marchas solemnes avanzaba y se perdía el paso de palio por la calle Botica a sones del Liceo de Moguer.

El misterio de Los Judíos saliendo de La Merced clara carrasco

Casi a la misma hora muy cerca de allí, en la plaza de las Monjas, salía la segunda cofradía del día. Salida peculiar la de la Hermandad de la Buena Muerte, tanto por las pequeñas dimensiones de la puerta del Convento de las Agustinas, como por la manera de formar el cortejo. Un cortejo que sale formado desde el Colegio de las Agustinas e ingresa en la iglesia por la puerta trasera, para acompañar a sus titulares en su estación de penitencia. Túnicas negras cinturón de cuero que recuerda a la vinculación que la hermandad tiene con la Orden de San Agustín.

Sobre un monta de claveles rojos se elevaba el Cristo de la Buena Muerte. Un monte en el que tiene que meterse hasta la cintura para poder sortear el dintel de la puerta, saliendo también los costaleros de rodilla. Un esfuerzo sobrehumano que bien merece la pena si el resultado es poder contemplar al Cristo de la Buena Muerte un año más por las calles de Huelva. Los últimos rayos de sol de la tarde impactaban en la caoba que se realizara en el taller de Miguel Hierro y los sones de la Banda de la Expiración, Salud y Esperanza resonaban con fuerza en la estrecha calle Tres de Agosto. Curiosa es la salida y curioso el procesionar por los primeros metros del itinerario, atravesando la línea de palcos gracias a las ruedas instaladas en la última fila de los palcos instalados en la céntrica plaza.

Si difícil es la salida del Cristo, lo mismo sucede con la del paso de la Virgen de Consolación. Rodilla a tierra de sus costaleros y la cruz embutida en el interior del paso. La Virgen de Consolación se elevaba mirando a la cruz vacía sobre un monte de corcho salpicado de distintas variedades florales todas en tonos morados. Curiosa estampa de un paso que es deseo de la cofradía que luzca muy distinto en un futuro. Primero con el manto bordado que ya se le está realizando a la dolorosa en el taller de Artebord y segundo, con la realización de un nuevo paso a imagen de la 'casa cuna' que ya poseyera hace décadas la hermandad. Volvían tras las andas de la Virgen los músicos de la Banda de la Consolación, la única banda de palio onubense sin contar a la Municipal y que hacía unos años que no se dejaba oír en nuestra Semana Santa.

Imagen principal - Enh la imagen superior, el cristo de la Buena Muerte; sobre estas líneas, dos mujeres ataviadas con la mantilla y a la derecha, el misterio de Oración en el Huerto
Imagen secundaria 1 - Enh la imagen superior, el cristo de la Buena Muerte; sobre estas líneas, dos mujeres ataviadas con la mantilla y a la derecha, el misterio de Oración en el Huerto
Imagen secundaria 2 - Enh la imagen superior, el cristo de la Buena Muerte; sobre estas líneas, dos mujeres ataviadas con la mantilla y a la derecha, el misterio de Oración en el Huerto
Jueves Santo clásico Enh la imagen superior, el cristo de la Buena Muerte; sobre estas líneas, dos mujeres ataviadas con la mantilla y a la derecha, el misterio de Oración en el Huerto Clara Carrasco/ Carlos Fernández

Nada de música, sólo el toque de luto de las campanas, resonaba en la calle Rábida. Apenas unos minutos después la tercera hermandad se echaba a la calle, la segunda que psaría por la carrera oficial. La hermandad de silencio del día. La única hermandad de ruán de Huelva. La Hermandad de la Misericordia.

El muñidor marca el caminar recto y sereno de la cofradía, de altísimos nazarenos completamente enlutados y rodeados de un silencio sepulcral, tan solo roto por el rachear de los costaleros. Silencio que debe aprender a respetar el público en todo su recorrido. Sobre su paso barnizado en caoba salía de su capilla propia el Cristo de la Misericordia. Un clásico monte de lirios morados decoraba las sobrias andas.

Faltaba por completarse la jornada y lo hacía minutos pasados de las ocho de la tarde con la salida de la Hermandad de los Judíos. Estampa novedosa la que ofrecía la cofradía servita en este 2025. En vez de recorrer el porche catedralicio, la cruz de guía seguía paso al frente y accedía a la plaza directamente, gracias a la rampa colocada este año. La nueva disposición urbanística de la plaza y la necesidad de la hermandad de distanciar sus pasos para evitar el cruce de bandas en la salida han motivado esta decisión.

Con sus hábitos juanmanuelinos, de color grana y crema, los nazarenos que antecedían al primero de los pasos de la hermandad tomaban la plaza a la vez que asomaba por el dintel de la Catedral el paso del Cristo de las Cadenas. Un paso que combina los siglos de historia que atesora el Cristo de las Cadenas, con la contemporaneidad del misterio que lo acompaña, obra reciente de Martín Lagares. Sones de la Victoria de León acompañaban la primera chicotá del Señor en esta tarde primaveral y lo harían a lo largo de toda la noche.

La jornada fue el reposo absoluto después de tantas incertidumbres por el tiempo vividas en días anteriores

Lo mismo haría la Agrupación Musical Santa Cruz tras el segundo de los pasos de la cofradía, el del Buen Viaje. Sones de agrupación pero con un estilo y una selección de marchas totalmente adaptado al procesionar de Cristo Crucificado. Un paso que será reformado próximamente, a fin de recuperar la impronta que poseía la canastilla hasta antes de que fuera destruída en la guerra civil. La imagen de talla genovesa ofreció un espectacular marco al descender por la rampa teniendo de fondo la fachada principal del templo mercedario.

Faltaba por salir el motivo fundacional de la cofradía,María Santísima de los Dolores. Antecedía al paso de palio que bordara Juan Manuel Rodríguez Ojeda el nuevo simpecado servita de la corporación, que no pudo salir el pasado año a causa de la lluvia. Una magna obra que recupera para la ciudad el diseño de un antiguo simpecado, el de la Hermandad del Rocío de Huelva que fuese destruido en la contienda civil. La Virgen de los Dolores salía a las calles onubenses a sones de su ya icónica marcha, interpretada por la Municipal de El Cuervo.

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