Fallece Isabel Ochoa, 'casi cien años de historia de la hermandad del Nazareno'

Murió a las cuatro de la mañana, a la misma hora que hasta que sus fuerzas se lo permitieron acudía a las puertas de la Concepción para acompañar al Señor cada Madrugada de Viernes Santo.

Llega a la hermandad, siendo una niña en 1940, cuando la nómina de hermanos se escribían en libros separados, clasificados por hombres y mujeres. Tiempos difíciles de recomposición después de la guerra civil. Gozó de la cercanía del Señor desde niña, ayudando a su madre, Amalia, en las labores propias de Camarista del Nazareno.

Presidió la mesa petitoria innumerables veces en aquellos inolvidables besapiés cuando se celebraban en Domingo de Ramos, toda una vida de devoción nazarena, y supo transmitir esa devoción y esa entrega a todos sus hijos.

En el último besamanos de la Virgen, casi a la hora de cerrar, Isabel sentada delante de la Amargura, en el silencio profundo de su oración, parecía que estuviera despidiendo de Ella, hasta hoy que seguro la habrá vuelto a ver revestida de gloria.

Se va con Doña Isabel Ochoa Borrero casi cien años de la historia se nuestra hermandad, y un estilo de vivir y servir a la hermandad muy distinto al de ahora donde la mujer cofrade,la mujer del cofrade y la mujer madre de cofrades, brillaban incluso en el segundo plano que entonces ocupaban, prestando a la cofradía un impagable servicio.

Descanse en paz nuestra hermana Isabel que se puso en camino a la casa del Eterno Padre a la misma hora que su Hijo, Jesús Nazareno empieza a caminar en la Madrugada, y dejando como mejor herencia la devoción inculcada y transmitida a todos sus hijos, a toda su familia, a la que expresamos nuestro más sentido pésame en la seguridad de que ya goza de la presencia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, su Señor en la tierra y en el Cielo.