CONFIDENCIAL
El runrún: Sonrisas para un Congreso envenenado
Pocos dudan de que la legislatura que acabamos de estrenar –e independientemente de cuanto dure– será una de las más convulsas de nuestra baqueteada democracia
La reedición del pacto de Pedro Sánchez con la extrema izquierda y los partidos separatistas, incluyendo el liderado por un prófugo de la Justicia como Carles Puigdemont, podría garantizar al candidato del PSOE cuatro años más al frente de Gobierno pese a que perdió las elecciones celebradas en plena canícula. Hoy, sin embargo, en su mayoría ajenos al endiablado tablero político que se ha conformado en las Cortes, los diputados –veteranos y noveles– han participado en la votación para constituir la Mesa del Congreso, el paso previo antes de elegir a un candidato para la Presidencia del Gobierno y el arranque de la XV legislatura.
Allí hemos podido ver rostros políticos que nos son muy familiares en un contexto muy diferente al acostumbrado, celebrando su llegada al 'sancta sanctorum' de nuestra democracia. Hablamos, entre otros, del exalcalde de Huelva, el socialista Gabriel Cruz, o de la expresidenta de la Diputación, María Eugenia Limón, ambos socialistas, con escaño en el Congreso y el Senado, respectivamente; o de la exdelegada del Gobierno, la 'popular' Bella Verano, que también se estrenaba en la cámara baja. Tras los reencuentros, los saludos y los 'selfies' de los recién llegados, toca intentar un imposible: conseguir conformar una mayoría de Gobierno que no ahonde la fractura de la sociedad española y, a poder ser, sin arrojar por la ventana nuestra Constitución. Casi nada.
Adiós a la estación 'fake'
Pónganse en situación: llega usted a una ciudad española que no conoce y trata de localizar la estación de tren. Por suerte, se topa en una de sus avenidas con un gigantesco letrero de Adif con el nombre de la ciudad y el inconfundible símbolo de una locomotora sobre unos raíles. Ve incluso el típico aparcamiento para dejar y recoger viajeros y, por supuesto, decide dirigirse al edificio anexo. Allí descubre que está delante de una estación fantasma. Pues esto precisamente es lo que ha podido pasarle hasta hoy mismo a cualquier persona que visitara nuestra ciudad y no conociera esta peculiaridad.
Antes
Después
Por eso, el Ayuntamiento ha decidido 'tunear' el monolito identificativo de la antigua estación de la Avenida de Italia, para evitar confusiones a los viajeros, atendiendo a las advertencias que, al parecer, han hecho llegar algunos vecinos a instancias municipales. Para ello, qué mejor que lucir la marca 'Huelva Original', esa que ideó el anterior equipo de gobierno y que sirve hoy para ocultar la desidia de Adif, una chapuza al fin y al cabo. Eso sí, lo de 'Huelva Original' viene que ni pintado porque. ¿en qué otra capital se habría consentido durante cinco años esta anomalía?