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El runrún: reabre un mítico bar de la sierra
El establecimiento se inauguró a finales de los años 50, ha ido pasando por varias manos que le han dado su sello y ahora vuelve a abrir el 1 de julio
Los oriundos de cada lugar pueden hilar épocas y poner en pie recuerdos recorriendo los bares en los que dejaron sus grandes momentos. En la localidad onubense de Galaroza, los autóctonos recordarán establecimientos como 'La Pacheca', el Pub de Julio o el Bar Venecia, que gracias Carolina Civit vuelve a navegar el próximo 1 de julio.
Como recuerda el periodista Antonio F. Tristancho, los bares son lugares de referencia en todos los pueblos y en Galaroza el Bar Venecia lo fue desde finales de los años 50. Curiosamente ha estado décadas abierto pero se ha producido en él una sucesión de emprendedores que se han ido relevando, personas que han gestionado el lugar, aportándole su sello e intentando crear dinamismo económico y recreativo.
José María Ortega, apodado cariñosamente 'Jerrerito', fue su primer propietario y entonces bautizó a su bar como 'Salón Venecia', según algunas fotografías antiguas publicadas por su yerno, José Muñiz Tavira, en alusión al barrio cachonero de Venecia, llamado así porque en la zona desaguaban las aguas de diversos manantiales y desgües, dejando el lugar como una laguna.
Se convirtió pronto en el centro de animación del barrio, entre otras razones porque allí tenía la parada el autobús de la empresa Casal que a diario hacía varios recorridos hacia Sevilla, Rosal de la Frontera y otras localidades. Los vecinos bajaban a ver el 'Saure', como denominaban al vehículo por ser de la famosa marca suiza 'Saurer', esperaban a familiares que volvían al pueblo, saludaban a los viajeros y visitaban el bar.
Más recientemente, todo el pueblo recuerda a Avelino Tristancho, que arrendó el bar en 1974, el mismo año que trasladaron la parada del autobús hasta la zona de El Cenagal. Este nuevo inquilino sufrió un incendio en el local cuando su hija mayor apenas tenía seis meses, y pudo salir adelante con la ayuda de todo el pueblo. Tras salir de aquella ruina, le puso al bar el sobrenombre de 'La Solera de los Bares', en alusión a su trayectoria y a su resiliencia.
Allí estuvo nada menos que Lola Flores, cuando actuó en las fiestas patronales de Galaroza, y conoció a toreros como Manuel Benítez 'El Cordobés'. En general, acogía a los huéspedes que se alojaban en el cercano Hotel Venecia. Allí se servían tapas como las morcillas de lustre y los revoltillos.
Tomaron el testigo seguidamente los hermanos Carranza, Domingo y Javier. En 2004 se inició la segunda reforma del edificio, que mejoró la vivienda de la planta superior y cambió la fisonomía del bar. Ahora, una nueva emprendedora serrana se une a este catálogo de gestores. Se trata de Carolina Civit Ginés, que atesora un amplio bagaje en la hostelería fundamentalmente de Aracena. Empezó a trabajar en el sector en el año 2000, en el bar de Recio. Ha pasado por los bares más emblemáticos de la localidad, como Bar La Placita, Gran Vía, La venta de Aracena, La Bodega del Carmen, Puerta 20 y Experience by Fuster.
Con el nombre de 'Nueva Venecia', se va a centrar en variados desayunos, menús diarios para ofrecer a los viajeros, tapas y raciones tradicionales pero con un toque distinto, y en general la profesionalidad para generar un buen ambiente que conserve las raíces del bar y le aporte un aire nuevo que atraiga a más gente. Mantendrá las ventajas tradicionales, como son su ubicación junto a la carretera nacional o su vinculación con el senderismo, ya que son cientos los caminantes que toman el Venecia como origen o destino de su ruta.
La reinauguración del bar tendrá lugar el sábado 1 de julio, y de 12.00 a 13.00 horas se invitará a degustaciones.
La Torre Almenara, indefensa
Es lamentable y preocupante cuando monumentos de los que debería enorgullecerse la población que los acoge son objeto de vandalismo y falta de respeto por parte de sus propios vecinos. Estas acciones irresponsables revelan una falta de educación y civismo que no por frecuentes deben ser toleradas. En este caso nos referimos a las pintadas que 'adornan' la Torre Almenara de Punta Umbría justo cuando se va dar el pistoletazo de salida para la llegada a la localidad de miles de turistas y veraneantes. El hecho de que la población local no cuide su propio patrimonio, ya sea cultural o natural, a pesar de que se trata de su principal fuente de riqueza, resulta inconcebible, ya que no solo hablamos de atractivos para los turistas; también son un testimonio tangible de la historia y la cultura de una comunidad. Preservarlos es un acto de responsabilidad y respeto hacia las generaciones pasadas y futuras. Y este mismo principio podríamos hacerlo extensible a cualquier punto de nuestra geografía, ya que malos ejemplos al respecto no faltan. El nuevo alcalde puntaumbrieño, en este caso en particular, tiene trabajo por delante, ya sea poniendo en marcha campañas de sensibilización o vigilando más estrechamente estos lugares para prevenir el vandalismo, sancionando duramente a quienes destruyan o ensucien el patrimonio de todos.
Grafitis en la Torre Almenara de Punta Umbría.
— 𝗕𝗘𝗖𝗔𝗘𝗦 (@BECAES_) June 27, 2023
Extremen en limpieza de calles y playa ante el aluvión de turistas.@AndaluciaJunta @ppandaluz @pphuelva@AndaluciaVox @Miguel_VOX_Alj @AytoPuntaUmbria @albertofdezpp @Huelva_Vox @RafaSegoviaVOX @iupuntaumbria @DiarioHuelva pic.twitter.com/JTIfW0sepj