El runrún: De querer comprar el Recreativo a investigado en una trama de extorsión, secuestro e intento de asesinato

Sabemos que la vida da muchas vueltas pero no por eso deja de sorprendernos, como le pasa a los aficionados del Decano que han conocido la noticia en clave de sucesos con un aspirante a ser dueño del club como protagonista

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Óscar Romero, protagonista por unos graves hechos CÓDIGO10

Pudo haber sido propietario del Recreativo de Huelva y no lo consiguió pese a intentarlo con insistencia. El Ayuntamiento de Huelva, entonces gobernado por Gabriel Cruz no le vio el candidato adecuado para confiar los designios del Decano y sus múltiples ofertas no prosperaron. Hablamos de Óscar Romero y su sociedad, Krypetia Capital, que no obstante estuvo relacionado con el club porque prestó dinero. Fue un parche necesario para la asfixia económica de la entidad en 2018 y hasta 2021 estuvo rondando a la entidad, realizando aportaciones a otros clubes y entidades a través de Huelva Capital.

Romero llegó a Huelva como un hombre de negocios, con inversiones en diferentes ámbitos, y también en el deportivo. Quien le tratara tendrá su experiencia en ese momento, pero el retrato actual del personaje ha dejado helado a más de un recreativista. Y no es para menos, porque según el programa de la cadena de televisión Cuatro 'Código 10', especializado en sucesos, se investiga a Romero por una presunta trama de extorsión, secuestro e intento de asesinato.

Denuncias por lesiones, estafas y secuestros

El programa que presentan Nacho Abad y David Alemán indica que desde finales de los 2000 Romero acumula «numerosas denuncias por lesiones, estafas y secuestros». Mostró el testimonio de Joseba, una de las presuntas víctimas de los intentos de secuestro que ha vivido cuando tenía que resolver un trámite inmobiliario con Romero.

Según este testigo, el presunto secuestrador le dijo que si no le vendía su casa en dos años debía pagarle 180.000 euros. Joseba acudió a la vivienda en la que vivía Romero de alquiler para solucionar las cosas y sufrió una gran paliza a manos varios encapuchados. «Me tiraron al sofá y ahí es donde me ponen las bridas y la capucha», relató.

«De esas cuatro horas que estuve ahí, durante tres y media pensaba que iba a morir», dice y asegura que «ahora tengo muchísimo más miedo». Además, puso como ejemplos de amenazas que «he tenido un intento de tirarme de la moto y me han aparecido varios pájaros muertos en el jardín».

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