CONFIDENCIAL

El runrún: Productos yankis, 'go home'

Quizá pronto veamos en nuestros supermercados iniciativas como la que se ha puesto en marcha en otros países europeos: marcar con una estrella lo que no proceda de los Estados Unidos para castigar las importaciones 'made in USA'

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Etiquetas con estrella para evitar los productos no estadounidenses EFE

La enloquecida deriva proteccionista emprendida por el presidente Donald Trump, no le saldrá gratis a los EEUU. Y no lo decimos por la aplicación recíproca de aranceles que, de adoptarse con la crudeza anunciada, empobrecerá a las dos orillas del Atlántico; también deberán soportar los productos estadounidenses las consecuencias de la nueva política que el magnate republicano ha traído a La Casa Blanca, una ola de antipatía antiamericana que está empezando a recorrer el mundo y que en el Viejo Continente ya se traduce en un boicot indisimulado a todo lo que nos envía el Tío Sam.

La mayor parte de los establecimientos daneses y varias cadenas en Suecia y Noruega, por ejemplo, están ya identificando los artículos de procedencia europea con una estrella en las etiquetas de precio, para diferenciarlos de los 'made in USA'. Este movimiento, que comenzó en redes sociales con el grupo «Boykot varer fra USA», cuenta ya con cientos de miles de seguidores y está extendiéndose rápidamente por toda Europa.

El boicot ha provocado descensos significativos en la facturación de importantes cadenas como las alemanas Lidl, Kaufland y DM o la holandesa Spar, que han visto reducir sus ventas de productos estadounidenses de manera drástica. En Montenegro, por ejemplo, las cifras cayeron de 4,24 millones de euros a 2,96 millones en la primera semana de boicot.

Quizá pronto en los supermercados de Huelva tendremos también la posibilidad de conocer de un solo vistazo cuáles son los productos yankis –más de los que nos imaginamos– y de esta manera responder con el poder que tenemos como consumidores a la agresión comercial estadounidense. Mientras tanto, sólo hay molestarse en leer la letra pequeña para conocer el origen de cualquier producto a la vente. Es la forma más sencilla que tenemos de sumarnos a esta corriente europea de protesta contra las políticas comerciales de Trump, utilizando el único lenguaje que parece entender: el impacto económico en sus exportaciones.

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