El runrún: Un lince en el espacio

09/10/2024
Actualizado a las 20:37h.

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Aunque la incipiente aventura espacial que supuso el lanzamiento del Miura 1, hace ya un año, es motivo de orgullo para todos los españoles, en Huelva el proyecto nos concierne de un modo más directo por razones obvias: el cohete se elevó por primera vez hasta los límites de la atmósfera en territorio onubense, concretamente en las instalaciones que el INTA tiene en la costa de Mazagón.

Todos pudimos ver aquella noche la exitosa misión del Miura 1 casi como aquel viaje a la Luna del Apollo XI que mantuvo al país pegado al televisor. Con una diferencia: en esta ocasión la aventura, aunque más humilde, estaba protagonizada por tecnología cien por cien nacional.

Y si, en este sentido, aquel ingenio construido por PLD Space tenía un nombre evocador, la empresa sorprendía el lunes con otro golpe de efecto que contenía un guiño a este rincón de Andalucía tan importante ya en la historia aeroespacial española. Nos referimos al programa Lince, que promete ser otro hito en nuestra carrera espacial al ser el primer intento serio por desarrollar una cápsula tripulada.

Diseñada por PLD Space, contará con un volumen interno de ocho metros cúbicos y podrá albergar a cuatro o cinco personas en su interior. Su versatilidad es sorprendente, ya que puede ser enviada a la Estación Espacial Internacional con una carga de cinco toneladas y regresar a la Tierra transportando 3,4 toneladas. No obstante, su ambición no se detiene ahí: la cápsula también tendría la capacidad de viajar a la Luna y regresar de su misión amerizando en el océano Atlántico o Mediterráneo. Auténtica ciencia ficción incluso para el resto de países europeos.

Respecto al nombre, quizás el hecho de que el lanzamiento de este programa ocurriera tan cerca de Doñana no sea una mera coincidencia y se ha seleccionado otro animal, en este caso nuestro emblemático felino, como símbolo de resistencia y adaptabilidad, dos cualidades clave para una aventura con la que España espera entrar por la puerta grande en la carrera espacial.

No han hecho más que llegar las primeras lluvias y ya han hecho falta varias asistencias médicas en el entorno de San Pedro, donde el nuevo pavimento tras la peatonalización se ve que va a obligar a andar con más cuidado.

Hasta tres personas han acabado este miércoles resbalando en la calle Daoiz, teniendo incluso que acudir los servicios médicos a atender a alguno de los accidentados.

Cierto es que no se trata de un peligro exclusivo de la zona -ojo a quien ande en días de lluvia por la calle San Sebastián con según qué calzado-, pero también que los vecinos ya lo habían advertido nada más colocarse el nuevo suelo, alertando de que el mismo no tenía el acabado rugoso clásico que permite evitar caídas. «Los resbalones y caídas están asegurados», señalaban ya en junio los vecinos, y parece que con las primeras lluvias las predicciones se han cumplido y las caídas no se han hecho esperar.

La Policía Nacional Adscrita a Andalucía informa en sus redes sociales de que el Ayuntamiento de Huelva ha procedido a cerrar un taller mecánico clandestino (a ciencia cierta se desconoce cuál es) que además era reincidente, ya que no cesó sus actividades ilícitas pese a que ya había sido avisado varias veces con antelación.

Realizaba reparaciones en plena vía pública sin garantías y fuera de la legalidad, una práctica por desgracia bastante habitual y que provoca que cada año se cierren varios en la capital y la provincia.

Los agentes de la Policía Nacional recomiendan también «acudir siempre a talleres legales, con personal cualificado. Protege tu seguridad y la de todos». Así debería ser.

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