El runrún: El bikini, sólo en la playa

Les hablamos del Algarve, y de la sorprendente medida que han adoptados las autoridades de uno de sus principales núcleos turísticos: Albufeira. Allí, hartos al parecer de los excesos de los turistas, en su inmensa mayoría de origen británico, prohibirán a los turistas –o a cualquier viandante, suponemos– ir por la calle en bikini o traje de baño.

Según informaron desde el ayuntamiento de esta localidad, la multa –que puede alcanzar los 500 euros– forma parte de una ofensiva contra la semidesnudez fuera de las zonas consideradas exentas, como las playas y las piscinas de los hoteles, ya que el crecimiento de turistas en la zona, a juicio de las autoridades, está provocando que se pierda la esencia del lugar que consideran un «destino multicultural, familiar y seguro». Resumiendo, que tratan de impedir que Albufeira se convierta en lo que ya hemos visto en determinados enclaves de Mallorca o la costa catalana como Magaluf, Salou o Lloret de Mar, donde el turismo 'low cost' de borrachera británico o alemán lleva años campando a sus anchas. El Código también estipula multar la misma cantidad a los turistas que sean sorprendidos orinando donde no deben. Y cualquier turista que se desnude completamente en la calle o sea sorprendido manteniendo relaciones sexuales en un lugar público, recibirá un golpe aún más duro al bolsillo, con multas que varían entre los 1.000 y los 4.000 euros.

Afortunadamente, Huelva de momento se encuentra a salvo del turismo salvaje que ha terminado destrozando destinos españoles tan tradicionales como los apuntados, pero no está de más tener presente lo que ocurre a nuestro alrededor para estar, si cabe, aún más prevenidos.