CONFIDENCIAL
El runrún: El bar que duró menos de un año
Cuando uno sale a la calle un viernes o un sábado en Huelva puede tener la tentación de pensar al ver rebosar las terrazas de bares y restaurantes que estos establecimientos son los ideales para tener un negocio próspero
El runrún: Monajuana reclama refuerzos «urgentemente»
Quien tenga algún amigo o conocido que regente un bar sabrá lo sacrificado y nada sencillo que es gestionar un establecimiento de este tipo.
Todos conocemos los nombres de bares conocidos que han logrado durante años ser referencia para los onubenses, pero es mucho más amplia la lista de establecimientos que duran bastante menos. Incluso cuando le va bien es difícil conseguir una temporada larga. Recientemente vimos cómo se despidió La Cervecería La Ría y también en estos últimos tiempos cerró la Taberna La Cántara, situada en la calle Garci Fernández.
Este establecimiento no ha durado ni un año. En este mismo espacio indicamos el pasado 31 de octubre de 2022 que se estaba preparando para su apertura. Ahí era todo ilusión y ganas y funcionó como combustible, pero más adelante esto no ha sido suficiente y no se ha podido evitar el cierre. Buena suerte en el próximo proyecto.
Sacrificio o paraíso para 'Aníbal'
Ya conocíamos lo que desde la comarca de Doñana han hecho por los burros y otras especies asociaciones como 'El Burrito Feliz' o las responsables del santuario 'Wendy Clements', donde viven en su particular paraíso y en aparente armonía animales de lo más diverso. Hoy, precisamente desde estos colectivos nos han hecho llegar una historia conmovedora cuyo final –feliz o no– aún está por escribir. Su protagonista es 'Aníbal', una cabra que a pesar a su aparente buena salud podría tener los días contados.
La historia comienza en la localidad sevillana de Utrera, donde una pareja encuentra a Aníbal en mal estado y decide cuidarlo y recuperarlo. El animal responde positivamente a los cuidados e incluso parece hacer buenas migas con las gallinas que tiene por vecinas. Todo parece ir bien hasta que la pareja decide regularizar a Aníbal según la nueva Ley de Bienestar Animal. Su objetivo es que la cabra pueda ser adoptada en el Santuario 'Wendy Clements' ubicado en Chucena, en Huelva. Sin embargo, las responsables del santuario informan a la pareja de que, según esta nueva ley, Aníbal debe estar regularizado y vacunado antes de ser trasladado. Comienza así una odisea burocrática para salvar su vida. El proceso implica la vacunación, la colocación de un chip de identificación y la legalización en un recinto catalogado como «explotación ganadera».
A pesar de los obstáculos y el dinero necesario para todo ello, la pareja no se rinde y recurre al ayuntamiento de Utrera para llevar a cabo los trámites. Sin embargo, la situación da un giro inesperado cuando la Junta de Andalucía propone el sacrificio de Aníbal sin realizar la analítica que demostraría su salud. Aparece una luz de esperanza cuando se plantea un protocolo para realizar la analítica, pero la burocracia, que es bastante más tozuda que Aníbal, no ha terminado de indultarla –con todas las garantías sanitarias, por supuesto–. La pareja, con el apoyo del equipo municipal de Utrera, asume todos los gastos del proceso, pero la incertidumbre persiste, por lo que diversos colectivos, como 'Mujeres por Doñana', la propia Asociación 'El Burrito Feliz' y 'Sonrisas Peludas', se unen en una campaña para evitar su injusto sacrificio.
Incluso el Santuario 'Wendy Clements' solicita la intervención del Consejero de Agricultura de la Junta para salvar su vida. Y aunque reconocen la importancia de estos mecanismos de control para evitar enfermedades en la cabaña ganadera, también piden comprensión y apoyo para salvar a este animal. Confían en la participación positiva de la Junta y advierte de la posibilidad de una avalancha de animales abandonados si la legalización conlleva sacrificios. Pero son optimistas y ya incluso anuncian la fiesta de bienvenida que un grupo de escolares onubenses está organizando para darle la bienvenida a su nuevo hogar junto a Doñana.
Omar Banana, premio LGTB
Como muchos de nuestros lectores sabrán, el nombre del onubense Omar Banana comenzó a sonar con la serie de Paquita Salas, en la que interpretaba al chófer que llevaba a Macarena de los Goya a casa de Leiva. El actor tuvo claro desde pequeño que quería dedicarse al mundo de la interpretación. Con el descubrimiento que hicieron 'Los Javis' fichándole para esta serie, su vida dio un giro radical y aunque ha hecho otros papeles como en la serie 'Veneno', 'Reyes de la noche' o 'La reina del pueblo', su consagración, por así decirlo, le ha llegado como uno de los protagonistas de 'Te estoy amando locamente', una emotiva película que reivindica la memoria histórica del colectivo LGTB en España, al que él aseguró representaba con orgullo. Quizá por ello, no ha tardado en recibir ese afecto de vuelta en forma de premio; el que recogerá en la quinta edición de los Premios LGTB Andalucía, que reconocen la trayectoria de asociaciones, personas e instituciones que luchan por la normalización de estas personas.
Y afortunadamente son muchos los que lo hacen, a juzgar por la nómina de galardonados, 30 nada menos, con alguno más aún por confirmar. Fíjense si el abanico es amplio que en él podemos encontrar al mismísimo presidente norteamericano Joe Biden, por firmar la ley que protege el matrimonio igualitario en Estados Unidos. Nosotros, desde aquí, felicitamos a Omar, por la parte que nos toca.