CONFIDENCIAL
El runrún: Goiko Grill, espías a la parrilla
Como muchos de nuestros lectores sabrán, la cadena de hamburgueserías Goiko Grill tiene previsto aterrizar próximamente en la capital, concretamente en la céntrica calle Rico
El runrún: reabre un mítico bar de la sierra
Sabíamos, por sus campañas de publicidad, que esta empresa está especialmente orgullosa de la calidad de sus elaboraciones y que huyen del concepto tradicional de comida basura. El toque 'gourmet' que pretenden transmitir como imagen de marca se lo toman, al parecer, muy en serio. Al menos eso se desprende del relato que publica El Confidencial, donde se asegura que los responsables de sus establecimientos han de firmar un pacto de confidencialidad en el que se comprometen a no divulgar los 'secretos' de la casa. Y por secretos nos referimos a cosas como la composición de la carta, la elaboración de los platos, las acciones de marketing o incluso la decoración de los locales. El precio por vulnerar este pacto es el despido, una medida que adoptó contra dos de sus encargados, a los que acusó de competencia desleal. Para recabar las pruebas llegó a contratar los servicios de una agencia de detectives, que descubrió que ambos –a los que la empresa había ascendido de camarero y cocinero a gerentes– echaban unas horitas en otros locales; en este caso, sí, como camarero y cocinero. Aunque el juzgado de lo Social comenzó dando la razón a Goiko Grill, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid corrigió su dictamen y determinó que no existía tal deslealtad, ya que se trataba de negocios muy diferentes, tanto por los productos que allí se servían como por la clientela que los frecuentaba. La empresa recurrió, pero no le sirvió de nada: los despidos fueron declarados improcedentes.
Efectos colaterales en el Recre
Ya sabemos que el Recreativo de Huelva está redefiniéndose a raíz de que el PP ganara la Alcaldía de la capital y Jesús Vázquez se convirtiera en el nuevo presidente del club, con poder para poner todo a su gusto. El consejo ya se retiró antes de que llegara con la escoba el jugador que más veces ha vestido la camiseta del Decano. Y esa parece ser la dinámica, confirmada con la salida de Dani Alejo, que tenía contrato en vigor. Será también lo que acabe ocurriendo con el técnico Abel Gómez y lo mismo que Óscar Arias ha venido para ser nuevo director deportivo, otro profesional vendrá para ocupar el banquillo, muy probablemente otro exalbiazul como José María Salmerón.
Con la salida de Alejo se han producido otra serie de efectos colaterales, pues profesionales vinculados al ya exdirector deportivo se van con él. Es el caso de Pablo Gallardo, que tras ser capitán en el ascenso a la Segunda RFEF pasó a formar parte de la dirección deportiva en el segundo proyecto hacia una categoría superior. Una vez cumplido el objetivo y materializada la destitución de quien confió en él para pasar del campo a los despachos, al sevillano le llega el momento de iniciar una nueva etapa lejos de Huelva. En la despedida del presidente anterior, José Antonio Sotomayor, Gallardo ya tenía claro que su salida era cuestión de tiempo y ya tenía claro que su camino era el de seguir formándose. Qué tenga suerte en su propósito. Ahora es turno para que Óscar Arias sea el que se rodee de colaboradores de confianza. Esto funciona así, cuestión de ciclos.