CONFIDENCIAL
El runrún: Una princesa entre Reyes
Como cada año, han surgido detractores y defensores de la Cabalgata de Reyes en la capital. Aunque sin llegar al nivel de la de Cádiz -si aún no han visto los vídeos e imágenes del oso y las “princesas Disney” no duden en hacerlo-, la de Huelva también ha generado debate en las calles y en las redes sociales.
Las quejas han girado en torno a la “escasa cantidad” de caramelos que se ha tirado por algunas zonas, la velocidad con la que pasaban las carrozas o los discursos “poco acertados” de Sus Majestades al llegar al Ayuntamiento, pues parece que no se han terminado de meter en el papel de Reyes sino que han seguido en el de ellos mismos. Pero sobre lo que no ha habido más que buenas palabras -aparte del éxito de los caramelos blandos, que no se pegaban a los zapatos como en años anteriores- ha sido sobre la participación de una menor con movilidad reducida en una de las carrozas, concretamente en la que precedía a la del Rey Baltasar. Se trata de Ariadna, la hija de Dani Zamora, conocido onubense que maneja la cuenta de @meteohuelva. La menor, que padece la enfermedad del síndrome de Rett, ha podido disfrutar del paseo junto a sus compañeros gracias a que el Ayuntamiento ha adaptado la carroza incluyendo su sillón ortopédico. Además, Ariadna, que pertenece a la Asociación Mi Princesa Rett, ha podido formar parte de una de las carrozas más especiales, la del centenario, en la que un cocinero sujetaba una tarta para conmemorar los cien años de la Cabalgata onubense. Cuando la hija de Dani resultó elegida en el sorteo, “entonces avisamos de la particularidad de Ariadna y desde el primer momento se volcaron con nosotros”, cuenta el padre. “Un día nos citaron en la nave de montaje para que los artistas vieran cómo hacerlo y se hizo la magia”, explica. Se trata de la segunda participante con movilidad reducida que ha podido formar parte de la cabalgata onubense. “Porque los niños con discapacidad también pueden cumplir sus sueños”, reivindica su padre, que también ha querido dar las gracias al Consistorio y al concejal de Cultura, Daniel Mantero, por la implicación. Un simple gesto para la gran alegría de Ariadna y su familia. ‘Starlink', mucho ruido y pocas nueces. Mucho se está hablando en los últimos meses de las voces que, desde la llamada España vaciada, exigen medidas para evitar el despoblamiento de las zonas rurales. Este fenómeno, que también afecta a nuestra provincia, esté directamente relacionado con otra realidad que conocen bien comarcas como el Andévalo o la Sierra onubenses, la de la España desconectada. Con una sociedad cada vez más dependiente de la tecnología, difícilmente las nuevas generaciones se plantearán trasladarse a zonas despobladas y desprovistas de una red adecuada de telecomunicaciones. No ya por el inconveniente de no poder disfrutar, pongamos por ejemplo, de la última serie de Netflix; también porque resultaría imposible teletrabajar o poner en marcha cualquier actividad que requiera estar conectado con el resto de mundo (una casa rural, sin ir más lejos). Eso hoy está ocurriendo en muchos puntos de nuestra geografía. Recientemente los medios se hicieron eco de los problemas que sufre la aldea aracenense de Castañuelo, donde sus 130 vecinos carecen de cobertura tanto de voz como de datos. Aquí, algo tan común como el WhatsApp es poco menos que ciencia ficción. Por eso, muchos habían puesto sus esperanzas en el desarrollo del proyecto ‘Starlink’, que hoy es una realidad y que ya permite en España disfrutar de Internet de banda ancha independientemente de lo remoto del lugar en el que te encuentres. Esto es posible gracias a una red de satélites a la que nuestro router se conectaría, una versión muy mejorada de un servicio que ya se venía prestando (Internet por satélite) pero que este proyecto, liderado por el dueño de Tesla, Elon Musk, promete revolucionar hasta equipararlo –o casi– a las conexiones con que cuentan los abonados de cualquier gran ciudad, algo impensable hasta hace dos días. ¿Y cuál es el problema? Lamentablemente, que el coste no es tan económico como en un primer momento se dio a entender, cuando se vendió como solución a la falta de cobertura en zonas despobladas de cualquier parte del mundo. Al precio del equipo (499 euros más 60 euros de gastos de envío) habría que sumar 99 euros de cuota mensual más otros 9 euros mensuales ‘gentileza’ de una tarifa reguladora impuesta por el Gobierno. Aunque sí parece ideal para negocios ya establecidos o servicios públicos en zonas remotas (en alta montaña, por ejemplo), por no hablar de las posibilidades que brinda en países del tercer mundo, de momento no parece que estas condiciones económicas vayan a revolucionar la vida en nuestros pueblos más aislados. Vulnerable…y atropellada. Dicen los expertos en Biología que la presencia nutrias en el entorno de Huelva es un indicador clave para pulsar el estado de salud de los humedales onubenses, de sus marismas y lagunas. De hecho, investigadores de varias universidades llevan a cabo un censo y se afanan desde hace años en conocer sus hábitos alimenticios, el comportamiento ante la presencia humana y cómo comparten ecosistema con otros mamíferos. No es baladí que el atropello de un ejemplar de nutria ocupe algún espacio en medios locales, como en este runrún. Por segunda vez en poco más de dos meses, en la carretera que une la capital con Mazagón (N-422), a la altura del jardín botánico Dunas del Odiel, frente a la laguna de Las Madres, se ha encontrado otra nutria atropellada (1,20 metros de largo y unos siete kilos de peso). El animal fue localizado por un conductor que pasaba por la zona y fue retirado de la carretera. Movimientos conservacionistas proponen que en las carreteras próximas a los humedales se instalen vallas protectoras además de señales que adviertan a los conductores del paso de nutrias. una especie vulnerable en la actualidad. Igual hay a quien le puedan resultar medidas excesivas pero ya lo han dicho los biólogos, a mayor presencia de nutrias, mejor es el estado de los humedales de Huelva.
‘Starlink', mucho ruido y pocas nueces. Mucho se está hablando en los últimos meses de las voces que, desde la llamada España vaciada, exigen medidas para evitar el despoblamiento de las zonas rurales. Este fenómeno, que también afecta a nuestra provincia, esté directamente relacionado con otra realidad que conocen bien comarcas como el Andévalo o la Sierra onubenses, la de la España desconectada. Con una sociedad cada vez más dependiente de la tecnología, difícilmente las nuevas generaciones se plantearán trasladarse a zonas despobladas y desprovistas de una red adecuada de telecomunicaciones. No ya por el inconveniente de no poder disfrutar, pongamos por ejemplo, de la última serie de Netflix; también porque resultaría imposible teletrabajar o poner en marcha cualquier actividad que requiera estar conectado con el resto de mundo (una casa rural, sin ir más lejos). Eso hoy está ocurriendo en muchos puntos de nuestra geografía. Recientemente los medios se hicieron eco de los problemas que sufre la aldea aracenense de Castañuelo, donde sus 130 vecinos carecen de cobertura tanto de voz como de datos. Aquí, algo tan común como el WhatsApp es poco menos que ciencia ficción. Por eso, muchos habían puesto sus esperanzas en el desarrollo del proyecto ‘Starlink’, que hoy es una realidad y que ya permite en España disfrutar de Internet de banda ancha independientemente de lo remoto del lugar en el que te encuentres. Esto es posible gracias a una red de satélites a la que nuestro router se conectaría, una versión muy mejorada de un servicio que ya se venía prestando (Internet por satélite) pero que este proyecto, liderado por el dueño de Tesla, Elon Musk, promete revolucionar hasta equipararlo –o casi– a las conexiones con que cuentan los abonados de cualquier gran ciudad, algo impensable hasta hace dos días. ¿Y cuál es el problema? Lamentablemente, que el coste no es tan económico como en un primer momento se dio a entender, cuando se vendió como solución a la falta de cobertura en zonas despobladas de cualquier parte del mundo. Al precio del equipo (499 euros más 60 euros de gastos de envío) habría que sumar 99 euros de cuota mensual más otros 9 euros mensuales ‘gentileza’ de una tarifa reguladora impuesta por el Gobierno. Aunque sí parece ideal para negocios ya establecidos o servicios públicos en zonas remotas (en alta montaña, por ejemplo), por no hablar de las posibilidades que brinda en países del tercer mundo, de momento no parece que estas condiciones económicas vayan a revolucionar la vida en nuestros pueblos más aislados.
Vulnerable…y atropellada. Dicen los expertos en Biología que la presencia nutrias en el entorno de Huelva es un indicador clave para pulsar el estado de salud de los humedales onubenses, de sus marismas y lagunas. De hecho, investigadores de varias universidades llevan a cabo un censo y se afanan desde hace años en conocer sus hábitos alimenticios, el comportamiento ante la presencia humana y cómo comparten ecosistema con otros mamíferos. No es baladí que el atropello de un ejemplar de nutria ocupe algún espacio en medios locales, como en este runrún. Por segunda vez en poco más de dos meses, en la carretera que une la capital con Mazagón (N-422), a la altura del jardín botánico Dunas del Odiel, frente a la laguna de Las Madres, se ha encontrado otra nutria atropellada (1,20 metros de largo y unos siete kilos de peso). El animal fue localizado por un conductor que pasaba por la zona y fue retirado de la carretera. Movimientos conservacionistas proponen que en las carreteras próximas a los humedales se instalen vallas protectoras además de señales que adviertan a los conductores del paso de nutrias. una especie vulnerable en la actualidad. Igual hay a quien le puedan resultar medidas excesivas pero ya lo han dicho los biólogos, a mayor presencia de nutrias, mejor es el estado de los humedales de Huelva.