CONFIDENCIAL
El runrún: Nochevieja, la cena más opípara
No hay que irse a una gran ciudad deshumanizada ni a miles de kilómetros a un país subdesarrollado para encontrar situaciones desesperadas y de necesidad.

Las colas del hambre que están a la vista de todos cada día del año – agravadas por la pandemia- nos hablan con toda claridad de la realidad de muchas personas, de muchas familias. Hoy, aún con más razón, cuando los afortunados, a saber, los que tienen/tenemos un techo bajo el que cobijarnos, una cama en la que dormir y comida en la mesa en la noche en la que los hogares despiden el año con la cena más copiosa y opulenta, se asiste a escenas como las que traemos a este runrún: un hombre metido hasta mitad de su cuerpo en un contenedor de basuras. Estremece aun cuando solo (pueden pensar) esté buscando algo de chatarra para vender. El contenedor en cuestión está en Huelva, a las puertas de un supermercado de una conocida cadena y a escasos metros de un centro comercial, en los que a la misma hora que este señor busca entre la basura, salimos con los carros llenos o a medio llenar. La imagen no lo muestra pero en la esquina contraria, ya hay más de una decena de familias haciendo cola a la espera de que abra el comedor social del barrio del Matadero, en el que hay reparto especial con motivo de Nochevieja, igual que ocurrió hace justo una semana, en la celebración de Nochebuena. No hay que culpabilizarse, no, por estar en el lado de los que no necesitan pero no hay que olvidarlo, hoy, en Nochevieja, ni el resto del año que estrenamos en unas horas. Feliz 2022.

Los animales no son de usar y tirar. Si en estos días, caminando por las calles de la ciudad te encuentras con algún cartel que contenga dibujos y mensajes anónimos hechos a mano, no estaría de más prestarle un poco de atención y dejarlo en el lugar que lo hayas visto. Detrás de estos dibujos hay toda una declaración de principios de las generaciones más jóvenes de esta ciudad. Los carteles (folios) han sido realizados por alumnos del tercer curso del CEIP Virgen del Pilar y forman parte de una campaña puesta en marcha por los escolares, bajo la batuta del maestro Luis Anes, en defensa de los animales y forman parte de las iniciativas que pone en marcha una protectora creada por el maestro y sus alumnos, 'Save the Birds'. No se llamen a confusión con el nombre, que esta protectora (no oficial) tiene su mirada fijada no sólo en pájaros sino en cualquier animal, por los que estos pequeños sienten respeto y cariño, por todos. Los alumnos del Virgen del Pilar tratan de concienciar precisamente en el respeto en unas fechas en las que perros, gatos o pájaros suelen llegar de la mano de Papa Noel o de los Reyes Magos sin más compromiso por algunas familias y, a la vuelta de unos días, acaban siendo abandonados. Es una realidad de la que hay datos: se abandonan alrededor del 40% de los animales que llegan a las casas en estas fechas. La campaña pretende igualmente llamar la atención sobre las consecuencias que los petardos y fuegos artificiales - pirotecnia en general- que explota en Nochevieja tiene para los animales, que no encuentran lugar para esconderse y llegan a sufrir incluso paradas. Los mayores tenemos mucho que aprender de estos escolares, que los animales son compañía, no pañuelos de papel de los que nos podemos deshacer sin más.

Saltés te come la cara. Hay todo tipo de formas de desear una feliz salida y entrada de año y muchos apuestan por hacer balance de lo bueno y lo malo vivido, en este caso, en 2021. Nos quedamos con la serie de mensajes lanzados por todo un clásico establecimiento como la librería Saltés. Quienes forman parte de este hogar de libros se acuerdan de los que conviven con ellos de muy diferentes formas. Su relato es el siguiente: “a los que decís que en Amazon es más barato, a los que nos colocáis los libros con el canto de las hojas para afuera, al profesorado que pide a su alumnado descatalogados o autopublicados, a los que directamente piensan que un libro descatalogado nos lo podemos inventar, A los que siguen preguntando por el tercero de Patrick Rothfuss, a los que consideran que esperar 24/48 horas para que nos llegue un pedido es mucho tiempo, a los que entran en la librería para hablar por móvil, a los que piden un 5% pensando que le a a dar dar para pagar la factura de la luz, a todos ellos y quienes ya estabais en nuestro equipo, os comemos la cara”. Pues eso, a comer y celebrar. ¿Te das por aludido?

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