CONFIDENCIAL
El runrún: ¿Aracnofobia en Huelva?
Hasta ahora, quienes han tenido la suerte de veranear en la costa de Huelva, las únicas picaduras a las que han temido han sido a la de los mosquitos. Molestas, desde luego, pero en ningún caso peligrosas.

Con muy mala suerte, quizá algún bañista ha tenido la desgracia de toparse con una medusa o alguna carabela portuguesa, especie esta última que de vez cuando ronda por nuestras playas. Lo que no frecuente, que sepamos, es lo que relataba este mismo martes un tuitero después de pasar, suponemos, uno de los peores ratos de su vida. Según contaba, la mujer de un amigo sufrió el pasado domingo la picadura de una araña en la playa de Cuesta Maneli. El asunto llegó a complicarse tanto que con “fiebre, delirios y dolor abdominal” fue ingresada en la UCI con pronóstico grave. José, que asegura ser biólogo, tuvo la precaución de capturar a la araña para llevarla al centro hospitalario, donde quizá averiguando de qué especie se trataba se podría identificar el veneno inoculado a su amiga y actuar en consecuencia. Lamentablemente, como en una mala película, el ejemplar “se extravió” en el centro sanitario –no especifica cuál– y nada más se supo de él. Antes, eso sí, consiguió hacerle una foto, que compartió en las redes sociales para que algún aracnólogo pusiera nombre al ‘bicho’. No ha habido consenso, aunque hay quien sugiere que se trata de un especimen perteneciente al género ‘Latrodectus’, quizá una ‘Latrodectus tredecimguttatus’, más conocida como viuda negra europea o araña sangrienta, nombre que por sí solo basta para quitar el sueño a mucha gente. Por suerte, la víctima de la picadura parece estar respondiendo al tratamiento y ha mejorado en la últimas horas, según estas mismas fuentes ‘tuiteras’, de lo cual nos alegramos. Eso sí, tranquilos, lo que se dice tranquilos, tampoco nos quedamos.
Los ojos de la UHU ‘cazan’ un bólido sobre Madrid. Desde hace tiempo la Universidad de Huelva viene sirviendo a la comunidad científica y a los apasionados de la astronomía en general imágenes de la llegada de rocas procedentes del espacio que al entrar en ese escudo protector que es la atmósfera se desintegra en forma de bolas de fuego. La noche del pasado sábado este ‘centinela’ que la UHU tiene instalado en el Complejo Astronómico de la Hita, en La Puebla de Almoradiel (Toledo) captó una de estas espectaculares secuencias.
Fue a las 0.58 y según explica José María Madiedo, profesor de la Onubense y responsable del proyecto Smart de monitorización de Objetos procedentes del sistema solar, se trataba de una roca que podía superar la tonelada de peso que entró en la atmósfera a una velocidad de Unos 72.000 km/h por la provincia de Toledo. El rozamiento con el aire hizo que a una altura de unos 81 Kilómetros se volviera incandescente y casi tan brillante como la luna llena, como puede apreciarse en el video. Tras sobrevolar la comunidad madrileña terminó por desintegrarse a unos 34 kilómetros por encima de Fuenlabrada. ¡Afortunadamente, ningún fragmento cayó a tierra!
Mascarillas infantiles a petición de los ‘jefes’. El supermercado más famoso de España asegura que sus ‘jefes’ son los clientes y por petición de estos ha decidido vender mascarillas infantiles. Digamos que la empresa quiere cumplir con ese dicho de que “el cliente siempre lleva la razón”; especialmente cuando el deseo de sus clientes se convierte en ventas aseguradas para sus establecimientos, añadiríamos nosotros. Cubiertas la necesidades de los adultos en lo que a mascarillas se refiere –pues podemos encontarlas ya en cualquier sitio–, el gigante valenciano ha visto un filón en este accesorio y no va a dejar escapar la oportunidad de convertirse en uno de sus principales suministradores. Juega a su favor la extensísima red de supermercados y el haberse ganado la confianza del consumidor, que muy probablemente incluirá en su cesta de la compra este accesorio –de fabricación china y a un precio de 5,50 euros las diez unidades– la próxima vez que acuda a uno de sus supermercados.