Confidencial
El runrún: Ensalada con bichos en Mercadona
En la vida moderna no hay tiempo para nada y muchas veces no queda para cocinar. Pero para eso está la industria de la alimentación, para hacerlo todo más fácil y no tengamos que hacer mucho. Abrir el envase y comer… aunque a veces hay sorpresas.

Es lo que le ha pasado a una onubense que fue al Mercadona como tantas otras veces para coger un paquete de rúcula ya lavada, como aparece en letras grandes en el mismo. Es mucho más sencillo, comprar, abrir y mezclar que ponerse a lavar, cortar, etc. Pero en esta ocasión este acto cotidiano no era tan sencillo o sí. La ensalada ya venía aliñada… con bichos. “Con la rúcula lavada del Mercadona te ahorras echarle proteínas. Al rico… lo que sea”, dice la persona que ha encontrado una especie de babosa y que no ha dudado en fotografiarla posando con el que ha sido su casa este tiempo, un bosque verde de hierba que igual más que lavado ha sido sólo rociado. En Asia lo de comerse bichos está más extendido, pero en Europa aún somos muy ‘atrasados’ con ese tema gastronómico. ¿Nos estarán sondeando con un estudio de campo? Buen provecho.

¿Bula policial en San Juan? Pónganse en situación: usted se encuentra en San Juan del Puerto y ha aparcado su vehículo en una zona en la que no está permitido el estacionamiento, en principio, simplemente para recoger a su hijo y continuar la marcha. Al llegar a su coche comprueba que la Policía Local le ha denunciado por dejarlo donde no debe. El problema se presenta a continuación: aunque la señalización es clara y la multa procedente –también se la llevó el turismo de al lado–, unos metros más allá un coche patrulla de la Guardia Civil sin rastro de los agentes se ha librado de la sanción. ¿Se enfadaría o aceptaría con resignación la ‘bula’ circulatoria de los guardias civiles? Pues según hemos podido saber a través de Facebook, este es el caso que se le ha presentado a una ciudadana, que no dudó en plantarse en la comisaría sanjuanera para pedir las oportunas explicaciones. De nada le sirvió, ya que según el relato de la afectada, los agentes municipales le dijeron, sencillamente, que no había motivo para multar a la patrulla de la Benemérita. Con la ley en la mano, el Reglamento General de Circulación deja bien claro que un vehículo de emergencias (de policía, bomberos o ambulancias) está autorizado a no ceñirse a las normas cuando está de servicio. Y esto no se refiere solo, por ejemplo, a cuando una ambulancia nos adelanta para dirigirse a un accidente. Un coche patrulla, pongamos por caso, puede estar en doble fila si los agentes están realizando una tarea policial. Tomar café, o hacer un recado personal, no es una tarea policial y por lo tanto en estos supuestos deberían estacionar como el resto de los mortales. La ciudadana agraviada anuncia también que acudirá a Tráfico con la foto que acompaña a estas líneas para denunciar. El problema lo tendrá a la hora de demostrar que esos guardias civiles no estaban trabajando en lo suyo sino –supongamos– tomando café en el bar de la esquina. Resumiendo, que tiene las de perder, ya que los agentes –sean del cuerpo que sean– juegan con ventaja y tienden además a protegerse entre ellos, como todos sabemos. Seguro que muchos de nuestros lectores entienden perfectamente su malestar, aunque poco más podrían hacer que aconsejarle no aparcar donde no debe, aunque otros sí lo hagan.

Es lo que le ha pasado a una onubense que fue al Mercadona como tantas otras veces para coger un paquete de rúcula ya lavada, como aparece en letras grandes en el mismo. Es mucho más sencillo, comprar, abrir y mezclar que ponerse a lavar, cortar, etc. Pero en esta ocasión este acto cotidiano no era tan sencillo o sí. La ensalada ya venía aliñada… con bichos. “Con la rúcula lavada del Mercadona te ahorras echarle proteínas. Al rico… lo que sea”, dice la persona que ha encontrado una especie de babosa y que no ha dudado en fotografiarla posando con el que ha sido su casa este tiempo, un bosque verde de hierba que igual más que lavado ha sido sólo rociado. En Asia lo de comerse bichos está más extendido, pero en Europa aún somos muy ‘atrasados’ con ese tema gastronómico. ¿Nos estarán sondeando con un estudio de campo? Buen provecho. ¿Bula policial en San Juan? Pónganse en situación: usted se encuentra en San Juan del Puerto y ha aparcado su vehículo en una zona en la que no está permitido el estacionamiento, en principio, simplemente para recoger a su hijo y continuar la marcha. Al llegar a su coche comprueba que la Policía Local le ha denunciado por dejarlo donde no debe. El problema se presenta a continuación: aunque la señalización es clara y la multa procedente –también se la llevó el turismo de al lado–, unos metros más allá un coche patrulla de la Guardia Civil sin rastro de los agentes se ha librado de la sanción. ¿Se enfadaría o aceptaría con resignación la ‘bula’ circulatoria de los guardias civiles? Pues según hemos podido saber a través de Facebook, este es el caso que se le ha presentado a una ciudadana, que no dudó en plantarse en la comisaría sanjuanera para pedir las oportunas explicaciones. De nada le sirvió, ya que según el relato de la afectada, los agentes municipales le dijeron, sencillamente, que no había motivo para multar a la patrulla de la Benemérita. Con la ley en la mano, el Reglamento General de Circulación deja bien claro que un vehículo de emergencias (de policía, bomberos o ambulancias) está autorizado a no ceñirse a las normas cuando está de servicio. Y esto no se refiere solo, por ejemplo, a cuando una ambulancia nos adelanta para dirigirse a un accidente. Un coche patrulla, pongamos por caso, puede estar en doble fila si los agentes están realizando una tarea policial. Tomar café, o hacer un recado personal, no es una tarea policial y por lo tanto en estos supuestos deberían estacionar como el resto de los mortales. La ciudadana agraviada anuncia también que acudirá a Tráfico con la foto que acompaña a estas líneas para denunciar. El problema lo tendrá a la hora de demostrar que esos guardias civiles no estaban trabajando en lo suyo sino –supongamos– tomando café en el bar de la esquina. Resumiendo, que tiene las de perder, ya que los agentes –sean del cuerpo que sean– juegan con ventaja y tienden además a protegerse entre ellos, como todos sabemos. Seguro que muchos de nuestros lectores entienden perfectamente su malestar, aunque poco más podrían hacer que aconsejarle no aparcar donde no debe, aunque otros sí lo hagan. Zalamea, Miami, Argentina. ¿Qué tienen en común estos tres lugares? El pueblo onubense, con la ciudad playera estadounidense y el país sudamericano. Pues la cosa va de localizaciones, aunque con truco. Y es que la cantante Argentina está estos días en Miami Beach y desde allí ha anunciado que ofrecerá un concierto en Zalamea La Real el próximo 30 de agosto, al que ha invitado a todo el mundo a asistir a él. El consistorio ha difundido en vídeo desde su página de Facebook, que aquí puedes ver.
