¿Estaremos a tiempo de volver a ver la mejor versión de Juan Villar?

Cuando el Atlético de Madrid B embotelló este sábado al Recreativo de Huelva en su área en el tramo final de la segunda mitad y estableció el empate la cosa no pintaba nada bien. Y pocos hubieran apostado porque el héroe del partido para el Decano iba a ser un Juan Villar que lleva bastante tiempo cotizando a la baja. Pero el que tuvo, retuvo, dice el dicho, y el delantero de Cortegana, que en mayo cumplió 35 años, hizo uno de los golazos de la jornada en la Primera Federación que sirvió para darle los tres puntos a su equipo. El cabezazo, marcando los tiempos en 'plan Santillana', fue espectacular, impecable, perfecto, y recordó al mejor Juan Villar. Ojalá que sea el inicio de su resurrección porque a nivel individual y colectivo sería una excelente noticia para el conjunto albiazul esta temporada.

Juan Villar se formó en la cantera recreativista y debutó en Primera División a las órdenes de Manolo Zambrano en la primera jornada de la campaña 2008/09 jugando dos minutos en el triunfo onubense por 0-1 ante el Betis. Curiosamente en dicho ejercicio tuvo otros nueve minutos ya en la última jornada liguera en la derrota ante el Sporting de Gijón por 2-1. Esa temporada hizo 13 tantos con el filial en Tercera División y en la siguiente materializó otros 10 ya en Segunda B en su cesión en el San Roque de Lepe.

Llegó más curtido, con 22 años, de nuevo al Decano, y en sus dos temporadas en Segunda División jugó 30 y 34 partidos, respectivamente, más como extremo que como delantero centro, y logrando cinco y tres goles en cada una de ellas. Su última diana como albiazul había sido el 14 de enero de 2012 en el triunfo por 3-0 contra el Girona. Casi 12 años hace ya de ese día. Después se lució a nivel ofensivo durante tres campañas seguidas con el Cádiz en Segunda B pero se marchó en su mejor momento con la espina clavada de no haber podido sacar al conjunto gaditano de ese pozo.

En el verano de 2015 recaló en el Valladolid y dio comienzo a cuatro años espectaculares en la categoría de plata. Marcó 15 y 10 tantos, respectivamente, con los pucelanos, y luego hizo nueve con el Tenerife y 12, con ascenso incluido a la Primera División, con Osasuna. En la élite hizo un tanto en diez partidos, dos como titular, en el ejercicio 2019/20, y tras recalar en el mercado invernal en el Rayo Vallecano de la categoría de plata anotó otras siete dianas.

Pero ahí se acabó el duende de Juan Villar, que ahora acumula tres campañas y media dubitativas en las que le han lastrado las lesiones, la falta de continuidad y el haber perdido bastante la confianza que siempre ha tenido en su juego y en su pegada. Con el Almería en dos campañas en Segunda únicamente hizo dos y un tanto, respectivamente, aunque ascendió en la segunda de ellas. La pasada temporada no marcó en 85 minutos repartidos en siete partidos saliendo desde el banquillo en el Huesca en la categoría de plata y ya en Primera Federación llegó al Córdoba en enero y sólo hizo un tanto, en la derrota por 1-2 ante el Real Madrid Castilla, en ocho encuentros disputados, dos de ellos como titular.

En verano regresó al Recre y en liga suma 67 minutos en siete partidos saliendo en la segunda parte, mientras que en la Copa del Rey sí que disputó los 120 de la eliminatoria ante el Tudelano y gozó de un par de buenas oportunidades para marcar. Ya avisó su técnico, Abel Gómez, en la previa de la visita al Atlético de Madrid B que lo veía mejor que en toda la campaña tras haber superado sus molestias físicas. Juan Villar le devolvió la confianza con su golazo ante el filial rojiblanco y ahora espera seguir así y recuperar la autoestima y la moral para pelearle el puesto de titular a Caye Quintana. Buscará recuperar su mejor versión para ayudar al Decano como siempre hizo en sus primeros años como futbolista, siempre a buen nivel.