¿Solucionaría el Recreativo sus problemas si echa a Abel Gómez?
El entrenador vive su momento más delicado en sus 28 meses en Huelva, aunque ya sacó adelante, y reforzado, otras tres anteriores situaciones difíciles
Los errores defensivos de sus jugadores y el decepcionante rendimiento de los fichajes y pilares básicos de la plantilla van minando su crédito
Abel Gómez asume que está pasando «momentos complicados» y dice que sabe que hay aficionados que piden su marcha
El Recreativo se queda como el único equipo de su grupo que aún no ha ganado
La memoria es frágil en varios gremios. En el fútbol, mucho más. Aquellos que un día te idolatran porque ganes varios partidos seguidos (da igual si con buen o mal juego), te quieren crucificar tres semanas después si los pierdes. Y esto funciona de igual manera en todos lados, al menos en España. Hay mucha exigencia y presión y sin ir más lejos en el grupo II de la Primera RFEF ya han caído dos en apenas seis jornadas, Héctor Sandroni en la quinta y Aitor Martínez en el Atlético Sanluqueño este pasado fin de semana. Y todo ello pese a que incluso el mercado de fichajes se cerró con la liga ya iniciada, con lo cual muchos equipos están aún en rodaje y con mucho margen de mejora. Pero la paciencia no es un plato que se cocine en casi ningún club.
En teoría, y ya lo dijo por ejemplo justo hace una semana el presidente del Recreativo de Huelva, Jesús Vázquez, en una entrevista concedida a este diario, el Decano sigue teniendo confianza en Abel Gómez y en construir junto a él un proyecto a medio plazo. De hecho, desde el club insisten en que la política de fichajes del pasado verano se hizo en concordancia a las ideas que les dio el técnico albiazul. Por eso, y pese a que el equipo onubense marcha colista, es de esperar que aún el granadino tenga más margen de crédito porque la salvación está a sólo tres puntos de distancia y porque además echarlo ahora no sólo acarrearía un perjuicio económico en forma de finiquito y de búsqueda de otro entrenador, sino que también lanzaría a los pies de los caballos a los dos responsables de la dirección deportiva, Óscar Arias y Juan Alfaro, que deberían asumir que han fracasado tanto en la renovación de Abel Gómez como sobre todo en las incorporaciones que realizaron en julio y agosto.
Los dos próximos partidos se antojan claves tanto porque el Recre está obligado a reaccionar ya logrando su primer triunfo liguero como porque se disputan en el Nuevo Colombino, y en plan 'circo romano' si parte de la afición pide el cese del entrenador con gritos y pañuelos al palco hay muchas opciones de que llegue una destitución. Los rivales albiazules serán un Fuenlabrada también en crisis y un Murcia capaz de lo mejor pero también de lo peor hasta la fecha esta temporada. Hay tanta igualdad en la categoría que perfectamente el Decano podría sacar los dos choques adelante, pero también es cierto que a día de hoy las sensaciones en ataque, pero sobre todo en defensa, son bastante malas y el equipo albiazul debe dar un giro radical en su imagen si quiere romper su mala dinámica actual y comenzar a encadenar buenos resultados.
No parece nada sencilla la papeleta de un Abel Gómez que sigue siendo el mismo de estos 28 meses que lleva en Huelva, es decir, que tiene ganada la simpatía y el respeto de su vestuario, que analiza bien a los rivales, que le da minutos y oportunidades a todos sus jugadores y que piensa 25 horas al día en fútbol. Pero no le está acompañando la fortuna en forma principalmente de rendimiento de sus jugadores a nivel individual y colectivo.
Casi ninguno de los nuevos fichajes está respondiendo a las expectativas creadas. Andan mal Dani Perejón, César Moreno, Boubacar Keita o Zelu. De los pesos pesados de la pasada temporada, andan también lejos de su nivel Luis Alcalde, Rubén Serrano o Antonio Domínguez. Los veteranos no andan entonados, sobre todo Alejandro Gálvez y Raúl Navas, ya que Pablo Caballero apenas si está gozando de minutos. Tampoco ha tenido suerte con lesiones como las de Bekkouche o Juan Pablo Pereira, si bien son melones por calar de la dirección deportiva, como también por ejemplo Malam Camará. El caso es que no han llegado jugadores que hagan olvidar a los Rahim, José Antonio de la Rosa, Sergio Díez, Josiel Núñez e incluso Alberto Trapero. Y la resultante es que si casi todos andan mal a nivel personal eso se traslada a lo grupal y el Recre por ahora está suspendiendo.
Cuatro partidos a domicilio y sólo dos en casa
Para colmo de males, en el Nuevo Colombino, donde sólo ha jugado dos de los cuatro encuentros ligueros que ha disputado (eso también es un hándicap), debería haberse llevado los tres puntos, que habrían traído algo de más tranquilidad, moral, confianza y calma, pero tras adelantarse en el marcador al Recre le empataron de manera incomprensible. Demasiados errores individuales de jugadores en teoría experimentados y algo que lógicamente no es achacable al entrenador. Pero siempre es más fácil echar a una persona que a 22. El Decano tiene un problema de fútbol pero también anímico, y es que tiene la base de la plantilla que ilusionó la pasada campaña pero esos mismos futbolistas actualmente parecen otros. No se les debe haber olvidado jugar pero están lejos del rendimiento que pueden dar y eso posiblemente lo cambien un par de buenos resultados. Cuestión de dinámicas. De eso sabe bien Abel Gómez, que ya ha vivido tres situaciones similares en su etapa como entrenador del Recre.
El primer 'match-ball' de Abel Gómez llegó justo a estas alturas hace dos temporadas en la Segunda RFEF. Se llegó a la séptima jornada a mediados de octubre y el conjunto albiazul, que venía de ganarle al Yeclano y al San Roque de Lepe, de empatar contra el Atlético Sanluqueño y el Cádiz Mirandilla y de perder frente al Betis Deportivo y el Antequera, se medía al Ejido en el Colombino. Tras los goles en la primera mitad de Iago Díaz y Escardó, se entró con un 1-1 en el descuento y ahí apareció Adriá Arjona para, de falta directa, darle los tres puntos al Recre con un golazo. A partir de ahí el Decano encadenó seis victorias y dos empates que le elevaron a la segunda plaza clasificatoria.
Una segunda plaza que peligró en la vigésimo quinta jornada de esa misma campaña. El Decano venía de empatar con San Roque de Lepe, Betis y Ejido, de ganarle al Atlético Sanluqueño y de perder contra el Cádiz Mirandilla y el Antequera. Se medía en casa al filial del Granada y Pablo Caballero hizo el gol del sufrido triunfo. A partir de ese día el Recre ganó siete partidos, empató otros siete y no perdió ninguno, logrando subir a la Primera RFEF.
Y ya en esta categoría el pasado curso a mediados de octubre también peligró Abel Gómez después de perder tres encuentros seguidos en ocho días, por 5-2 ante el Ibiza (con polémica arbitral), por 1-0 ante el Córdoba (en el último suspiro) y por 1-0 en la Copa del Rey ante el Tudelano (en la prórroga). David del Pozo, con su gol ante el San Fernando, zanjó esa minicrisis y a partir de ese día el Recre ganó ocho partidos, empató dos y perdió sólo uno ante el Murcia, iniciando la segunda vuelta liguera en puestos de 'play-off' de ascenso.
Este sábado, ante el Fuenlabrada a las 19.30 horas, el técnico granadino buscará su cuarta resurrección en Huelva. En estas seis jornadas lo ha intentando prácticamente todo, cambiando de dibujo táctico en algunos partidos y dándole minutos a todos sus futbolistas. Si tiene que morir, lo hará matando y tratando hasta el final de darle la vuelta a la situación. Ha demostrando no ser un entrenador 'pasota' sino de los que le duele lo que está viviendo en su día a día en el Recre. Ahora está pasando su momento más delicado y tirará de su amplia experiencia como técnico y jugador para tratar de que el cuadro onubense saque la cabeza del pozo de la tabla.