El Recreativo vuelve a manos de Comas hasta su posible venta tras fracasar el recurso de casación
Devuelve al club a un escenario incierto en pleno proceso de venta y con el equipo en puestos de descenso
Acuerdo definitivo para la venta del Recreativo de Huelva
Los nuevos dueños del Recreativo ya trabajan dentro del club pese a que la venta no está cerrada
Pablo Comas ha vuelto a tomar las riendas del Recreativo de Huelva después de nueve años tras desestimar el Tribunal Supremo el recurso de casación planteado por el Ayuntamiento, que pierde así el control del club en pleno proceso de venta.
Según avanzo para Huelva FM Miguel Barroso y amplió COPE Huelva, la petición de recurrir la anulación de la expropiación de las acciones del Decano en el año 2016 dictada por el TSJA no ha sido admitida por el Alto Tribunal al «carecer de sustento suficiente», según informa la cadena citando sus propias fuentes, lo que devuelve al Recreativo a un escenario incierto, por más que el equipo de gobierno municipal diera por perdida la vía que abrió en el Supremo.
Este vuelco en la situación accionarial del Decano se produce en un momento particularmente delicado, cuando se oteaba en el horizonte la venta del club al Grupo 360, de capital argentino, y con una due diligence en marcha para esclarecer la situación económica del Decano de cara a los posibles compradores. Además, el anuncio coincide de lleno con el mercado invernal, lo que podría condicionar la planificación deportiva de la plantilla de cara al tramo final de la temporada. El equipo, de hecho, no ha ofrecido el rendimiento esperado y está actualmente en puestos de descenso.
Antes de que el Tribunal Supremo desestimara el recurso de casación, el teniente de alcalde de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Huelva, Francisco Muñoz, había anunciado un acuerdo preliminar para la venta de la totalidad de las acciones del Recreativo en manos de Gildoy España. Este pacto buscaba asegurar el futuro del club más antiguo de España tras años de incertidumbre económica y jurídica. «El futuro del Recreativo es nuestra prioridad absoluta», subrayó Muñoz, aludiendo a la necesidad de que con esta venta la entidad saliera de la delicada situación en la que se encuentra e iniciara una nueva etapa de estabilidad institucional y deportiva.
En dicho acuerdo se contemplaba un periodo de transición de entre un mes y mes y medio, con el fin de completar la due diligence, un análisis profundo del estado económico y legal del Decano. Durante ese lapso, el consejo de administración continuaría gestionando el día a día del club, aunque cualquier decisión de calado habría de consultarse con los potenciales compradores. El objetivo no era otro que agilizar la planificación tanto deportiva como económica.
El Consistorio onubense recalcaba que el grupo inversor demostraba solvencia suficiente para asumir las riendas del club, con la mirada puesta en devolver al Recreativo a la Liga de Fútbol Profesional y, a medio plazo, aspirar a la Primera División. Asimismo, se preveía que el Ayuntamiento conservara un pequeño porcentaje de participación, con el propósito de velar por la transparencia y supervisar la gestión.
Muchas incógnitas
No obstante, uno de los principales escollos a resolver era la deuda, estimada entre 13 y 14 millones de euros, que ha supuesto un factor determinante en las negociaciones. Aunque no se ha revelado el importe total de la posible operación de venta, las autoridades municipales dejaron claro que su refinanciación era esencial para la viabilidad del club. Además, el Ayuntamiento adelantó que, una vez completada la venta, desistiría del recurso judicial interpuesto contra la sentencia que anuló la expropiación de las acciones de Gildoy, al considerarse casi nula su probabilidad de éxito, como así se ha demostrado.
Pese a estos avances, el propio Muñoz admitió la complejidad del proceso, pues la personalidad del vendedor, Pablo Comas, podía introducir obstáculos que frustraran la operación, una posibilidad que está hoy más presente que nunca tras el esperado varapalo judicial que deja al Consistorio inerme ante un cambio de planes de quien a día de hoy es el dueño del club onubense.
Ahora, con Pablo Comas nuevamente al frente mientras el Ayuntamiento cede el control del Decano, el panorama institucional sigue plagado de incógnitas. Queda por ver si el Grupo 360 u otros posibles inversores retomarán las negociaciones y, sobre todo, cómo afectará este nuevo escenario a la planificación deportiva de un equipo en puestos de descenso. De momento, la incertidumbre continúa marcando el futuro inmediato de un club histórico que espera, más que nunca,