crónica DEL RECREATIVO-FUENLABRADA
Punto... ¿y final? (1-1)
Como en un calco de los dos anteriores partidos en el Colombino, el Decano se adelantó y después fue un flan cometiendo los mismos errores de siempre
El puesto de Abel Gómez pende de un hilo pese a que lo intentó todo con una alineación y unos cambios tras el descanso más ofensivos que nunca
Las imágenes, con enfado de la grada incluido, del Recreativo-Fuenlabrada
Abel Gómez, en el alambre: «Moriré con mis ideas y mi forma de ver el fútbol»
Alfredo Sánchez: «El ambiente de nerviosismo de la grada creo que no es bueno para el Recreativo»
A la hora a la que usted lea esta crónica es bastante posible que Abel Gómez ya haya dejado de ser el entrenador del Recreativo de Huelva. Con los números en la mano y con las sensaciones que ofrece el equipo después de siete jornadas, la decisión sería lógica y normal. Pero, ¿sería correcta, lógica o justa? Pues a todas luces no. Primero, porque la plantilla está con él, como se demostró en la celebración del gol de Luis Alcalde y en todas las comparecencias públicas de los jugadores. Segundo, porque está trabajando sin cesar por sacar esto adelante y porque lo ha probado absolutamente todo durante los partidos. Y tercero, porque hay que mirar hacia más arriba y pensar fría y objetivamente en la mala planificación deportiva que se ha hecho para esta temporada. Aunque en el fútbol dos y dos no son cuatro, parece mentira que con la experiencia que tienen en el mundo del balompié los Óscar Arias, Juan Alfaro o Jesús Vázquez hayan tropezado tanto. Y es que igual que casi hay que ponerles un monumento por lo que consiguieron hacer en la primera campaña del Decano en la Primera RFEF, lo de esta segunda no tiene ni pies ni cabeza aunque afortunadamente todavía queda mucho (31 jornadas) para ponerle remedio (la salvación sólo está a tres puntos de distancia).
¿En qué se está fallando? Pues en casi todo, aunque también es cierto que ellos no juegan y los que saltan al campo están a años luz del nivel que pueden dar la mayoría de ellos con el balón en los pies, además de que sin él se esconden más de la cuenta y están presos del nerviosismo a la hora de defender por miedo a fallar. Seguramente no se debió de renovar a veteranos como Alejandro Gálvez, Raúl Navas y Pablo Caballero viendo su rendimiento del pasado ejercicio. Seguramente se debió renovar a Josiel Núñez, y es que no hay manera de que un pivote lo haga bien de los tres o cuatro que han llegado este verano. Y seguramente se debería haber apuntado más alto en tareas ofensivas porque los David Soto, Bekkouche o Sergi Armero no parecen ser futbolistas de nivel Decano. Cierto es que el Recre no tiene uno de los presupuestos más alto de la categoría, pero con 13.000 socios y después de que el director deportivo dijese que había más dinero para fichar que el verano anterior y que esta plantilla era mejor en cantidad y calidad que la pasada el desastre (hasta ahora) está siendo mayúsculo.
El tufo en el ambiente no es nada bueno. Falta unión y eso lo notan los rivales y se aprovechan para intimidarle y dejarle en la lona al primer golpe. Al menos el Recre tiene actitud y orgullo propio (bueno, más bien ahora, porque en los primeros partidos de liga pecó de eso). Al Decano se le está poniendo una cara de temporada 2020/21 que da miedo hasta de pensarlo. Ha entrado en una espiral negativa muy peligrosa. Porque aquella plantilla de hace cuatro años tampoco era para descender... y descendió. Ahora ocurre lo mismo. Este equipo no es para salirse del mapa en la Primera RFEF, pero tampoco para llevar estos números. Algo falla. ¿Es todo solo mental? Pues algo evidentemente hay de eso, pero no todo. Ante el Fuenlabrada se repitió prácticamente el mismo patrón que en los dos anteriores partidos en el Nuevo Colombino contra el Alcoyano y el Sevilla Atlético. El Recre salió motivado, con alegría y ganas. Pero tras adelantarse en el marcador llegaron los desajustes, la zozobra, los malos controles, las imprecisiones, el runrún de la grada, la sensación de que el rival con poco podía hacerle daño, el nulo juego por las bandas, la desaparición total de los delanteros centros...
En definitiva, que a este Decano le falta todavía hacer un partido redondo y lograr un triunfo que le quite los miedos. ¿Podrá hacerlo el domingo que viene ante el Murcia con Abel Gómez en su banquillo? Pues con filtraciones o sin ellas, da la sensación de que no será ya con el granadino. Eso se huele en el ambiente. Ya no hay el 'feeling' que existía hace bien poco. Habrá que esperar, aunque no mucho, para que haya 'fumata blanca'. Serán horas tensas para todas las partes y, aunque el cese sería injusto, también es verdad que algo tiene que hacer la dirección deportiva y el consejo de administración para enderezar el rumbo y parece poco probable que haya dimisiones en esas dos áreas. El todavía técnico albiazul logró los dos años anteriores que su equipo fuese aguerrido y tuviese una clara identidad de juego. Eso lo ha perdido en este primer mes y medio de competición. Lo ha intentado todo pero por ahora no da con la tecla. Su plantilla no le está respondiendo. Se le van acabando las balas y no es fácil estar en el pellejo de la zona noble para encontrar un sustituto de garantías que levante a este cadáver. Echar a Abel Gómez sería quemar la primera bala ante la afición. Ya después si la situación no mejora estaría más que claro quiénes serían los culpables de esta decepcionante planificación.
El preparador albiazul probó su once más ofensivo, colocando por primera vez esta temporada dos delanteros de inicio, Caye Quintana y Sergi Armero. Este último aún está muy verde mientras que Pablo Caballero físicamente parece no estar para muchos trotes ya. En definitiva, error de la dirección deportiva contar sólo con el isleño de garantías y con dos incógnitas para secundarle. Así era imposible optar a jugar los 'play-offs' de ascenso. Aunque ahora ya eso es una quimera y en invierno habrá que firmar a un par de buenos arietes. Armero entró por David Soto, mientras que el otro cambio respecto a la derrota en Ceuta estaba cantado, con Raúl Navas por el sancionado Alejandro Gálvez en el centro de la zaga.
Comenzó entonado el Recre y marcó un golazo a los nueve minutos tras una excelente combinación entre David del Pozo, Nico Njalla y Luis Alcalde que llevó el almeriense a la red con un buen cabezazo picado. Los jugadores hicieron una piña con Abel Gómez. Pero fue un espejismo, y es que el Fuenlabrada empató en su primera llegada por mediación de Cedric (aquel africano por el que peleó tanto Juan Antonio Zamora en el verano de 2019). Minuto 21 y tocaba volver a empezar. Como a perro flaco, todo son pulgas, el colegiado extremeño Antonio Sánchez le birló al Decano un claro penalti por agarrón dentro del área de Alba a Rubén Serrano. Fue el mismo árbitro del penalti de la pasada campaña a Sergio Díez contra el Antequera también en Huelva. Pésimo colegiado. Aunque no es excusa, al Recre no le están dando nada y eso también mentalmente resta y quema.
Un rival demasiado conservador
La segunda parte fue un quiero y no puedo de los albiazules. Nico Njalla fue de lo poco salvable, como siempre, y Abel Gómez puso toda la carne en el asador introduciendo a Davinchi, David Soto, Antonio Domínguez, Pablo Caballero y Bekkouche. Es decir, prácticamente a todo el arsenal ofensivo que tenía en el banquillo. El Decano sólo lo intentó con lanzamientos lejanos sin demasiada intención y no supo abrir el juego por las bandas ni leer bien el partido. Y el Fuenlabrada, que tampoco está para tirar cohetes esta temporada, sólo lo intentó en algún contragolpe suelto, aunque siempre dio más la sensación de que el 1-2 estaba más cerca del 2-1.
Fue un adversario conformista y conservador en un partido tenso, espeso y con poca calidad, pero no aburrido por la inquietud del resultado y por los pitos a la directiva en el tramo final y las dudas de un sector de la grada sobre Abel Gómez. Lo hecho en los dos años anteriores le sigue concediendo algo de crédito. Sacó un gran rédito a plantillas normalitas, pero es que la que le han dado esta tercera campaña en Huelva es bastante pero bastante floja se mire por donde se mire. No pudo el Decano. Sigue colista aunque la salvación la tiene a sólo tres puntos. Ahora llegará el Murcia, otro hueso. Ojalá siga Abel Gómez. Si no, toda la suerte del mundo porque lo que ha hecho en el Recre, siendo ante todo un hombre de club (no todos los entrenadores son así), servidor al menos siempre se lo agradecerá.
RECREATIVO DE HUELVA-CF FUENLABRADA (1-1)
SÉPTIMA JORNADA. GRUPO II. PRIMERA RFEF. NUEVO COLOMBINO
- RECREATIVO Rubén Gálvez; Dani Perejón, Rubén Serrano, Raúl Navas, Alberto López (Davinchi, min. 61); César Moreno (Antonio Domínguez, min. 68); Nico Njalla, David del Pozo, Luis Alcalde (Bekkouche, min. 80); Sergi Armero (David Soto, min. 61) y Caye Quintana (Pablo Caballero, min. 80)
- FUENLABRADA Lucas; Nene (Barbosa, min. 66), Barbu, Marcos Maura (Álvaro García, min. 56), Alba, Casas, Aguza (Moyano, min. 78), Sancaré, Fer Ruiz, Abde (Galindo, min. 78) y Cedric
- GOLES 1-0, min. 9: Luis Alcalde; 1-1, min. 21: Cedric
- ÁRBITRO Antonio Sánchez Sánchez (colegio extremeño). Amonestó a los locales César Moreno, Bekkouche, Rubén Serrano y Alberto López y a los visitantes Álvaro García, Casas y Barbu. Amonestó con amarilla a Vicente García y con roja a Ángel Pichardo, ambos miembros del cuerpo técnico albiazul