ABEL GÓMEZ

El líder silencioso del Recreativo de Huelva

Lejos de los focos mediáticos y con una vida muy tranquila, ha intentado que las críticas recayeran siempre en él para que no perjudicaran a la plantilla

Cercano a sus jugadores, ha conseguido hacer una piña en el vestuario para que todos creyeran en que se podía lograr el ascenso tras la fuga del Antequera

¿Cuántos 'play-offs' ha disputado Abel Gómez? ¿En cuántos ha logrado el ascenso?

Un búnker que cree hasta el final

Abel Gómez en el banquillo del Nuevo Colombino durante un partido alberto díaz

R. Ubric

En cuanto a personalidad, Abel Gómez es el día y la noche respecto a Alberto Gallego. Alejado de los focos mediáticos y de las redes sociales, lleva una vida muy tranquila en Huelva capital con su mujer y su hija y está centrado las 24 horas en el fútbol, siendo su serio semblante en las ruedas de prensa un factor que no le ha ayudado en la imagen que tienen de él muchos recreativistas. Pero sus números están ahí y tras una temporada con muchas vicisitudes y complicaciones el domingo puede lograr el objetivo por el llegó al Decano y elevar a sobresaliente la actual nota de notable que tiene.

No era fácil en verano ni para el director deportivo, Dani Alejo, encontrar al sustituto de Alberto Gallego, ni para Abel Gómez dar el sí. Es verdad que el Recreativo es un trampolín y un grande en estas categorías por su masa social y su historia, pero el gran listón que puso Gallego entre la hinchada albiazul era una pesada losa que tenía que coger su heredero. Se llamara fulano o mengano estaba claro que su desembarco no iba a ser fácil. Más allá de los resultados que lograra o del fútbol que practicase, se le iba a comparar en todo momento con su antecesor en el cargo.

Abel Gómez entró sin hacer demasiado ruido. Con un gran currículum como futbolista y con un prometedor inicio como entrenador. Y con el claro e ineludible reto de ascender al Decano a la Primera Federación. Porque era año electoral y el club albiazul iba a invertir y porque esa categoría es la mínima en la que se merece estar la entidad. Pero sólo con el escudo no se asciende nunca y las dificultades durante todo el ejercicio han sido grandes. Tanto de planificación como de lesiones de hombres importantes.

Al entrenador granadino se le quedó para comenzar la liga una plantilla demasiado amplia y además con jugadores que tenían contrato en vigor y que ya se intuía que para la Segunda Federación iban a ir cortitos. Tras un dubitativo inicio, se jugó el puesto en la séptima jornada y lo salvó gracias al tanto de Adriá Arjona en el descuento ante el Ejido. Ya algunos comenzaron a hablar de la flor de Abel Gómez menospreciando el trabajo que había detrás y sin pararse a pensar que posiblemente esta temporada en el Decano había más entrenador que plantilla.

En el mercado invernal hubo una revolución exagerada, con siete fichajes y 11 bajas, y quizás al míster albiazul le faltó alzar un poco más la voz porque si por él hubiese sido por ejemplo Juanito y Jordi Ortega no habrían salido. Tuvo que comenzar prácticamente de cero. Una pretemporada en plena temporada, lo que propició que para reconstruir de nuevo a ese Recre con alineaciones mezcla de los nuevos y los antiguos al equipo albiazul le costara arrancar. Fueron meses malos los de enero y febrero, unido a las lesiones de Dopi y Pablo Caballero, y llegaron unos resultados que de nuevo pusieron a Abel Gómez en la picota, sobre todo coincidiendo con el triunfo del Antequera por 0-2 en el Colombino que dejaba ya imposible la primera posición clasificatoria para los albiazules.

14 partidos seguidos sin perder

A partir de ahí el entrenador lo tuvo claro. Hizo un búnker, una piña, con su plantilla, y a decir verdad le ha salido bien, y es que actualmente el Recre acumula 14 encuentros seguidos sin perder, con siete triunfos y siete empates, y es una muralla en defensa, aunque es cierto que su fútbol carece de creatividad, fluidez, imaginación y pegada. Pero Abel Gómez lo leyó muy bien. Si no puedes ascender jugando, asciende compitiendo y creando un conjunto equilibrado, sólido y rocoso. También vale. En la hemeroteca quedará que se logró el objetivo y la manera al final da un poco igual.

El domingo puede liberarse. Abel Gómez se lo merece. Ha pasado un año duro. Es hombre de fútbol y de club y lógicamente algunas críticas del exterior le han llegado y le han dolido. Cuesta ver a alguno de los jugadores de la plantilla hablar mal de él. Incluso los que no han contado con muchos minutos valoran su cercanía, sus conocimientos futbolísticos y el no perder los nervios, la concentración y la motivación pese a los golpes principalmente en forma de lesiones que ha tenido este equipo esta campaña. El futuro ya se verá. Si asciende tendría contrato en vigor pero no parece fácil que siga en Huelva, una plaza que quema y exige mucho. Ahora toca rematar el ascenso y disfrutar. Y agradecérselo al entrenador continúe o no en el Decano. Ojalá el lunes haya que hablar de ese debate. Sería buena señal.

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