Otro filial que le pinta la cara al Recreativo (2-1)

R. Ubric

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15/12/2024
Actualizado a las 15:15h.

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A poquito que había renacido la ilusión entre la afición del Recreativo de Huelva gracias, eso sí, más a resultados que buen juego, otra vez el Decano se empeña en enterrarla. El partido ante el Real Madrid Castilla fue un desastre se mire por donde se mire y no hubo ni rastro de la positiva imagen que había ofrecido el conjunto albiazul hace sólo dos meses en el feudo del líder Atlético Sanluqueño. De nuevo regresaron dos crudas realidades que abochornan en esta gris temporada, la de que los filiales están 'meando' al equipo onubense y la de que lejos del Nuevo Colombino el cuadro de Abel Gómez es poco menos que una caricatura (de hecho, todavía no sabe lo que es ganar este curso como visitante).

El Recre acudía a Valdebebas como claro favorito tanto por el hecho de que únicamente había perdido uno de sus ocho últimos encuentros ligueros como principalmente porque su rival tenía hasta 12 bajas, muchas de ellas de teóricos titulares, e incluso su entrenador, el mítico Raúl González Blanco, se exponía a incurrir en alineación indebida si no tenía cuidado con los cambios. Al filial blanco le bastó con estar bien cerradito atrás y con aprovechar dos destellos de sus dos mejores futbolistas, Gonzalo García y Víctor Muñoz, que recordaron a Jesús Rodríguez, del Betis Deportivo, a la hora de demostrarle al Decano que son futbolistas con una gran proyección y de superior categoría y a los que no se puede defender tan mal.

Un Castilla, por lo tanto, de medio pelo, apenas si sufrió para llevarse el triunfo ante un rival directo al que vuelve a devolver a los puesto de descenso y con el que ahora iguala en la tabla. La clasificación, no obstante, está tan igualada, y la categoría es tan horrenda esta campaña en comparación con la pasada, que el Recre sigue a tiro de piedra de la zona de 'play-off' de ascenso. Aunque lógicamente si continúa tan blando en defensa y tan romo en ataque, y encima no acierta en las tres o cuatro incorporaciones que realizará en el mercado invernal, su sino en la segunda vuelta no será otro que el de rezar y sudar sangre para acabar sexto por la cola. Una pena.

Con tres semanas de vacaciones por delante a partir del próximo sábado, la cita ante el Marbella, otro rival directo, se antoja determinante para que no haya cuchillos largos en Navidad en el seno de la entidad albiazul, que además está inmerso en pleno proceso de venta, algo a lo que no es que precisamente contribuya mirar de tan cerca por el retrovisor la Segunda RFEF. Ese partido hay que ganarlo por lo civil o por lo criminal para que las aguas no estén demasiado turbios cuando ya se encara el final de la primera vuelta de una liga que está siendo para olvidar. Y es que da la sensación de que esta plantilla no da para mucho más. A veces se ve algún brote verde, pero quitando la regularidad de David del Pozo, el sensacional descubrimiento de Davinchi y los chispazos heroicos de las remontadas en el Nuevo Colombino hay muy poco que echarse al paladar. Esta vez, y al contrario que en el pasado curso, no han acertado con los fichajes Óscar Arias y Juan Alfaro pese a tener más tiempo, más experiencia en el mercado de la categoría y sobre todo más presupuesto. Y eso es así.

Abel Gómez, que cumplió el tercero y último partido de sanción desde la grada, se someterá en Navidad también al escrutinio de los que se perfilan como nuevos dueños. Como venimos diciendo por aquí (y con esta opinión tendremos lógicamente nuestros defensores y detractores), no es el principal responsable de la gris trayectoria albiazul en este ejercicio. Si acaso su gran error fue no alzar la voz en verano cuando le trajeron mil y un refuerzos de medio pelo y le renovaron a jugadores que no tenían que haber continuado en Huelva. Hace lo que puede con las mimbres que tiene y en Valdebebas realizó, como se esperaba, sólo una modificación en un once que estaba funcionando en las últimas semanas. Alberto López varió su posición al lateral zurdo por la sanción de Davinchi y el que ocupó el lateral diestro, tras su baja contra el Intercity, fue Dani Perejón.

El Decano arrancó con dudas la cita, y todo eso pese a saber cuáles son las armas de los filiales, a los que hay que domar al principio para que se vayan desesperando con el paso de los minutos. Gonzalo, el pichichi del grupo, anotó en el minuto ocho su décimo tercera diana de la campaña con un golazo de cabeza. Ajustó el balón a un lugar imposible para Rubén Gálvez y el error fue de la zaga albiazul por dejarle rematar libre de marca. Víctor Muñoz lanzó después un disparo al poste en una primera media hora en la que el Recre no se enteraba de qué iba la película.

Pero claro, los filiales, y más el merengue, que es el mejor equipo en ataque del grupo pero en defensa regala bastante y por eso está en la zona roja, cometen en ocasiones fallos de parvulitos. El meta Fran González midió muy mal su salida en un centro al área de Nico Njalla y Rubén Serrano, que después vio la quinta tarjeta, cabeceó a la red para poner las tablas en el minuto 31.

De ahí al descanso poco reseñable en un partido bastante tedioso, con el tono de la categoría, y en el que el Decano apenas si pisó el área local durante los 97 minutos que duró. Al poco de comenzar el segundo acto Víctor Muñoz, marchándose por velocidad de Rubén Serrano y Raúl Navas tras un buen pase al hueco de Gonzalo, batió de nuevo a un Rubén Gálvez que no tuvo mucho trabajo en toda la mañana. Recogió en dos ocasiones el balón de dentro de su portería pero poco se le puede reprochar a un Castilla con 12 bajas y que pese a eso fue superior en prácticamente todo a los albiazules. Luis Alcalde y Sergi Armero no estuvieron nada finos y se marcharon al banquillo, al igual que otros dos desaparecidos como Nico Njalla y David Soto. Y a última hora Abel Gómez arriesgó quitando también del campo a Rubén Serrano. Ni Caye Quintana, ni Pablo Caballero, ni Zelu (que volvió a gozar de minutos después de muchas semanas lesionado), ni Juan Cerrudo ni Bekkouche aportaron nada de nada en ataque.

Un cero a la izquierda en Valdebebas en una nueva salida que deja bastantes heridas abiertas en el Recre. Una mala imagen que no es nueva esta campaña y que sobre todo recordó al equipo insípido de las primeras jornadas, ya que últimamente muchos jugadores habían mostrado mejoría. Esperemos que este partido haya sido un accidente.

Por ahora ha enterrado en parte la ilusión, más por las sensaciones que por el resultado o las consecuencias en la tabla. Se espera una minirevolución en enero, sea o no con los nuevos dueños. Ha habido muchos, demasiados, fichajes de chiste y hay que tomar responsabilidades al respecto. Lo importante es cerrar bien este maldito año con un triunfo ante el Marbella y después resetear y no repetir actuaciones tan decepcionantes y oscuras como la de esta mañana.

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