Tenía que ser Dopi

Cuando arrancó la eliminatoria ante el Cacereño y prácticamente era seguro que Pablo Caballero no iba a poder jugar ninguno de los dos partidos por lesión se encendieron las alarmas entre la afición del Recreativo de Huelva. Pero el cuerpo técnico del Decano estaba tranquilo porque confiaba en la profundidad de la plantilla, en el amor propio de los jugadores y en que podría aparecer algún héroe inesperado, tal y como sucedió con el tanto de Mbaye frente a la Gimnástica Segoviana.

El elegido para jugar de inicio en el partido de ida en el estadio Príncipe Felipe de Cáceres ante la ausencia del ariete argentino fue Nacho Heras pese a que sólo había convertido un gol con la elástica albiazul desde su llegada en el mercado invernal. Tampoco las cifras de los otros dos delanteros de la plantilla onubense invitaban demasiado al optimismo ya que Salinas había marcado únicamente dos dianas y Dopi cuatro pero todos ellos en el inicio liguero.

El jugador vasco de 28 años fue con cierta sorpresa el elegido para salir de titular en el decisivo encuentro de vuelta ante los extremeños en el Nuevo Colombino. Y en la primera parte, y en sintonía con lo que hizo todo el Recre, apenas dio señales de vida en ataque. Bregó hasta la extenuación con los zagueros rivales pero no tuvo ocasiones de gol. Hasta que en el minuto 69, y después de que el Cacereño estuviera ascendido virtualmente a la Primera Federación durante algo más de una hora de partido, se convirtió en el héroe del Decano al lograr el tanto del empate que a la postre, y tras una prórroga muy sufrida, le permitió a los albiazules conseguir su objetivo.

Quizás fue de justicia poética que Dopi lograra el tanto del ascenso por todo lo que había sufrido esta campaña. Tras formarse en clubes de su tierra como el Bilbao Athletic, el Arenas de Getxo, el Barakaldo y el Baskonia, llegó a Andalucía con 24 años para comprometerse con la Balompédica Linense, con la que logró ocho tantos en Segunda B en el ejercicio 2019/20. Después hizo otros dos con el San Fernando la temporada siguiente y ya en la 2021/22 consiguió en Primera Federación seis tantos con el club gaditano antes de marcharse en el mercado invernal al Sabadell de dicha categoría, con el que no logró ver puerta.

Tras unas semanas en verano en las que se comprometió con un club italiano, en los últimos días del mercado de fichajes Dani Alejo lo reclutó para el Decano como uno de sus refuerzos estrella. Y comenzó como un tiro su andadura como albiazul. Así, saliendo desde el banquillo en las tres primeras jornadas ligueras marcó dos tantos ante el Yeclano y el Betis Deportivo. A partir de ahí fue titular en ocho encuentros seguidos y antes de la octava jornada ya sumaba cuatro tantos con el Recre tras hacerle otros dos al Cádiz Mirandilla y al Recreativo Granada. Ante el filial nazarí anotó el 23 de octubre y comenzó un largo periodo de sequía ante el gol.

El 20 de noviembre Dopi cayó lesionado en la visita del equipo de Abel Gómez al Utrera y comenzó un duro periplo en el que estuvo dos meses ausente de los terrenos de juego y en el que incluso se especuló seriamente con que el club le iba a dar la baja en el mercado invernal para que otro delantero ocupase su ficha. El punta vasco volvió incluso antes de lo previsto, el 29 de enero ante el San Roque de Lepe, pero no fue ya ese jugador desequilibrante y con pegada del comienzo del campeonato.

Dopi estuvo 16 partidos seguidos sin ver puerta hasta que hizo el tanto del ascenso del Recre ante el Cacereño, de cabeza y en una jugada de garra y tesón. Salió desde el banquillo en 14 de esos encuentros, siempre viviendo a la sombra de Pablo Caballero, al que en el primer tercio de la competición le había quitado el puesto, y únicamente fue titular contra el Torremolinos y el Mancha Real. El destino le tenía reservado y guardado el mejor de los premios. Seguro que ya se le ha olvidado el sufrimiento de la lesión. Su nombre ya está escrito con mayúsculas en la historia del club más antiguo de este país.