Crónica Recreativo-Alcorcón: Como un vaso de agua a quien atraviesa un desierto (1-0)

Mario Asensio Figueras

Huelva

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27/10/2024
Actualizado a las 21:02h.

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El tópico de la necesidad dice que cualquier aficionado que reclama con deseo una victoria le vale aunque sea de penalti injusto en el último minuto. Y eso le pasó al Recreativo de Huelva. No ganó en el último minuto, pero lo hizo con una pena máxima cuanto menos discutida -por no decir inexistente-, que sufrió Pablo Caballero y transformó él mismo. En la repetición se ve que el defensa no le toca y el delantero argentino se trastabilló con el balón, pero el colegiado lo vio claro y Caballero no perdonó con un fuerte disparo.

Sea como fuere, el Recre, al que no le pitaron penaltis más claros, por fin logró primera victoria de la temporada, que supuso un alivio para la afición, la plantilla, la directiva, y especialmente para Abel Gómez, cuyo puesto ha estado en peligro y ahora ganará en tranquilidad. Además recortó distancias con la salvación. En resumen, la victoria fue como un vaso de agua para quien atraviesa un desierto. Le sabe a gloria, pero todavía tiene que seguir bebiendo -sumando- para quitarse la inmensa sed.

El técnico Abel Gómez apostó por introducir dos novedades en el once con respecto que salió de inicio ante el Atlético de Madrid B. Bekkouche y Pablo Caballero suplieron a Carlos Becken y Keita. El once completo lo formaron Rubén Gálvez; Dani Perejón, Rubén Serrano, Raúl Navas, Davinchi; César Moreno; Nico Njalla, David del Pozo, Luis Alcalde, Bekkouche; Pablo Caballero. En el Alcorcón salió de titular el exalbiazul Josiel Núñez.

El Alcorcón comenzó mucho mejor y tuvo mucha proyección en ataque. En el arranque del partido el conjunto madrileño tuvo una gran ocasión de gol. La puso Rafa Llorente al interior del área, pero no encontró rematador, siguió la jugada y el esférico llegó a Aparicio, que envió alto el tiro. Se quejó de un posible penalti de los centrales albiazules, pero el colegiado no apreció nada.

Poco después, en una nueva entrada del equipo madrileño por banda derecha, Lache la puso muy bien en línea de fondo, pero Rubén Serrano, salvador, se adelantó a Aparicio, para cortar la pelota, que acabó capturando Rubén Gálvez. Más adelante Rayco tuvo una ocasión muy clara, pero se encontró con el portero de Aracena. El delantero se adelantó a la defensa, bajó el cuero con el pecho y disparó, impactando en el cuerpo del guardameta albiazul.

No fue hasta el minuto 26 cuando tuvo el primer disparo en área el Decano. Se equivocó un jugador del Alcorcón al ceder atrás, Luis Alcalde la puso para Pablo Caballero, pero su disparo fue a las manos de Ayesa.

Cumplida la media hora de juego, la dinámica del partido era clara. Había mucho juego directo entre un lado y otro. Era evidente una gran falta de elaboración en ambos equipos, que buscaban llegar rápido al área contraria y sorprender y ni Recre ni Alcorcón lo lograron. Así se llegó al descanso.

En la segunda mitad entró Antonio Domínguez por Bekkouche y se mostró activo entre líneas. Protagonizó un bonito caño, pero su disparo posterior se fue muy alto. Antes Nico Njalla disparó a puerta pero la defensa envió a córner y luego David Del Pozo envió desviado un tiro lejano.

El Recre estaba llegando más y su rival no pasaba del mediocampo. En esta nueva tónica los albiazules lograron adelantarse de penalti. Njalla enganchó un disparo desde la izquierda y cuando Pablo Caballero iba hacia el rechace para rematarlo cayó al suelo y el colegiado señaló la pena máxima. En la repetición se ve que el defensor no le toca y que el atacante argentino cayó tras tocar el balón en el pie de atrás, situación que pudo trastabillarle. Cabellero no perdonó y con un trallazo puso el 1-0 desde los once metros para reconectar a una afición que estaba desmotivada.

El gol sirvió de estímulo al Recre, cuyos jugadores fueron con más confianza y convicción hacia el marco rival, mientras que el Alcorcón se quedó más tocado y le costó reaccionar. Pasaban los minutos y no lograba recomponerse ante un Recre que por fin iba con viento a favor y se notaba. Finalmente el rival tuvo alguna acción ofensiva para sacudirse el empuje local, pero Rubén Gálvez estuvo seguro.

El reloj corría por fin a favor del Decano, que estaba cómodo en el partido. No pasaba excesivos apuros detrás y hacia adelante iba con más ganas hacia arriba, aunque no terminaba de fabricar jugadas destacadas que se tradujeran en el segundo tanto, el de la tranquilidad.

El colegiado dio 7 minutos de prolongación y el Recre peleó por arañar cada segundo al reloj y que no se escapara la victoria, que se celebró con entusiasmo y con la esperanza de que sea un punto de inflexión en la mala trayectoria llevada por el equipo hasta ahora.

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