El Recreativo no puede contra doce (0-0)

Ricardo Ubric

10/09/2023
Actualizado 11/09/2023 a las 16:52h.

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Resulta que durante estás ilusionado con lo que puede hacer tu equipo y deseando que llegue el fin de semana y luego de un plumazo un hombre de amarillo y negro, en este caso un árbitro, te fastidia el día. Hay que pensar en que no lo hizo de manera premeditada, aunque viendo que al Recreativo de Huelva no le pitan un penalti a favor en casa desde hace dos años o que no había ganado ninguno de los cuatro partidos que le había dirigido anteriormente el extremeño Antonio Sánchez Sánchez ya por la imaginación de uno, que ya es perro viejo en estas lides, pues se le pasan muchas cosas.

Porque todos hemos tenido, tenemos y tendremos malos días en nuestros respectivos gremios. Nadie es perfecto. Todos somos humanos, con nuestros aciertos y errores. Con todo, cuesta creer que no viera el claro derribo dentro del área de Fomeyén a Sergio Díez al borde del descanso. Cualquiera que haya jugado al fútbol o que haya visto alguna vez un partido sabe que esa acción es penalti en 101 ocasiones de 100 que ocurre. Por inercia, y porque no se puede quitar de en medio, aunque Fomeyén no quería, no le quedó otra que pisar a Sergio Díez. Lamentable estuvo ahí Antonio Sánchez y sus ayudantes. Le pudo poder el miedo escénico. 29 añitos se gasta el hombre pero es que eso es penalti aquí y en Pekín. Inadmisible, triste y para hacérselo mirar.

Pero como decíamos antes, todos podemos tener un mal día en el trabajo o en la vida en general así que lo del penalti, aunque fue tremendo y tiene que salir esa imagen y ese vídeo en muchos medios de comunicación, vamos a pasarlo por alto. Pero y todo lo demás que hizo este buen extremeño en Huelva. En un partido de guante blanco se atrevió a sacar ni más ni menos que ocho cartulinas amarillas y una roja. Pero es que la roja fue a Manolo Pedraza, el delegado del Decano, que no habla por no hacer ruido, que no ha matado ni a una mosca en su vida. El colmo de los despropósitos. Y mira que teníamos ganas de llegar a la Primera Federación, de acercarnos al fútbol profesional y de ver otro tipo de cosas en cuanto a rivales, estadios, visibilidad... Pero llegamos a los arbitrajes y es más de lo mismo. Claro, si es que tampoco hay que ser un lince para adivinar que si el estamento arbitral está al mismo nivel de los dirigentes de la RFEF no hay demasiado más que añadir.

En fin, que ya he soltado la parrafada que había que soltar para quedarse a gusto y ahora toca hablar, aunque sea mínimamente de fútbol. Y en esta capital cuestión no es que el Decano tuviese su mejor tarde. Ni hizo el juego preciosista que se le vio en el debut liguero contra el Intercity, ni estuvo reservón y timorato como en buena parte de su cita en Ceuta. Una versión intermedia. En defensa apenas sufrió. El Antequera tuvo incluso más el balón que el Recre, sobre todo en la primera media hora, pero no inquietó el marco de Rubén Gálvez. Su único 'huy' fue ya en el minuto 87 en un zapatazo desde el borde del área de Ale Marín que se marchó cerca del poste. Los malagueños sumaron su primer punto de la temporada en una Primera Federación interesante y loca, ya que por ahora en muchas ocasiones David se está comiendo a Goliat. Tienen jugadores interesantes, como Marcelo, Loren o Lanzini, entre otros, pero lo normal es que estén peleando por abajo y sufriendo para salvarse.

Más o menos como el Recre, otro recién llegado a la categoría. Abel Gómez, su entrenador, no arriesgó de inicio con Rahim, que llegaba cansado tras jugar el jueves con su selección. Su ausencia (se quedó en el banquillo y entró ya en el tramo final) la suplió Sergio Díez, que se cambió de costado, y en el lateral diestro la novedad fue la del veterano Antoñito. El resto del once fue el mismo que en las dos primeras jornadas y al Decano le costó arrancar, principalmente porque el Antequera conocía muy bien las virtudes y el peso que tiene en el juego albiazul su excapitán, Luis Alcalde, al que secaron. Y es que en la batalla del centro del campo los malagueños estuvieron decentes hasta que ya en el segundo tiempo prefirieron nadar y guardar la ropa y dedicarse ya a defender un punto para ellos de oro.

Sin hacer gran cosa, el conjunto onubense tuvo las dos mejores opciones para haber ganado. Una fue un espectacular remate de cabeza de Caye Quintana a la escuadra tras un excelente centro de Antonio Domínguez, y la otra el penalti que no pitó el gris y protagonista Antonio Sánchez. Ambas acciones llegaron el tramo final del primer acto y después de que el Antequera tuviera una puesta en escena mejor que la de los locales.

La segunda parte ofreció quizás menos cosas. Demasiadas imprecisiones y parones y un colegiado que fue desquiciando y minando la moral de los futbolista del Recre. Debutó con un par de buenos detalles con la elástica albiazul el joven extremo José Antonio de la Rosa, en el que hay depositadas bastantes expectativas, y poco protagonismo tuvieron Nacho Heras y Juan Villar porque les pasó como a Caye Quintana, que nos llegaron balones en condiciones. La afición se fue satisfecha con el esfuerzo de los suyos y con la buena dinámica en estos albores del campeonato y descontenta con el arbitraje y el resultado. Nunca llueve a gusto de todos. Así está montado esto. Próxima estación, Melilla. A seguir.

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