Que los árboles no impidan ver el bosque (3-3)

R. Ubric

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25/08/2024
Actualizado a las 23:54h.

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El Mérida pasó del cielo al infierno en cuestión de un par de minutos y al Recreativo de Huelva le pasó todo lo contrario. Cosas del fútbol. Fue algo mejor el equipo extremeño que el Decano pero tampoco era normal ni justo que a falta de diez minutos para el pitido final fuese ganando por 3-0. Casi que aprovechó al cien por cien sus opciones de gol y supo recibir muy bien los regalos de los albiazules, que al menos tiraron de épica y de orgullo para sumar un punto que lógicamente es oro visto como estaban transcurriendo las cosas pero que no debe ocultar los defectos que a día de hoy (en parte lógicos por estar todavía en agosto) tiene la plantilla onubense.

Habrá que concederle el privilegio de la duda a un Decano que de inicio formó con ocho futbolistas de la pasada campaña y que las tres principales novedades que presentó fueron las de Dani Perejón, Davinchi y Zelu en las posiciones que por entonces ocupaban Sergio Díez, Rahim y José Antonio de la Rosa. Aunque habría que añadir otra más, y es que Rubén Serrano, tal y como ya sucedió en las últimas jornadas de la competición, estuvo como pivote, desplazando a los recién llegados Keita y Camará (este último todavía no está inscrito en la RFEF). Por lo tanto, ahí el Recre quizás acabe echando de menos el adiós de Josiel Núñez aunque todavía es muy apresurado mojarse con ese tema hasta que no pasen varios partidos más.

El caso es que Serrano suele rendir mejor de central y que el Decano estuvo muy espeso en el estadio Romano José Fouto, siendo superado en actitud y agresividad por el Mérida excepto en el tramo final. El equipo adiestrado por Abel Gómez regaló los tres goles. Es la tercera campaña en el cargo del míster granadino y en este partido no se vieron sus principales señas de identidad, que son las de tener un conjunto sólido en defensa y con ganas de ser protagonista con el balón en los pies. El Recre anduvo espeso y falto de ideas a excepción de jugadas aisladas, y tan sólo la testiculina y los regalos (que también los hizo) de su rival en la agónica y eterna prolongación le sirvieron para rescatar un empate agridulce. Los árboles no deben impedir ver el bosque y habrá que esperar la llegada de un delantero de aquí al cierre del mercado el próximo viernes y sobre todo también que los jugadores que acaban de llegar vayan teniendo más entrenamientos con sus compañeros en las piernas y más minutos de competición.

Porque sea o no casualidad, el caso es que buena parte de los que salieron desde el banquillo en la segunda mitad fueron de los más destacados en un Decano que también habría que añadir que sigue sin tener fortuna con determinados aspectos del deporte rey. Por ejemplo, el colegiado de la contienda, Fernando Román Román, concedió al Mérida un gol en fuera de juego y no le pitó un claro penalti, con un 1-0 en el marcador, al Decano por unas claras manos dentro del área de Climent en un cabezazo de Dani Perejón. Además, en la primera acción del encuentro Caye Quintana no acertó a ver puerta con todo a favor y en el tramo final Pablo Caballero, que sólo llevaba diez minutos en el campo, se marchó lesionado tras darse un fuerte golpe con un poste de la meta local, reviviendo sus peores pesadillas porque hay muchas expectativas depositadas en él para que esta campaña sí que vuelva a ser ese delantero diferencial en la categoría.

La zaga onubense estuvo desconocida. En pretemporada se había mostrado como la línea más sólida pero en Mérida concedió demasiado. Errores de marca, de infantiles, que los rivales penalizan mucho y que el Decano debe y puede corregir porque cuenta con futbolistas con mucha experiencia en esa demarcación. Falta también ese creador de juego desde atrás, sea Keita, Camará o César Moreno, y que anden con algo de más chispa que en Mérida los hombres de arriba, ya que muy poco o nada reseñable se les vio a los Antonio Domínguez, David del Pozo, Zelu, Luis Alcalde o Caye Quintana. Por nombres el Recre tiene plantilla para estar peleando con los grandes de su grupo. Pero claro, tienen que estar a un nivel medio-alto, así que pensar que todavía están físicamente algo lejos de su mejor nivel y que paulatinamente se irá viendo su mejor versión y cogerán los galones que se les presupone.

En la alineación de Abel Gómez había cinco onubenses y ocho jugadores del pasado plantel. Tras el error inicial de Caye Quintana, Luis Alcalde erró en la marca a Javi Eslava en un saque de esquina y el Mérida se puso en franquí a los seis minutos de partido. Después Zelu y Del Pozo tuvieron dos tímidas ocasiones en una primera mitad con dominio infructuoso de un Decano sin ritmo y al que, eso sí, le desquició un poco el árbitro al no concederle el claro penalti a su favor que podría haberlo cambiado todo en el minuto 19.

Entró Keita en el intermedio por Rubén Serrano, cuya lesión en la mano podría ser preocupante, pero antes de que el africano diera señales de vida el Decano ya caía por 3-0 al aprovecharse Javi Eslava y Liberto de dos graves desajustes de la defensa albiazul. De esos que la pasada campaña no solía cometer. Toca hacer autocrítica, centrarse y corregir esos fallos. Aunque aún quedaba media hora por delante, todo parecía ya casi perdido. Abel Gómez introdujo cuatro cambios más, con la entrada de Céar Moreno, Bekkouche, Pablo Caballero y David Soto, y justo tras la lesión del argentino y la pausa por hidratación llegó la épica reacción final del Recre que llevó la apoteosis a los aficionados albiazules desplazados al feudo extremeño.

Manuel Bonaque debió acordarse de su pasado recreativista porque le regaló el 3-1 a Soto, que definió a la perfección ante Juanpa. Era el minuto 79 y de nuevo el choque se adormeció bastante y parecía que el Mérida lo tenía bastante controlado. Pero se confió, se relajó, se durmió en los laureles y quizás por aquello de que 'rendirse no es costumbre onubense', el Decano aprovechó el resquicio que le dejó su rival para creer hasta el final. Davinchi, sobrado y el mejor de todos los que actuaron en Mérida, puso el 3-2 en el 96, el colegiado dio un minuto más de prolongación y un error también monumental del cancerbero local le dejó a Alejandro Gálvez el balón en bandeja para llevar el 3-3 al marcador.

Final de locura. Partido típico de una primera jornada de liga con las plantillas aún verdes, inacabadas y con falta de rodaje. El Recre tiene que mejorar mucho su gris imagen de Mérida. No siempre va a servirle la épica. El sacrificio y el esfuerzo es un plus, pero parea estar arriba debe ser mucho más equilibrado, es decir, ser sólido atrás y con chispa y pegada arriba. Esto sólo acaba de comenzar. Y es bueno sumar a domicilio. Así que bien vale dar un voto de confianza. Que ante el Alcoyano el sábado se vea una mejor versión.

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